Las piedras del pectoral
Representan a cada una de las doce tribus de Israel.
30 DE JULIO DE 2021 · 08:00
El pectoral era un elemento de gran efecto que solían vestir los Sumos Sacerdotes (Aarón fue el primero) cuando oficiaban delante del Santo de los Santos en el Tabernáculo. Ver Éxodo 28-15. Sus cuatro filas de tres piedras preciosas representaban a las doce tribus de Israel y que, por lo tanto, se llevaban simbólicamente ante el Señor.
Según define más explícitamente el “Diccionario Bíblico Ilustrado” de Vila-Escuain el pectoral: “Era una prenda que llevaba el Sumo Sacerdote, hecho del mismo material que el efod. Tenía que ser unido al efod mediante los anillos respectivos y un cordón de azul, de manera que estuviera por encima del cinto del efod (Éxodo 28-28).
Sobre él debía haber doce piedras preciosas dispuestas en cuatro hileras, llevando cada una de ellas el nombre de una tribu. Se debía hacer cuadrado y doble de un palmo de lado. En varias ocasiones recibe el nombre de “el pectoral del juicio” (Éxodo 28-21). “Y llevarás siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre tu corazón delante de Jehová” (Éxodo 28-30).
Se trata de un tipo de Cristo que sostiene a su pueblo ante Dios conforme a los santos juicios de Dios, que sus propias luces y perfecciones expresaban. Lleva a todo su pueblo sobre los hombros de su fortaleza (28-12) y sobre su corazón de amor habiendo sido aceptados por Dios”.
Según el Éxodo (28-15) muestra los materiales primorosos del mismo: “Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa; lo harás conforme a la obre del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido”.
Con respecto al motivo de esta breve nota en el mismo libro de Éxodo 28-17 cita de la siguiente forma: “Y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedra; una hilera de una piedra Sárdica, un topacio y un carbunclo; la segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante; la tercera hilera, un Jacinto, una ágata y una amatista; la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe”. Agregando que “toda éstas estarán montadas en engastes de oro".
La piedra sárdica o cornalina, de hermosa factura y color se atribuye que representa a la tribu de Simeón. El topacio en cambio es un mineral que se utiliza como piedra preciosa y según Plinio el Viejo, su nombre deriva de la isla de Topazos. Representaría a la tribu de Dan. El carbunclo, más conocido como rubí, es muy apreciado en trabajos de orfebrería y estaría representando a la tribu de Rubén.
En la segunda hilera está la esmeralda, muy codiciada por su color y su belleza representaría a la tribu de Leví. La piedra zafiro, también segunda joya de las murallas de la Nueva Jerusalén y según el profeta Ezequiel el trono celeste parecía un zafiro. Representaría a la piedra de Isacar. El diamante es una de las piedras preciosas de mayor brillo y valor, muy codiciada. Representaría a la tribu de Zabulón. En la tercera hilera está el jacinto, una variedad del cuarzo rojo-naranja y estaría representando a la tribu de Judá. El ágata es un conjunto de variedades micro cristalinas del cuarzo e identificaría a la tribu de Gad. La amatista es una hermosa piedra de gran luminosidad y representaría a la tribu de Neftalí. El berilo es muy transparente y de color azul. Representaría a la tribu de Aser. Con respecto al ónice es una variedad de ágata y se identificaría con la tribu de José. Y por último, el jaspe se identificaría con la tribu de Benjamín.
Lo importante es el simbolismo que todos estamos representados ante Dios, por la muerte y la sangre de nuestro Señor Jesucristo.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde Valcheta - Las piedras del pectoral