Jn 3.16-21 La base de toda teología es el amor de Dios
Juan 3.16 no dice que Dios nos amó gracias a Jesús que vino al mundo; sino que Dios siempre nos amó.
11 DE JUNIO DE 2023 · 08:00

Vamos avanzando en nuestro estudio comunicacional sobre el evangelio de Juan, y llegamos al texto que posiblemente sea el más conocido en el mundo, por los cristianos en general. Es un texto clave, no solo por lo fácil que es memorizarlo, sino porque es según Slade “una joya cristalina, a la cual ningún comentarista puede añadirle nada”.
Aquí sin duda alguna lo fundamental es el tema del amor de Dios.
Algunas expresiones clave son: Dios amó, envió, creer en Jesús; no se pierda, sino que tenga vida eterna; no para condenar sino para salvar; el que cree en él vs. el que no cree; preferir la luz vs. preferir las tinieblas; aborrecer la luz vs. acercarse a la luz; hacer lo malo vs. practicar la verdad.
Hace algunas semanas escribí un artículo titulado 212 años de mucha hipocresía. Realmente, mi intención no era condenar a todos mis compatriotas paraguayos; sino presentar mi percepción acerca de las incoherencias que existen en mi país entre el discurso provida y la realidad en general. Mucha gente se enojó mucho conmigo por ese escrito y me lo hicieron saber.
Y creo que esta oportunidad de escribir me da lugar a explicar mejor mi posición. Claro que muchas iglesias están trabajando para cambiar la realidad de nuestro país. Convivimos todos los paraguayos en una sociedad donde el 88% profesa la religión Católica Romana. Los evangélicos no llegamos al 10%.
El lema de muchas iglesias “Paraguay para Cristo”, es maravilloso. Dentro de las cuatro paredes de los templos, y en las casas de muchos creyentes, Jesucristo es un invitado especial permanente en muchos hogares. Pero lamentablemente mirando afuera en general, esta no es la realidad. Mi intención era simplemente indicar que el discurso provida y pro-familia no debiera quedar en un discurso, sino llegar justamente a todos esos lugares donde no hay papá, o donde papá maltrata, golpea y mata a las mujeres, y donde los niños son abusados física y sexualmente. El amor de Dios no se muestra con marchas y pancartas. Los europeos seguramente piensan que aquí todos tenemos en Paraguay familias maravillosas, donde todo es amor y paz, pero lamentablemente nuestros deseos y proclamas no se efectivizan en la realidad cotidiana.
Pido disculpas si alguien se sintió ofendido por mis expresiones; incluso pastores me recriminaron que no se nada, que soy un ciego y miope al no ver la maravilla de la prosperidad y bondad innata del pueblo paraguayo. Bueno, cada uno tiene su punto de vista, y posiblemente soy una persona que tengo un espíritu bastante crítico, para con los demás, y -aunque usted no lo crea- también conmigo mismo.
Yendo al tema de hoy
A pesar de todo lo negativo que podamos tener los paraguayos, o lo negativo que yo puedo tener, o lo que cualquier persona en el mundo pueda tener… Dios nos ama.
Juan 3. 16 no nos dice que Dios nos amó gracias a Jesús que vino al mundo. No dice eso. Dice que Dios siempre nos amó. A veces el Antiguo Testamento pareciera decir que Dios se airó tanto, que se arrepintió de haber creado al ser humano; pero Juan nos dice que no. Posiblemente Moisés no lo explicó muy bien, a pesar del disgusto de Dios, en medio de su disgusto, nos amó aún más.
Y en ese amor eterno, decidió desde antes de crear el mundo, enviar a su único Hijo, para mostrarnos vívidamente, de manera palpable y real el amor que él nos tiene. Y lo envió, no a un pueblo maravilloso, pro vida y pro familia. Lo envió a una sociedad rebelde, una sociedad enferma y corrupta, peor que la sociedad paraguaya.
Pero a pesar de esto, Dios envió a Jesús, no para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por medio de él.
Mi intención no es condenar a la sociedad paraguaya, ni a los pastores paraguayos mucho menos. Mi intención es que Jesús sea levantado, como la serpiente en el desierto y no esas mugrientas pancartas política partidarias. Notemos, que los versículos 14 y 15, inmediatamente anteriores al 16, nos dicen vehementemente que Jesús debe ser levantado.
Y el tema del nuevo nacimiento, del agua y del espíritu, saliendo Nicodemo de escena, tiene que ver con el amor de Dios, que nos permite nacer de nuevo cuando Cristo es levantado. No puede existir nuevo nacimiento, ni tampoco conversión, no puede haber tampoco iglesia sin que Cristo sea levantado.
