Jn 4.27-42 Una samaritana predica las Buenas Noticias Ilimitadas

A veces Dios actúa con métodos y personas que nosotros jamás elegiríamos.

    09 DE JULIO DE 2023 · 08:00

    La mujer samaritana,mujer samaritana
    La mujer samaritana

    El Evangelio es una palabra griega, que significa Noticias buenas, felices, alegres y gozosas, que alegran el corazón del hombre y lo hacen cantar, danzar y saltar de gozo.

    William Tyndale, el traductor pionero de la Biblia al inglés, escribió estas hermosas palabras en 1525, y las selló con una muerte de mártir.

    El escritor y teólogo Desmond Ford añadió:

    Muchos hemos intentado cumplir un deseo interior, impulsado a veces por fuerzas externas (mucha “presión religiosa”), queriendo trascender nuestra naturaleza humana y pecadora.

    Muchas veces yo mismo en el pasado he intentado hacer cosas fuera de mi alcance, y he quedado en ridículo, ante Dios, ante otras personas, y ante mí mismo. Nos inventamos la innecesaria obligación de ser como Dios.

    En consecuencia, sentimos la punzante humillación de no ser suficiente buenos, de ser inferiores y de haber perdido el control.

    No tenemos que ser buenos para ser salvos, pero sí tenemos que ser salvos para ser buenos. No se trata de quiénes somos, sino de a quién pertenecemos. ¡Cuán bueno es Dios! No hay nada que podamos hacer para que Él nos ame más, ni nada que podamos hacer para que nos ame menos.

    La paz es una profunda disposición del corazón. Es humildad, es la capacidad de renunciar a la necesidad de ser aprobados por los demás o por nosotros mismos. Esa posibilidad tiene base en la certeza que nuestros aciertos o nuestras faltas en cualquier área no afectan en absoluto el amor de Dios hacia nosotros y nuestros prójimos. La paz que viene de confiar en que Dios acepta nuestro auténtico ser es la base de nuestra capacidad para llevar el amor reconciliador de Dios a otros en los ámbitos más humildes y en las acciones más humildes y cotidianas.

    Deberíamos preguntarnos más frecuentemente sobre si estamos predicando realmente buenas noticias ¿Qué cosas estamos predicando? ¿Qué fue lo que dio éxito a esta mujer samaritana en su predicación?

    El texto dice que la mujer dejó su cántaro y salió corriendo al pueblo para evangelizar, anunciar las buenas nuevas acerca de Jesús. Una mujer, dice Slade* (112 a 116) cuya palabra no valdría nada como testimonio legal se atrevió a testificar. Una mujer vista como desgraciada se convirtió en heraldo de Dios. ¡Qué transformación más radical! (pág. 113).

    El heraldo, una función particularmente masculina en la antigüedad era el enviado del rey para proclamar alguna noticia o mensaje importante.

    Un pasaje que presenta a un heraldo del evangelio es Isaías 52.7 ¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»!

    La mujer con solo aparentemente un par de frases y seguramente su rostro y expresiones llenos de convicción logró que la gente del pueblo saliera para encontrarse con Jesús. Convenció a la gente.

    El versículo 39 dice: Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en Jesús por el testimonio que daba la mujer.

    Slade también se pregunta qué iglesia o institución de hoy en día se atrevería a elegir a una mujer como la samaritana si quisiera abrir una obra en un pueblo o ciudad. En realidad, el texto no dice que Jesús la envió a evangelizar. Ella salió corriendo, espontáneamente, sin ningún protocolo. Y sus resultados fueron extraordinarios.

    A veces Dios actúa para la conversión de muchas personas con métodos y personas que nosotros jamás elegiríamos. Aquí me pregunto qué sugerencias darían los Bautistas del Sur referente a la predicación de la mujer samaritana.

    Juan el evangelista realiza un paréntesis, con una breve capacitación de Jesús a sus discípulos, y pasando del tema del agua, ahora pasa a otra metáfora, la de la comida; un tema que parece que para los discípulos era muy importante.

    Y explica maravillosamente, algo que todos deberíamos de entender, pero muchas veces hoy no lo comprendemos:

    Salieron del pueblo y fueron a ver a Jesús. Mientras tanto, sus discípulos le insistían: —Rabí, come algo. —Yo tengo un alimento que ustedes no conocen —replicó él. «¿Le habrán traído algo de comer?», comentaban entre sí los discípulos.

    —Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—. ¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos. Porque como dice el refrán: “Uno es el que siembra y otro el que cosecha”. Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y ustedes han cosechado el fruto de ese trabajo. (vv.30-38)

    Qué tremendo mensaje. Aquí Jesús los está preparando para ver a los Samaritanos que llegarían corriendo unos segundos después. Vean, ya es tiempo de recoger “el fruto para la vida eterna”

    Slade dice: El acercamiento de la gente significaba la oportunidad de trabajar ya en la cosecha escatológica. Se acercaba la hora - ¡ya llegó! – en que los discípulos iban a participar ene el trabajo de Jesús, recogiendo personas para el Reino de Dios. Entonces, Jesús los invitó a participar en el trabajo empezado por otros. Pero ¿quiénes?...

    Hablando concretamente de aquel día en Sicar, los que trabajaron antes para la labor de segadores a los discípulos eran Jesús y la mujer… (pág. 115)

    Y allí vienen los samaritanos, y quedan con Jesús dos días y muchos creyeron en Jesús.

    “Sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo”, decían.

    Pienso que esta historia debería llamarnos la atención referente a cómo Jesús se comunica. También es importante el tema del uso de las metáforas del agua y del alimento.

    Quizá esta historia quiebre algunos de nuestros modelos de evangelización y nos invite a trabajar a veces sin tanta metodología estructurada. Veo aquí la importancia de la evangelización personal, y casi siempre ha sido así, los grandes evangelizadores de la historia de la humanidad, muchas veces fueron personas recién convertidas, de manera similar como la mujer samaritana.

    Que el Señor nos ayude a entender de forma más clara esta historia, y que entendamos que la enseñanza sistemática, basada en conocimientos teóricos de la teología, muchas veces simplemente termina en la nada, mientras el espíritu de Jesús, su motivación, su espontaneidad y sinceridad al transmitir el Mensaje, seguramente podrían lograr mucho más de lo que hemos logrado hasta ahora.

    Bendiciones y ¡hasta la próxima! 

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Jn 4.27-42 Una samaritana predica las Buenas Noticias Ilimitadas

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