Llueve sangre inocente: sequía en México

Al margen de las explicaciones científicas, desde la fe hemos de ver raíces espirituales en este fenómeno de la sequía.

    13 DE FEBRERO DE 2025 · 08:00

    Sonora, México, Vincent Toesca / Unsplash,desierto Sonora, desierto México
    Sonora, México, Vincent Toesca / Unsplash

    Desde hace casi seis años, hemos venido denunciando la sequía que azota a México, mi país; y que el año pasado llegó a niveles alarmantes a pesar de las abundantes lluvias de finales del año en el norte del país y algunas lluvias de refresco, pero no solucionaron el problema.

    El norte del país es la zona que más ha sufrido los estragos por la sequía manifestándose, no sólo en la escasez de agua para el abastecimiento de las ciudades, sino para la producción de alimentos que ha traído como su principal consecuencia, el abandono de las labores agrícolas y con esto una disminución considerable en las cosechas de frijol, maíz y arroz.

    Y no sólo ha supuesto escasez de alimentos, sino que se ha añadido un grave impacto sobre la industria ganadera, algo demoledor.

    En este momento, el Servicio Meteorológico Nacional reporta el avance de la sequía hasta abarcar el 53,1% del territorio nacional.

    Independientemente de todas las explicaciones humanas y científicas a este fenómeno, desde la fe hemos de ver razones y raíces espirituales en este fenómeno que padecemos.

    Llueve sangre inocente: sequía en México

    En 2018, el gobierno encabezado por el expresidente López Obrador, realizó una ceremonia chamánica inédita en la plancha del Zócalo, consagrando a la nación a los espíritus y a los demonios.

    Durante su gobierno se legalizó el matrimonio homosexual en los 22 estados que aún lo resistían, con lo que logró la legalización en todo el país. Permitió, propició y proveyó los recursos humanos, ideológicos y jurídicos para establecer una campaña para legalizar la despenalización de aborto lográndolo en 11 entidades del país, trayendo con eso el derramamiento de sangre inocente en la nación, entre varias otras acciones.

    Hoy, bajo el gobierno de la presidente Claudia Sheinbaum, estos procesos continúan y se acrecientan.

    Para empezar, al estilo AMLO, inició su mandato en la Plaza del Zócalo con un ceremonial chamánico.

    Y a continuación, en los poco más de cuatro meses al frente del ejecutivo, el aborto se ha aprobado en ocho entidades, y en una loca carrera por la muerte, ahora mismo está la amenaza en Morelos, Yucatan y Chihuahua.

    De manera que por supuesto no podemos negar que existe una implicación espiritual para que Dios cierre los cielos y no haya lluvia sobre nuestra nación.

    El aborto, como parte de la ideología de género es un programa global, sistémico y maligno que México ha abrazado trayendo muerte y desolación. Dios tenga misericordia de nuestra nación.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Semillas - Llueve sangre inocente: sequía en México

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