Los adventistas tienen un curso para sus nuevos conversos que se llama “la fe de Jesús”, que lo que tiene menos es fe, y mucho menos a Jesús. Cuando una iglesia levanta su propia estructura por encima de Jesús, no importa el título que le pongan a sus cursos de “discipulado”, sin no levantan a Jesús, no son estudios cristianos.
Y lamentablemente esto pasa en gran parte de las denominaciones, no importa el nombre que tengan. He visto que muy pocas iglesias tienen el nombre de Jesús en su identificación. Paradójicamente una de las tres sectas que más distorsiona el mensaje de la Biblia, lleva el nombre de Jesucristo, como identificación.
Jesús no ha venido solamente para los pueblos que tienen una cultura maravillosa. Jesús no viene hoy tampoco a felicitar, que maravillosos hijos que tengo, que salen a la calle a defender mi nombre con sus pancartas.
Bueno, dejemos de utilizar el lenguaje sarcástico y vamos al texto.
Slade* nos indica que para el orgullo humano es muy difícil aceptar que Dios nos ama, porque sí, porque su carácter es el amor.
Juan enfatiza que Dios ha hecho lo máximo (enviando a su Hijo único) para salvar al mundo. La voluntad de Dios para el ser humano es vida eterna. Sin embargo, nos cuesta aceptar la oferta de vida, porque tenemos miedo a la luz en la que se encuentra la vida, o hasta la odiamos… Si luz y vida van de la mano, siempre habrá personas que pierdan la luz por su afán de evitar la luz… (p. 92)
Nos cuesta también entender que la luz es Jesús, y no es una serie de cosas o una lista de cosas que debemos dejar de hacer.
Mi idea no es que ahora el 88% de los practicantes vengan, se bauticen y se congreguen en una iglesia evangélica. En lo absoluto. Pero es interesante mirar detenidamente, que en esas marchas las personas pareciera que que nunca vieron a Jesús. Bueno, esa es mi percepción, puedo estar equivocado.
Muchos insultan, gritan consignas y amenazas, escriben mensajes a personas agrediendo y maltratando. Cuán diferente a Jesús son. Muchos se creen pequeños dioses con látigos en la mano, tumbando las mesas de “los cambistas”, cosa que Jesús nunca nos mandó hacer.
La idea del texto es que Dios ama, de manera tan amplia, cosa que no podemos entender racionalmente, a todos, a cada persona que está en este mundo, no importa lo que sea que hagan o digan.
Veamos cuántas veces aparece la expresión tinieblas, de manera paralela a luz en el capítulo 3 de Juan. Dios es luz, Jesús es luz. Y las tinieblas, sí, la ideología de género es tinieblas, lo digo categóricamente, pero es igual a cualquier otra ideología que deja fuera del centro a Jesús.
Tengamos cuidado, porque los cristianos podemos estar en tinieblas sin darnos cuenta. Yo mismo corro el peligro, todo el tiempo de estar en tinieblas, si desvió mi mirada de Jesús. En su gran mayoría las ideologías siempre dejan fuera a Jesús, incluso muchas ideologías de tinte cristiano.
Terminando por hoy
- Miremos a Jesús en la cruz del Calvario siempre.
- Dios nos está mandando desde la cruz señales de vida y amor.
- Dios no mandó a Jesús al mundo para condenar al mundo.
- Dios no sabe, ni quiere, ni puede hacer otra cosa sino amar, pues en lo más íntimo de su ser es amor y lo que lo caracteriza es su bondad y compasión infinita.
- ¿Por qué rechazamos muchas veces la luz que proviene del Calvario?
- Seguir la luz es amar y conocer a Jesús, creerle, sintonizar con él, aprender a vivir siguiendo sus pasos.
- Vivamos animados y apasionados por Jesús quién es la expresión concreta del amor de Dios, la gran verdad que nos da sentido y esperanza en nuestra existencia. Es el amor el que nos salva de tantas torpezas, errores y miserias.
Resumiendo, el amor de Dios en Jesús nos salva de cualquier ideología foránea. El amor de Dios es la fuerza liberadora para los cautivos; pone luz en quiénes viven ciegos; es un regalo para quienes se sienten desgraciados.
Recomiendo ver detenidamente el video de Randal Worley Juan 3:1-21 • Tu Oscuridad o la Luz de Dios, 2a parte
Bendiciones y ¡hasta la próxima!
*Slade, Stan (2006) Comentario Bíblico Iberoamericano. Evangelio de Juan. Ediciones Kairós
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Jn 3.16-21 La base de toda teología es el amor de Dios