Los evangélicos y la farsa electoral venezolana
Líderes ‘cristianos’ sentados en una misma mesa ‘religiosa’ con los invocantes del diablo para trazar un plan de acción parlamentario.
27 DE AGOSTO DE 2020 · 11:00

Saludos apreciado Fílos:
Agradezco a Dios por tu vida y por la tecnología que nos permite comunicarnos de manera rápida, para poder responderte oportunamente acerca de esta nueva farsa que han dado por llamar «elecciones parlamentarias», específicamente en lo referente a la participación de algunos cristianos evangélicos venezolanos. Te confieso que me asombró que la Conferencia Episcopal Venezolana emitiera un comunicado muy ambiguo respecto a las parlamentarias por la posición contraria al régimen que venían mostrando, por lo cual no vale la pena ni hablar del mismo.
Si es cierto que este año tocaba celebrar elecciones para renovar los integrantes de la Asamblea Nacional (AN), no es menos cierto que jamás se hizo el cambio de la directiva del ente electoral como demanda la Constitución Nacional de Venezuela; lo que se hizo fue una vil estafa al pueblo designando la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) a través del ilegal Tribunal Supremo de Justicia; entes que inmediatamente se dedicaron a robarse las tarjetas de los principales partidos opositores utilizando artilugios legales.
Como siempre las principales organizaciones cristianas del país, salvo honrosas excepciones, no han dicho ni tan siquiera ‘esta boca es mía’. El que calla se hace cómplice por omisión. ¿Qué dirá el Señor al respecto?, cuando la sal no sala y la luz no ilumina como debe, ¿de esta manera cómo se sale de una crisis como la venezolana?
Mientras el pastor Javier Bertucci y su partido ‘Esperanza por el cambio’ avalan esta fraudulenta maniobra electoral y el plagio de los tarjetones que le han hecho a los partidos opositores; contrasta la posición del partido ‘Nueva visión para mi país’ (Nuvipa) fundado por cristianos, quien emitió un comunicado rechazando la farsa electoral, obteniendo como respuesta del régimen a través de su írrito CNE la imposición de Humberto Padilla como presidente de esta tolda política con fundamentos cristianos.
Te aclaro un poco Fílos. Humberto Padilla dejó de ser presidente de Nuvipa en 2017, actualmente la preside Luis Rivas; es decir, el ‘hermanito’ Padilla vendió su primogenitura al régimen por un plato de lentejas y aceptó esta impía maniobra en contra de sus hermanos que en otro tiempo compartieron con él labores políticas en Nuvipa. Parece que Humberto Padilla, un cristiano de años, olvidó lo que dice la Biblia en 1ª Corintios 6:1-8. Muy vergonzosa la actitud de Padilla, ¿no lo crees, amigo?
Pero los malos testimonios y hechos vergonzosos de los que se suponen son «sal y luz del mundo» no terminan aquí, apreciado Fílos, el estercolero comunista de Maduro ha revolcado tras sí a muchos otros que se hacen llamar ‘cristianos’.
¿Recuerdas a los integrantes del chavista Movimiento Cristiano Evangélico por Venezuela (MOCEV) que desde diciembre pasado salieron a la palestra pública erigiéndose como «representantes de más de 17.000 pastores e iglesias»?, pues te cuento que luego de participar en la conformación del socialista Consejo Nacional Interreligioso (CNI), donde hacen vida con cualquier cantidad de brujos, paleros, babalaos y santeros denominados ‘religiones ancestrales’, ahora se aprestan a participar como candidatos a diputados en este bochornoso proceso electoral del próximo 6 de diciembre.
¿Te imaginas Fílos? Pastores y líderes cristianos que no solo han apostatado al apoyar un régimen comunista ateo y asesino de inocentes, sino que ahora se unen con los hijos de las tinieblas para «juntos», «porque los religiosos tenemos derecho a las Asamblea Nacional», como dice su eslogan electoral, aspirar a varias curules en la AN.
¡Dios santo!, no me quiero imaginar a líderes ‘cristianos’ sentados en una misma mesa «religiosa» con los invocantes del diablo para trazar un plan de acción parlamentario. «¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas»?, preguntó el apóstol Pablo a los cristianos de Corinto, quienes se quedaron en pañales frente al desparpajo del ‘hermanito’ Moisés García y el resto de los tarifados integrantes del MOCEV.
«Moises Garcia Duarte (así, sin acentos). Estado Aragua. Circuito 2. Líderes religiosos», dice el boceto publicitario electoral del presidente de MOCEV, con el logo del Consejo Nacional Interreligioso, el mismo CNI que postula por otros estados a los siervos del diablo (brujos, paleros, babalaos y santeros: ‘ancestrales’). Como diría Chávez, querido Fílos, estos son los ‘candidatos majunches’ (El DRAE registra la palabra «majunche» como un venezolanismo de uso coloquial, definido como «De calidad inferior, deslucido, mediocre»). Tan mediocres que no saben acentuar sus nombres y apellidos en su publicidad electoral.
Por cierto, y para no dejar nada por fuera, te comento que esta vergonzosa y farsante Asamblea Nacional que quede designada a dedo/voto del CNE ilegal, «hará cesar el funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente» ilegalmente electa, según declaró el también ilegal Nicolás Maduro Moros. ¡El Eterno se apiade de nosotros, amigo Fílos! Luego preguntan por qué la salida para Venezuela va a ser a través de fuerzas internacionales.
Como siempre, te dejo un pasaje bíblico para que medites respecto a la epístola que te he escrito, amado Fílos, y ojalá la vean Bertucci, Moisés García y todos los ‘evangélicos’ que participarán de la farsa electoral del 6 de diciembre:
“No se unan con los incrédulos en un yugo desigual. Pues ¿qué tiene en común la justicia con la injusticia? ¿O qué relación puede haber entre la luz y las tinieblas? ¿Y qué concordia tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? ¡Ustedes son el templo del Dios viviente!...” (2ª Corintios 6:14-16).
Un abrazo desde el exilio a ti y a tu amada familia, el Señor les fortalezca para lo que aún tienen que ver y vivir en Venezuela antes de la definitiva liberación.
De tu hermano y amigo.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Epístola de Isacar - Los evangélicos y la farsa electoral venezolana