Ex capellán de la reina Isabel advierte sobre el rey Carlos: “El cristianismo está bajo asalto”

El antiguo capellán de la difunta reina Isabel II se pronunció sobre el multiconfesionalismo y el multiculturalismo del rey Carlos III, advirtiendo de que esas ideas podrían significar el fin de la monarquía británica.

Gavin Ashenden, quien fue capellán de Isabel durante nueve años, declaró a GB News tras el primer discurso de Navidad del rey: “Creo que si continúa este lento movimiento hacia el multiculturalismo y el multiconfesionalismo, perderemos la monarquía porque, al final, no creo que sea fiel a sí misma”.

Carlos sucedió en el trono tras la muerte de la reina el pasado 8 de septiembre.

“El problema es que es un poco como ver hundirse lentamente un barco maravilloso que tiene el casco por debajo de la línea de flotación, y en algún momento lo que quieres hacer es impedir que se hunda y asegurarte de que flote”, dijo Ashenden al medio británico. “Y no creo que la monarquía pueda flotar si se convierte en una monarquía multicultural y multiconfesional”.

“Lo que estamos viendo es un cambio gradual muy lento de ser una monarquía cristiana a una monarquía multiconfesional”, dijo el ex capellán.

“El problema es que o eres defensor de la fe o no lo eres”, señaló, en referencia al juramento que cada monarca británico debe prestar públicamente, prometiendo mantener en el Reino Unido la religión Protestante Reformada.

Entre las preguntas que hará al rey el arzobispo de la Iglesia de Inglaterra al prestar juramento en su coronación en mayo:

“¿Mantendréis hasta el límite de vuestras fuerzas las leyes de Dios y la verdadera profesión del Evangelio? ¿Mantendréis en el Reino Unido, hasta el límite de vuestras fuerzas, la religión protestante reformada establecida por la ley? ¿Mantendréis y preservaréis inviolablemente el asentamiento de la Iglesia de Inglaterra, así como la doctrina, el culto, la disciplina y el gobierno de la misma, tal como han sido establecidos por ley en Inglaterra? Y preservaréis para los Obispos y el Clero de Inglaterra, y para las Iglesias allí encomendadas a su cargo, todos los derechos y privilegios que por ley les corresponden o les corresponderán a ellos o a cualquiera de ellos”.

En su coronación en 1953, Isabel respondió: “Prometo hacer todo esto”.   

El Rey es el Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra. El Rey nombra arzobispos, obispos y decanos de catedrales por consejo del Primer Ministro.

Ashenden reconoció cómo el cristianismo en Inglaterra está siendo cada vez más expulsado de la plaza pública.

“El cristianismo sufre creencias muy distintivas y opuestas a muchas otras visiones del mundo, en particular sobre la sexualidad y el valor del individuo”, declaró a GB News.

“El problema que sufrimos en este momento es que el cristianismo está bajo asalto”, dijo Ashenden. “La pregunta es: ¿qué hace un rey cristiano al respecto? ¿Salva al cristianismo un rey cristiano? ¿Se convierte en defensor de la fe, lo cual es realmente su título? O, como ha hecho Carlos con un juego de manos, dice: ‘No, soy... defensor de todas las creencias, lo que significa que no tengo que defender al cristianismo’”.

“Si no defiende al cristianismo hoy, lo perderemos de este país”, añadió Ashenden. También mencionó el caso de Isabel Vaughan-Spruce, que fue detenida mientras oraba en una vía pública cerca de un centro abortista en el Reino Unido.

“El problema al que nos enfrentamos es un grave conflicto de valores, y no puede haber solución diciendo simplemente: ‘¿Sabéis qué? Todos los valores son iguales, hagamos como si todo fuera bonito’”, dijo. “No creo que lo bonito sirva”.

“Hay dos maneras de hacer monarquía”, explicó el ex capellán, “una es la versión amable. Y la otra es la versión realista. Recomiendo la versión realista de ser un monarca cristiano, y defender las creencias cristianas antes de que el cristianismo sea expulsado completamente de la plaza pública”.

Ashenden dejó su puesto como capellán de la reina después de ser confrontado por funcionarios por hablar en contra de las oraciones cantadas del Corán durante un servicio de Epifanía en la Catedral de Santa María, informó Independent UK.

La lectura formaba parte de un esfuerzo por mejorar las relaciones interreligiosas en la ciudad de Glasgow. Sin embargo, Ashenden calificó la lectura de “blasfemia” y “ofensa grave” porque negaba la deidad de Jesucristo. 

En un reciente artículo de opinión, el ex capellán escribió que, si Carlos no defiende la fe cristiana histórica “que concibió, definió y sostuvo al concepto de la monarquía, puede haber sembrado las semillas para la destrucción de la Casa de Windsor”.