Principios eternos para la transformación de las ciudades

Cómo la iglesia cristiana primitiva impactó y revolucionó a las ciudades y sociedad de su tiempo.

05 DE ABRIL DE 2019 · 10:00

JC Gellidon, Unsplash,ciudad nocturna, noche ciudad
JC Gellidon, Unsplash

Hagamos una recopilación de lo que vimos en las notas anteriores previo a pasar a desarrollar los peligros y desafíos de nuestra iglesia en la actualidad.

Vimos que el contexto que enfrentó la iglesia cristiana del primer siglo fue muy similar al actual, un mundo globalizado, pagano, amante del pecado, una espiritualidad libre, signado por el libre comercio, desarrollado, con un gran idioma común (latín), leyes que se extendían uniformemente (derecho romano) y bajo el dominio de Roma.

Los desafíos de predicar el Evangelio no fueron menores, la iglesia utilizó una amplia variedad de formas y acciones para anunciar el nombre de Jesús en cada rincón del imperio, según el Espíritu les daba.

Vimos cómo la iglesia impactó al Imperio Romano por medio de un proceso de cambio espiritual. La iglesia conmovió las ciudades a través de la proclamación del Evangelio, saturaron cada ciudad con múltiples formas de compartir la Palabra de Dios.

Proclamaban a Jesús como Señor. Por medio del arrepentimiento miles de personas fueron restauradas por el poder del Espíritu Santo. Parte de ese proceso de cambio espiritual fue la santidad, no era declarativa sino real y vívida. Tuvieron un Señor, una fe, un bautismo, un solo Dios y Padre de todos que los impulsaba en unidad aún en medio de la diversidad.

La iglesia llevó adelante un proceso de transformación basado en el amor, encarnaron los valores del Reino, la realidad del Reino de Dios intervino poderosamente la realidad del Imperio Romano, por medio de milagros, señales extraordinarias, pero fundamentalmente por medio del amor, entre ellos no había ningún necesitado, nadie hacía propio lo que tenía sino que servía para ayudar al otro.

Finalmente, vimos que todo el proceso de transformación se sustentó en un concepto eclesiológico dinámico, utilizaron una gran variedad de formas de trasmitir el mensaje, predicaron en todo tiempo, en todo lugar y ante toda circunstancia.

No se ataron a estructuras rígidas o basadas en cargos y posiciones, sino por el contrario fueron flexibles y predominaron los dones y ministerios a la hora de funcionar como parte del cuerpo de Cristo. Llevaron adelante una misión integral que les permitió levantar en alto el nombre Jesucristo y nunca más el imperio volvió a ser el mismo.

Habiendo en prieta síntesis visto de qué manera la iglesia del primer siglo llevó adelante la Gran Comisión, nos toca mencionar algunos peligros que entendemos tiene la iglesia en la actualidad, provenientes principalmente de su interior,

Abordaremos en la siguiente nota los principales peligros:

  • Una cosmovisión errada
  • Un excesivo énfasis en el fuego
  • El limitarse solamente a la protesta moral
  • Conformarnos con la incipiente participación política
  • El peligro del materialismo

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Con sentido - Principios eternos para la transformación de las ciudades