Óscar Rivero, médico y activista evangélico, nombrado Persona de 2022 en Cuba

La web de noticias CubaTrendings nombró este martes al cirujano maxilofacial y profesor Oscar Rivero, de fe evangélica, como Persona del Año, tras recapitular algunos de sus hitos en el activismo contra la dictadura Socialista cubana en este 2022.

En el último mes de cada año medios e instituciones hacen listas de personas que, por sus logros, merecen ser reconocidas, pero en el caso cubano adelantaba la página independiente, es probable que ninguna mencione al Doctor Rivero "debido a la corrección política".

La web consideró al camagueyano el líder más importante de la sociedad civil en Cuba durante 2022. Y los hechos lo avalan, pues protagonizó varios hechos históricos. Entre ellos la recogida de más de 140 mil firmas contra la introducción de Ideología de Género en el Código de Familia, y a favor de la libertad de conciencia. Esta fue la mayor recogida de firmas desde la ciudadanía en más de 60 años de dictadura Socialista.

Aunque las autoridades del régimen se negaron a recibir las docenas de páginas llenas de firmas desde toda la isla. Una Resolución del Ministerio de Educación castrista, que inyectaba Ideología de Género en el currículo escolar, fue detenida gracias a la masiva oposición organizada y encausada por Rivero. Ese fue su segundo logro: frenar una ley del Estado, que debió diferir la entrada en vigor de la Resolución para un año después.

La inteligencia y capacidad de liderazgo del profesor se vieron probadas en medio de un sistema que impide la libre reunión y asociación. De hecho, las repercusiones para él y su familia no se hicieron esperar.

Fue citado y amenazado por la policía política incontables veces. Ante esos embates optó por la discreción, y se alejó del vedettismo mediático. Nada de victimismo, solo trabajo ha habido en el último año de Rivero.

Por defender la libertad no vivió únicamente la persecución de Estado, sino también la invisibilización desde los medios independientes, manejados por la tiranía de la corrección política.

En medio de tan hostil ambiente, lideró junto a un grupo de padres cubanos la campaña "A la Escuela, pero sin Ideología de Género", que demandó libertad de cátedra y el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos.

Uno de los resultados indirectos de la presión ejercida por la campaña -que unió a ciudadanos creyentes de distintas religiones, así como no creyentes- fue que por vez primera el régimen tuvo que dar acceso en la televisión a un líder de la sociedad civil abiertamente opuesto a una de sus políticas.

Nos referimos al catedrático y pastor Bárbaro Abel Marrero, líder del Seminario Bautista de La Habana. Su exposición por la libertad de conciencia y su defensa de la Familia se viralizó en redes sociales.

Y como cereza en el pastel, la Campaña que coordinó Rivero llevó a un tercer resultado histórico: por primera vez en seis décadas, el castrismo debió aceptar que sólo una minoría de la población apoyaba una de sus políticas: el Código de Familia (entre el Yo No Voto y el Yo Voto No más de la mitad de padrón electoral se pronunció contra el Código).

Pero, ¿quién es Oscar Rivero?

Antes de ponerse al frente de una de las más importantes campañas digitales cubanas en lo que va de siglo, Rivero era ya alguien conocido en el ámbito científico y académico cubanos. Rivero escribió el primer libro de cirugía maxilofacial para las facultades de estomatología cubanas, donde cientos de alumnos se gradúan cada año.

Asimismo, alterna su vida profesional con el ejercicio de la cirugía en el Hospital Provincial de la ciudad de Camaguey, y la enseñanza en la casa de altos estudios en Medicina de esa provincia.

A pesar de los logros de este cubano no encontrarás ninguna noticia sobre él en el sistema de propaganda estatal (por supuesto), ni en el entramado de medios independientes. La razón principal podría resumirse en dos características de Rivero: es un evangélico que vive su fe con valentía y representa un modelo de hombre conservador, que protege a su comunidad y respeta sus valores.

Y eso, sabemos, es muy peligroso. Ponerse en pie por la justicia y la Verdad no es bienvenido en un mundo donde las élites te quieren apocado y cobarde.

Desde acá nos ponemos en pie por el esfuerzo de Rivero y los padres cubanos que condujeron por más de un año una campaña que desbordó lo digital y se posicionó a contrapelo del último Estado totalitario de Occidente y sus vasallos en la isla.