El Cristo sublime
Muchas facetas adornaban la persona de Cristo.
28 DE MAYO DE 2020 · 08:00

De 1956 a 1960 estuve publicando en Tánger, Marruecos, una revista mensual con el título Luz y Verdad. La recibían en España creyentes de todas las denominaciones evangélicas.
Llegó a ser muy querida porque en aquellos años de intolerancia religiosa era el único medio escrito que circulaba en el país. Dejé de publicarla para dar paso al periódico La Verdad y años después a Restauración.
Estos días he estado repasando volúmenes que tengo encuadernados y he vuelto a leer el texto que aquí ofrezco. Lo doy a conocer a los lectores de Evangélico Digital porque me parece un bonito poema sobre las muchas facetas que adornaban la persona de Cristo.
- Al artista es el del todo creador.
- Al arquitecto es la piedra principal del ángulo.
- Al panadero es el Pan de vida.
- Al banquero es el Tesoro escondido.
- Al biólogo es la Vida.
- Al constructor es el Fundamento seguro, la roca firme.
- Al carpintero es la Puerta.
- Al doctor es el Gran Médico.
- Al educador es el Gran Maestro.
- Al ingeniero es el Camino Nuevo y Vivo.
- Al agricultor es el Sembrador y el Señor de la mies.
- Al botánico es la Rosa de Sarón y el Lirio de los Valles.
- Al geólogo es la Roca de la Eternidad.
- Al horticultor es la Vid Verdadera.
- Al juez es el Juez justo, el Juez de todos los tiempos.
- Al joyero es la Perla de gran precio.
- Al abogado es el Consejero, el Dador de la Ley.
- Al periodista es Buenas Nuevas de gran gozo.
- Al filósofo es la Sabiduría y el Logos de Dios.
- Al filántropo es el Don Inefable.
- Al predicador es la Palabra de Dios.
- Al escultor es la Piedra Viva.
- Al siervo es el Buen Amo.
- Al estadista es el Deseado de todas las Naciones.
- Al estudiante es la Verdad Encarnada.
- Al teólogo es el Autor y Consumador de la fe.
- Al trabajador es el Dador del descanso.
- Al pecador es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
- Al cristiano es el Hijo del Dios viviente; el Salvador, Redentor y Señor.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Enfoque - El Cristo sublime