Dios entrena con la selección de fútbol de Colombia

Radamel Falcao, Juan Guillermo Cuadrado, Yerry Mina, William Tesillo y Roger Martínez son algunos de los cristianos evangélicos del equipo.

Redacción ED

El espectador · BOGOTÁ · 24 DE JUNIO DE 2019 · 08:00

Los jugadores de la selección de Colombia oran antes de entrenar / AFP,colombia ora, fútbol orar
Los jugadores de la selección de Colombia oran antes de entrenar / AFP

Con gol de Gustavo Cuéllar,  Colombia  derrotó este 23 de junio por 1-0 a  Paraguay  y clasifica con puntaje perfecto a cuartos de final de la  Copa América 2019 en el Arena Fonte Nova. El próximo rival de Colombia se conocerá hoy lunes cuando se defina el grupo C.

Esa mañana antes del partido, en el estadio Manoel Barradas, conocido popularmente como Barradão, casa del Esporte Clube Vitória, era el lugar de entrenamiento de la selección de Colombia antes del juego ante Paraguay. Los utilleros, ya tienen todo listo para que el cuerpo técnico comience la sesión de trabajo, solo están esperando que salgan los jugadores.

Son 23 en cancha, los 22 que están disponibles para jugar y el juvenil Johan Carbonero, que fue llamado para relevar al lesionado Luis Fernando Muriel.

Se reúnen en el centro del campo y formando un gran círculo se abrazan entre ellos. Comienza la oración, un momento de intimidad de equipo en el que participan todos.

Unos inclinan su rostro y ponen las manos hacia arriba, otros simplemente guardan silencio y respetan el momento. Al final, después de unos minutos, se oye un fuerte amén y comienza el trabajo.

Mientras algunos jugadores tienen una visión de la fe y la oración como una ayuda complementaria para lograr victorias y confían abiertamente en un socorro divino para sus éxitos deportivos, otros viven más allá del ritual.

En esta selección colombiana son varios los futbolistas que han demostrado abiertamente su pasión por Jesús y son los líderes espirituales de un plantel y un cuerpo técnico que respeta y acepta que ese Dios sea el centro de sus vidas. En el día a día.

 

Radamel Falcao García, el capitán y uno de los máximos referentes de la tricolor, es cristiano de cuna y fue formado con unos valores de fe. Su madre, Juana Carmenza Zárate, le enseñó a leer la Biblia y a orar. Le explicó que más allá de repetir un Padrenuestro lo que debía hacer era hablar con Dios, sin libretos, un diálogo sincero de corazón, en el que pidiera lo que quería y reclamara lo que necesitaba.

“El fútbol y Dios fueron sus más grandes pasiones”, recuerda Juana, quien ha estado junto a sus hijas (Melany y Michelle), su nuera (Lorelei Tharon) y sus nietas (Dominique, Desirée y Annette) acompañando a Falcao en esta Copa América de Brasil 2019.

La vida del goleador colombiano ha pasado entre canchas de fútbol e iglesias cristianas. En un culto evangélico conoció a su esposa en Buenos Aires, cuando ella era la que cantaba en el grupo de alabanza. Ahora reconoce que es ella quien le ha ayudado a tener siempre los pies sobre la tierra y se ha convertido en su mejor apoyo. Siempre estuvo ahí, aun en las noches más oscuras, ayudándolo en oración. “Todo lo que me ha pasado es gracias a Dios. Él me ha dado la salud y el talento para poder estar donde estoy. El día que deje de reconocer eso, no sé si estaré tan centrado en mi vida”, comentó en una entrevista en medio de su recuperación de la operación de rodilla que vivió hace cinco años, mientras la selección disputaba la Copa del Mundo en Brasil.

Su vida ha sido ejemplo. En el equipo, incluido el cuerpo técnico, respetan su trayectoria. No solo su hoja de vida como delantero y goleador, sino su testimonio, su liderazgo y don de gentes. Cuando el 9 llegó al equipo tricolor con el único cristiano que compartía plantel era con Giovanni Hernández, pero ahora, ha ido formando poco a poco un grupo en el que comparte su fe con todos, independientemente de si son practicantes del cristianismo o simplemente creyentes de Dios.

 

“Si estamos acá es por Dios, así que siempre ponemos en sus manos todo lo que hacemos. Antes de los entrenamientos y de los partidos oramos como equipo y ya después en la intimidad cada uno hace lo suyo”, le explicó el defensor William Tesillo.

“Todos respetan mucho. No todos son cristianos, pero todos sí reconocen la importancia de estar pegados de Él, de darle gracias por los resultados, independientemente de si son buenos o no”, explica Tesillo, también cristiano de nacimiento. William, su padre, es pastor de una iglesia en Barranquilla y fue la persona clave para guiarlo en ese camino de fe. En 2009, cuando murió su madre a causa de un tumor cerebral, vivió los días más duros, pero fue el estar pegado de Dios lo que lo llenó de fuerzas para seguir.

“Siempre oramos a Dios, y él nos escucha”, concluye Tesillo, quien destaca el respeto y el compromiso de todos los integrantes de la selección de Colombia, incluyendo al nuevo cuerpo técnico, que acepta que Dios sea el centro de todo en este equipo que sueña en grande.

 

Otro de los hombres de fe de esta selección colombiana es Juan Guillermo Cuadrado. A diferencia de Falcao y Tesillo, él no creció en un hogar cristiano, pero en los últimos seis años le ha dado el centro de su vida a Jesús. “Vine de un momento difícil, pero nunca perdí la confianza en nuestro señor Jesús: cuando somos más débiles él nos va perfeccionando y nos da la fuerza que a veces nosotros no tenemos”, explicó antes del inicio de esta Copa.

 

Es un caso parecido al de Yerry Mina, quien conoció este estilo de vida ya siendo profesional. Él fortaleció su fe cuando pasó a Independiente Santa Fe, un equipo que justo antes de que él llegara tenía la guía espiritual de Sandra Merino, suegra del arquero suplente de la selección, Camilo Vargas, quien también es cristiano. Ahí aprendió a leer la Biblia y a orar, hoy en día para todo lo que hace se encomienda a Él. “Con los pies en la tierra y los ojos en el cielo”, es una de las frases comunes del defensor central del Everton de Inglaterra y quien tras el triunfo ante Catar afirmó: “Dios nunca dijo que sería fácil, pero si prometió que para el que cree todo le es posible. Gloria a ti mi señor Jesucristo”.

 

Roger Martínez, una de las gratas revelaciones de esta Copa América, también es cristiano. Su papá, que se llama igual que él, es pastor de una iglesia en Cartagena. Intentó ser futbolista como su hijo, pero el talento no le dio y terminó inclinándose por los “caminos del Señor”, como él mismo explica. A la distancia, porque Roger ha hecho su carrera fuera del país, siempre es quien lo guía y le da ese apoyo espiritual para todo. “Encomienda al señor tu camino. Y confía en él; y él hará”, las palabras que lee en la Biblia en el Salmo 37:5 y le repite constantemente.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - SOCIEDAD - Dios entrena con la selección de fútbol de Colombia