La Federación Alianza Evangélica Costarricense (FAEC) solicitó este martes al presidente de la República Carlos Alvarado, entre otros aspectos, que se autorice abrir las congregaciones en todo el territorio nacional, al margen de que estén ubicadas en zona de alerta amarilla o naranja.

Mediante un escueto video, el gobierno anunció por su parte la reunión con los líderes evangélicos.

“Por medio de su presidente, Roberto Vega, nos han planteado, al presidente de la República y al ministro de Salud y a mí, una serie de solicitudes para poder incrementar la actividad religiosa, el Gobierno ha recibido su planteamiento y ha solicitado al ministro de Salud que la valore para darle una respuesta adecuada”, dijo el ministro de la Presidencia, Marcelo Prieto.

El presidente de la FAEC don Rigoberto Vega lo confirmó a periodicomaranata.com Vega expresó que al mandatario se le entregó un pliego de peticiones donde en forma general se pretende, que la comunidad cristiana pueda realizar todos los servicios de culto que sean necesarios, albergando en cada reunión la cantidad de personas que el recinto tenga capacidad, según el distanciamiento de 1.80 metros, recomendado por el Ministerio de Salud.

La solicitud de los evangélicos se hizo en vista de que por el momento la capacidad máxima de personas en lugares de culto está restringida a un máximo de 75 asistentes con el fin de evitar contagios por el Covid-19.

Piden al Gobierno les permita adorar a Dios con libertad

Periódico Maranata informó además que la FAEC pidió también, que se valide y respete un punto del protocolo aprobado por el Ministerio de Salud el pasado 15 de mayo, que dice literalmente “podrá haber acompañamiento musical durante el espacio de reflexión; oración, meditación y adoración a través de un grupo musical que cumpla con las normas de distanciamiento (1 metro y 80 centímetros el uno del otro) e higiene respectivos en la plataforma”.

La Alianza Evangélica instó al presidente Alvarado, que se le permita a los creyentes adorar a Dios con libertad, obviamente utilizando la respectiva mascarilla, para evitar la propagación de gotas de saliva.

Entre los puntos de la misiva, se señala que tanto al que dirige el culto, como al predicador, no se le exija la mascarilla o tapaboca, guardando eso si la distancia entre la plataforma y la primera fila, tal como se había aprobado en el protocolo original.