Manuscrito para el príncipe André

‘El rey loco’, un cuento sobre la lucha del hombre viejo con el hombre nuevo. Capítulo 8.

16 DE ABRIL DE 2023 · 08:00

Alessio Fiorentino, Unsplash,manuscrito, carta antigua
Alessio Fiorentino, Unsplash

“El rey loco” Capítulo 8

Y fue así como regresé a mi verdadera identidad, querido André, hijo mío. Y ahora, que ya soy viejo y tú lo bastante mayor como para conocer mi historia y asumir el reino, te he escrito estas palabras para que puedas entender quién fue tu padre y qué clase de madre tienes. Ella es la verdadera heroína del reino, hijo mío.

Sin ella, todo se hubiese desmoronado. Si yo reinaba como Wilfredo la paz y el progreso eran imparables. Pero al encerrar (hablo figuradamente) a Wilfredo en la torre y dejar al mando del reino a Marcus retrocedíamos todo lo avanzado y destruía sin miramientos lo que el Rey Bueno había edificado.

Dentro de mí convivían un Rey loco y un Rey Bueno. Pero lo más importante es que a mi lado hubo una gran mujer, tu madre, que fue lo bastante fuerte como para poner bajo llave mi capacidad destructiva y acompañarme pacientemente en el largo camino hasta mi liberación. Ahora comprenderás, príncipe André, por qué nunca te hemos dejado subir hasta la habitación de la torre, y por qué, junto a estas páginas que contienen mi historia, te he entregado la llave de la cárcel del Rey Loco. Si tienes acceso a ese incómodo aposento, lo tienes igualmente a todos los rincones del reino, pues tú gobernarás en lugar nuestro. Sabemos que estás preparado para dejar tú también encerrado al rey violento, ambicioso y egoísta que todos llevamos dentro, y en su lugar dar libertad a esa otra parte de nuestro ser que es noble y potencialmente divina.

Tu madre y yo, después de tu coronación, haremos el viaje de recién casados que se vio interrumpido en su día por uno de mis episodios destructivos. Queremos visitar reinos amigos y, de paso, traerte alguna información interesante en cuanto a las posibles candidatas a ser reina. Más tarde, serás tú el que deberás elegir a tu compañera y construir tu propia familia. Si la afortunada es la mitad de valiente y sabia de lo que lo es tu madre, te aseguro, hijo mío, que serás feliz el resto de tu vida.

En cuanto a tu hermano, debo pedirte perdón. A veces pienso que el haberlo llamado Sigfrido, en honor a mi padre, ha marcado su carácter con la misma tozudez, brusquedad y orgullo del abuelo. Pero en el fondo es bondadoso y aunque le cueste expresarlo, debes saber que te quiere y te admira. Ten paciencia con él y gánalo como tu amigo y tu mejor aliado. André, te hablo desde la experiencia, hijo mío, porque, aunque maté a Marcus en mi imaginación, y era el ser más odioso que haya jamás conocido, te aseguro que al empujarlo al fondo del Barranco de los Derrotados sentí que mataba en él todo lo puro de Wilfredo, y que no solo Marcus fue derrotado, sino que ambos habíamos perdido en aquella pelea fratricida.

Cuando buscábamos un nombre para ti me sentí tentado a llamarte Will, evocando así todo lo bueno que representaba mi otro yo. Pero quise rendir homenaje a tu madre y bautizarte como André, que significa “aquel que actúa con valentía”, “luchador” o también “fuerte”. Tu madre te ha modelado todo eso y mucho más. Por lo tanto, hijo mío, sigue su ejemplo.

Y que venciendo en tus batallas interiores libres al reino y también a tu familia de las guerras que dejan a su paso desolación y tristeza. Se despide tu padre, Segismundo, ahora apodado el Rey Bueno, que te quiere y siempre te querrá.

 

El cuento de “El rey loco”: capítulos

Capítulo 1. Los dos reyes

Capítulo 2. El monstruo de la torre

Capítulo 3. La guerra con Oriente

Capítulo 4. Siembra vientos y recogerás tempestades

Capítulo 5. Huelga de hambre

Capítulo 6. Muerte en luna nueva

Capítulo 7. Resurrección

Capítulo 8. El manuscrito para el príncipe André

Epílogo

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Soliloquios - Manuscrito para el príncipe André