Eutanasia por ser pobre en Canadá

La verdad es que las acciones del gobierno del primer ministro canadiense, Justin Pierre James Trudeau, no deja de asombrarnos por lo perversas e inhumanas. Desde el aborto y pasando por la eutanasia, la vida tiene poco valor para ellos. La liberalidad con la que se vive en Canadá contraría a lo establecido por Dios en la Biblia, mandamiento como «no matarás» carece de valor, pues lo violan permanentemente.

La semana pasada un titular periodístico nos asombró por su dantesco contenido: «Canadá anuncia la eutanasia para pobres: el gobierno de Trudeau eliminará legalmente a quienes considere una carga para la sociedad». Ya no se conforman con aplicar el suicidio legal (eutanasia) a quien desee terminar con su vida, sino que ahora ‘asesinarán legalmente’ a los pobres e indigentes, como si el infortunio y la pobreza no fuera suficiente calamidad como para terminar con ellos.

Al principio, la eutanasia estaba destinada a los enfermos terminales, luego a los enfermos mentales, y ahora promueve la muerte de aquellos «demasiado pobres para seguir viviendo con dignidad». sugiere que la clase baja simplemente se suicide, y que los contribuyentes canadienses financien esos suicidios.

Esta malvada legislación está animando a los más vulnerables de la población a acabar con sus vidas, lo cual es completamente diabólico.

En vez de ayudar a los pobres y menesterosos los quieren eliminar; acaso olvidan que la mala gestión del gobierno fue la que provocó la actual recesión económica, y ahora piden a las víctimas de su incompetencia que abandonen este mundo. ¡Qué barbaridad!

Dios ordena ayudar a los pobres y menesterosos, Él estableció en las Sagradas Escrituras beneficios muy puntuales para auxiliar a los pobres, no para acabar con ellos o sugerirles que se suiciden. Jesucristo ayudó a los pobres y siempre estuvo dispuesto a sanarlos, salvarlos y alimentarlos.

La pobreza es un desequilibrio social agravado por las malas políticas y la mezquindad de los ricos y pudientes del mundo, no conforme con ello ahora gobiernos alineados con el satánico Nuevo Orden Mundial, como el de Trudeau, promueven la eutanasia entre los más desposeídos.

Los gobiernos están en la obligación de sacar a la gente de la pobreza, para eso manejan la economía y las finanzas del Estado, no para asesinarlos, esta decisión del gobierno canadiense es el colmo de la perversión humana.

Esta moderna aplicación de la eugenesia, la misma que instauró Adolf Hitler en su tiempo, es la que Canadá con Trudeau al frente quiere establecer. Qué absurdo que el gobierno que está llamado a ayudar y socorrer a su población, principalmente aquella que no se puede valer por sí misma debido a su precaria situación económica, sea el que use sus recursos para pagar los suicidios de su gente.

Ante los ojos de Dios todos los seres humanos somos iguales, la posición social y la riqueza solo hacen una mezquina distinción exterior, porque todos los seres enferman y mueren por igual, tengan dinero o no. El Señor ordena que quien tiene dinero ayude al pobre y al indigente, nunca que lo mate.

«Cuando en alguna de tus ciudades, en la tierra que el Señor tu Dios te da, alguno de tus compatriotas se encuentre necesitado, no endurezcas tu corazón ni aprietes el puño para no ayudar a tu compatriota pobre. Al contrario, abre tu mano con generosidad y préstale lo que le haga falta... En tu tierra nunca faltarán menesterosos; por eso yo te ordeno que abras tu mano y ayudes en tu tierra a tus compatriotas, y a los pobres y necesitados» (Deuteronomio 15:7-8,11).

Sería bueno que Justin Trudeau y los demás canadienses que están de acuerdo con ‘eliminar a los pobres’ por medio de esta ‘eutanasia social’ respondieran a la siguiente pregunta: ¿A qué nivel es considerado alguien «demasiado pobre para seguir viviendo con dignidad» en Canadá?

Definitivamente se está cumpliendo totalmente lo predicho por nuestro Señor para estos tiempos del fin: «por haberse multiplicado la maldad, se enfriará el amor de muchos» (Mateo 24:12).