2ª venida, milenio y tribulación: posturas

Un análisis de la escatología (últimos tiempos) a la luz de la Biblia.

29 DE AGOSTO DE 2021 · 08:00

Mr Xerty, Unsplash,camino mar
Mr Xerty, Unsplash

En temas escatológicos, es decir relacionados con los últimos tiempos, la sana doctrina afirma la segunda venida de Cristo con poder y gloria para juzgar tanto a quienes hayan muerto como a quienes se encuentren vivos y la resurrección final de los creyentes con miras a establecer su reino de justicia, paz y alegría plenas aquí en la tierra por toda la eternidad, como el dogma cristiano compartido por todas las ramas de la cristiandad a lo largo de la historia.

Así nos lo recuerdan el credo apostólico y el niceno, por igual: “Fue crucificado, muerto y sepultado; Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó entre los muertos; Subió al cielo; Y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; Y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos” (Credo Apostólico); “Padeció y fue sepultado, Resucitó al tercer día según las Escrituras, Ascendió a los cielos, Y está sentado a la diestra del Padre, Y vendrá otra vez con gloria, A juzgar a los vivos y a los muertos, Cuyo Reino no tendrá fin” (Credo Niceno).

Así, pues, todo lo que pueda decirse sobre eventos tan específicos y puntuales como la tribulación y el milenio no deja de ser opinión teológica más o menos calificada suscrita indistintamente por uno u otro grupo o denominación cristiana en particular. Sea como fuere, existen tres posturas vigentes alrededor de estos asuntos que es oportuno definir bien antes de abordarlas.

 

El milenio

Comencemos, entonces, con el milenio, noción que, como su nombre lo indica, se define específicamente como un periodo de mil años tal como aparece en el libro de Apocalipsis en la visión del apóstol Juan: “Vi además a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Sujetó al dragón, a aquella serpiente antigua que es el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. Lo arrojó al abismo, lo encerró y tapó la salida para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después habrá de ser soltado por algún tiempo. Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar. Vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años. Ésta es la primera resurrección; los demás muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años. Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:1-6).

Así, pues, podemos definir este término como un periodo intermedio de mil años entre la era actual y el establecimiento definitivo del reino de Dios en la tierra, caracterizado por ser una edad de oro en que imperarán la justicia, la paz, y la alegría y fraternidad entre los hombres. En relación con él surgen entonces las siguientes posturas:

  • Posmilenialismo (después del milenio): Postura que afirma el cumplimiento literal hacia el final de la historia de ese periodo concluyente de la misma que llamamos “milenio” y que ubica la segunda venida de Cristo inmediatamente después de este periodo. En este punto de vista el cumplimiento literal del milenio estaría a cargo de la iglesia reinando con Cristo, entendida esta preposición como obrando con su poder y en representación suya, siguiendo eficazmente su guía espiritual antes de su regreso visible y glorioso.
  • Amilenialismo (sin milenio): Postura que niega la realidad o el cumplimiento literal del milenio más allá de simbolizar meramente la era actual de la iglesia iniciada en Pentecostés y que concluirá con el regreso o la segunda venida de Cristo en gloria para ejecutar sus juicios e inaugurar su reino eterno sobre la Tierra. Así, pues, los posmilenialistas asumen una actitud optimista por la cual creen que la iglesia logrará llevar a feliz y pleno cumplimiento prácticamente todas las promesas bíblicas relativas al reino de Dios en la tierra, estableciendo la anhelada edad de oro de justicia, paz y alegría antes del regreso de Cristo, quien al regresar únicamente pondría el puntillazo final a la labor desarrollada por la iglesia; mientras que en su interpretación meramente simbólica del milenio los amilenialistas abandonan este subido optimismo y afirman que las promesas del reino únicamente se cumplirán con el regreso o la segunda venida del Señor Jesucristo. Pero nos resta una postura más.
  • Premilenialismo (antes del milenio): Postura que, al igual que el posmilenialismo afirma la realidad y el cumplimiento literal hacia el fin de la historia de ese periodo concluyente de la misma que llamamos “milenio”, pero que a diferencia del posmilenialismo ubica la segunda venida de Cristo inmediatamente antes de este periodo. El cumplimiento literal del milenio correría, entonces, por cuenta de Jesucristo gobernando de manera visible y gloriosa aquí en la tierra durante un periodo de mil años en que la influencia de Satanás sería por completo neutralizada, antes de ser categóricamente derrotado y arrojado finalmente al lago de fuego y azufre e inaugurar con este juicio (conocido popularmente como “el juicio final”) la eternidad gloriosa y definitiva del reino de Dios en la tierra.

 

La Gran Tribulación

Por cuestión de espacio, la gran tribulación se considerará aquí en el marco de la postura premilenialista. Así que, definamos antes que nada lo que se conoce en teología más exactamente como la Gran Tribulación.

La base bíblica para esta doctrina se encuentra en los evangelios en boca del Señor Jesucristo: “Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre… Porque habrá una gran tribulación, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás… porque serán días de tribulación como no la ha habido desde el principio, cuando Dios creó el mundo, ni la habrá jamás” (Mateo 24:9, 21; Marcos 13:19).

Como su nombre lo indica la Gran Tribulación es un periodo de tribulación futura profetizado en la Biblia, cuya crudeza no ha sido nunca antes igualada ni conocida en la historia de la humanidad hasta el día de hoy y que afectará al mundo en su totalidad, incluyendo al pueblo de Dios en mayor o menor medida, ya sea en cabeza del pueblo judío o de la iglesia indistintamente, considerados de manera separada o unida, dependiendo de la postura asumida.

El gobierno del anticristo se ubica con especialidad en este periodo, siendo este siniestro personaje el encargado de perseguir e infligir todo tipo de males sobre el pueblo de Dios.

El tiempo de duración de este periodo se suele circunscribir a siete años apoyado en interpretaciones bíblicas de numerosos pasajes que no viene al caso considerar tampoco aquí para que los no conocedores no pierdan el punto.

 

La segunda venida

En fin, en el esquema premilenialista, sobresale un evento relacionado con la tribulación y la segunda venida de Cristo designado como el rapto o el arrebatamiento.

Acontecimiento futuro que en esta perspectiva consiste en que la segunda venida de Cristo se da en dos etapas: Una primera etapa invisible en la cual Cristo arrebataría o tomaría consigo a la iglesia entendida como todos los que creen y han creído en él a lo largo de la historia para encontrarse con Él en las nubes, suceso que tendría lugar antes de su regreso visible y glorioso para instaurar su reinado milenial en la tierra.

La principal base bíblica para esto es la siguiente: “Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza. ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él. Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre” (1 Tesalonicenses 4:13-17).

Dependiendo de donde se ubique cronológicamente este acontecimiento, los premilenialistas se dividen en:

  • Pretribulacionistas: Quienes creen que el arrebatamiento tendrá lugar inmediatamente antes del inicio de la Gran Tribulación
  • Mesotribulacionistas: Quienes creen que el arrebatamiento tendrá lugar en la mitad de la Gran Tribulación.
  • Postribulacionistas: Quienes creen que el arrebatamiento tendrá lugar al final de la Gran Tribulación, coincidiendo prácticamente con la segunda venida visible y gloriosa del Señor Jesucristo.

Tenemos así definidos de manera breve y puntual los conceptos teológicos involucrados en el debate, cuyas implicaciones prácticas útiles para la vida cristiana son las que vamos a mirar en el artículo de la próxima semana.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - 2ª venida, milenio y tribulación: posturas