La seducción del error

Si la iglesia de Corinto toleró el error en el siglo I ¿cuánto más la de nuestro tiempo del fin?

    14 DE ABRIL DE 2024 · 08:00

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    cdd20, Unsplash

    Pablo exhortó a los corintios a cuidarse de la seducción del error que traen los falsos espíritus y evangelios diferentes por el peligro que representan para la salud espiritual de la Iglesia; si la Iglesia de Corinto toleraba el error durante el primer siglo, ¿cuánto más la de nuestro tiempo que es la Iglesia del fin? Tiempo de la iglesia de Laodicea, la de la frialdad, apostasía y grandes peligros por la creciente falsa doctrina y herejías a montón.

    En su segunda carta a la iglesia de Corinto, el apóstol Pablo les escribe alarmado: «Porque les celo con celo de Dios, pues les he desposado con un solo marido para presentarlos como una virgen pura a Cristo. Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, de alguna manera los pensamientos de ustedes se hayan extraviado de la sencillez y la pureza que deben a Cristo.  Porque si alguien viene predicando a otro Jesús al cual no hemos predicado, o si reciben un espíritu diferente que no habían recibido o un evangelio diferente que no habían aceptado, ¡qué bien lo toleran!» (2:2-4).

    Antes que nada, debemos saber que hemos sido desposados con un solo esposo; estamos comprometidos (con fecha de boda) con Cristo, y así como el novio judío iba a preparar la morada para venir a buscar a la novia y consumar la boda, el Señor lo está haciendo en el cielo (Juan 14:1-3) y pronto viene por su novia; por lo que no debemos ser infieles a Él por causa del mundo y la liviandad doctrinal.

    Cualquier tolerancia al error es infidelidad al esposo, y Pablo, cual padre espiritual, cela a la desposada del error (liviandad, falsos ministros, espíritus de error y evangelios falsos).

     

    El temor de Pablo...

    1.- Pablo temía que la Iglesia fuera engañada por el diablo

    En este pasaje engañar, del griego ‘exapatoo’, significa ‘seducir completamente’. Lo que realmente hizo Satanás con Eva en el Edén.

    Satanás probablemente usó la misma astucia con que engañó a los ángeles en el cielo para seducir a Eva y hacerla caer, y esta a Adán (Génesis 3:1-13). Ella fue engañada y tentada: seducida completamente. El enemigo torció lo que Dios les dijo, transformando la verdad en error. «No morirán. Dios bien sabe que el día que ustedes coman de él [del fruto del árbol prohibido], se les abrirán los ojos, y serán como Dios, conocedores del bien y del mal»; esta es una verdad manipulada, y toda media verdad se convierte en error.

    La seducción diabólica le abrió los sentidos y la mente a Eva hacia lo malo, así como sucede hoy con muchos falsos ministros, eso es lo que tanto temía el apóstol Pablo le sucediera a los discípulos de Corinto.

    «La mujer vio que el árbol era bueno para comer, apetecible a los ojos, y codiciable para alcanzar la sabiduría. Tomó entonces uno de sus frutos, y lo comió; y le dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió. En ese instante se les abrieron los ojos a los dos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos».

    Eso es exactamente lo que hace el diablo con aquellos que se dejan seducir, tuercen o manipulan la verdad convirtiéndola en error, eso los mata espiritualmente y mata a quienes les escuchan y obedecen, al igual que con Adán y Eva. «Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan», le advirtió Pablo a su discípulo Timoteo (1ª Timoteo 4:16); al igual que nos advierte a nosotros hoy.

    Cuando Dios les increpó por haber desobedecido, la mujer contestó: «La serpiente me engañó, y yo comí». Eva ya estaba en pleno conocimiento del mal cometido por causa de la seducción del diablo al engañarla con el error, que ya le había causado la muerte espiritual a la primera pareja.

    Hay muchas maneras de engañar sutilmente usando las propias Escrituras de forma incorrecta, al sacar un texto de su contexto; al torcer y manipular su significado real, que es lo que Satanás intentó hacer nada más y nada menos que con el Hijo de Dios durante su ayuno en el desierto (Mateo 4:3-7). En especial cuando aplicamos un pasaje bíblico fuera de la revelación, de los pactos y los tiempos. Ningún texto bíblico contradice otra porción de las Escrituras, la Palabra de Dios es perfecta y eterna.

     

    2.- Pablo temía que la Iglesia fuera apartada de la sincera fidelidad a Cristo.

    El apóstol sabía muy bien que el diablo primero engaña y luego aparta (desvía, corrompe). Satanás sedujo y engañó a Eva y luego la apartó de la voluntad de Dios con sus argumentos contrarios al Señor. Por eso les escribió: «los pensamientos de ustedes se hayan extraviado de la sencillez y la pureza que deben a Cristo».

    Aquí ‘extraviar’ significa apartarse por influencias morales, depravarse: corromperse, viciarse (de la pureza y fidelidad a Cristo).

    Podemos parafrasear 2ª a los Corintios 2:3, de la siguiente manera: «Pero me temo que, así como la serpiente sedujo completamente a Eva con su astucia, así también la percepción mental que nos hace entender el propósito y produce la disposición intelectual de ustedes sean de alguna manera corrompidos y desviados de la sincera fidelidad a Cristo».

    Satanás al seducirnos completamente a través del error (cuando el engaño es consumado), afecta nuestra percepción espiritual y conducta, es decir:

    • Bloquea nuestra mente con argumentos contra Dios que crean fortalezas en nosotros.

    • Ya no captamos o prestamos atención al Espíritu Santo, por lo que no podemos entender su voluntad para nosotros.

    • Al dejar de entender su voluntad nos aleja de nuestro propósito.

    • Frena o retarda nuestra disposición para obedecer al Señor.

    • Dejamos de ser fieles y sinceros en nuestro andar en Cristo.

     

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    En nuestro próximo artículo, Dios mediante, desarrollaremos lo referente a los instrumentos de seducción a través del error.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - La seducción del error

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