Consecuencias de los pecados medioambientales
Dios advirtió al hombre las consecuencias de desobedecerle, entre ellas que "la tierra sería maldita por su causa".
02 DE FEBRERO DE 2020 · 08:00

Como reseñamos la pasada entrega, Dios conoce la historia antes de que sea escrita, es por esta razón que gran parte de las Sagradas Escrituras son de carácter profético, ya que el carácter del Señor no es el de dar sorpresas, Él siempre ha querido que conozcamos el futuro para que nos preparemos, busquemos su rostro y vivamos siempre preparados para nuestro encuentro con Él en la eternidad.
En ese sentido, podemos entender que, así como Dios le advirtió al hombre las consecuencias de desobedecerle, entre ellas que «la tierra sería maldita por su causa» (Génesis 3:17-18); también nos advirtió hasta dónde afectaría a nuestro planeta el pecado del hombre. Es así como los profetas del Antiguo Testamento, el propio Jesús y luego los apóstoles profetizaron lo que hoy en pleno siglo 21 de la era cristiana está más que claro y es irreversible: la hecatombe medioambiental.
Jesucristo nos anticipó: «Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerras; pero no se angustien, porque es necesario que todo esto suceda; pero aún no será el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, habrá impresionantes terremotos, y hambre y pestilencias en diferentes lugares; también sucederán cosas espantosas y habrá grandes señales del cielo. Todo esto será solo el comienzo de los dolores» (Mateo 24:6-8; Lucas 21:11), todo esto previo a los días del fin; es decir, los nuestros.
La Biblia anuncia que en los tiempos del fin «el sol quemará con fuego a la gente» (Apocalipsis 16:8); lo que actualmente estamos experimentando con el calentamiento global es el inicio de ese tiempo cuando el calor terminará por desajustar al planeta. Si hoy vemos un clima “apocalíptico” en Australia: grandes incendios, inundaciones, tormentas eléctricas y de polvo, y granizo del tamaño de pelotas de golf; así como grandes catástrofes climáticas en diferentes partes del mundo, ni nos imaginamos lo que sucederá cuando el Apocalipsis esté en pleno cumplimiento.
La NASA catalogó el 2019 «como el segundo año más caluroso desde el siglo XIX», donde las temperaturas de la superficie de la Tierra fueron las segundas más altas desde que se iniciaron los registros en 1880 hechos entre la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en EEUU). La agencia publicó un impresionante video que muestra la evolución de las temperaturas en nuestro planeta.
Según los científicos, los océanos se calientan a la misma tasa que si cinco bombas de Hiroshima se arrojaran cada segundo, esto es una alarmante alerta del cumplimiento profético bíblico.
Por otro lado, la tierra no ha dejado de temblar y los terremotos cada vez son más poderosos, y a decir de los expertos sismólogos: estamos por experimentar terremotos nunca antes vistos en toda la historia de la humanidad, los cuales pueden llegar a cambiar hasta la geografía de naciones enteras.
Otra de las catastróficas señales se presenta con la masiva erupción de volcanes. En la actualidad hay 26 volcanes con intensa actividad en el mundo, de estos, los siguientes cinco son los de mayor actividad: el volcán Popocateptl, en México; Taal, en Filipinas; Shishaldin, en Alaska; el Reventador, en Ecuador; y Suwanosejima, en Japón.
Si hablamos del tema de las pestes y enfermedades, estas se multiplican a pasos acelerados. Ya no solo es el sida, cáncer, ébola, entre otras; ahora apareció el coronavirus, que en menos de un mes ha contagiado a miles y matado a decenas de personas bajo la amenaza de convertirse en una pandemia. Y no sabemos cuántas enfermedades y virus más aparecerán en los próximos meses o años.
Ante estos hechos previos al fin, profetizados por Dios y confirmados por la naturaleza, a cualquier persona medianamente inteligente y sensata le sería suficiente para asegurarse que lo anticipado por la Biblia es la verdad y que el resto de su cumplimiento es inminente, más cuando se está haciendo muy poco por dejar de cometer los pecados medioambientales que siguen maldiciendo a la Tierra a pasos acelerados.
En la tercera y última parte, abordaremos la única salida prevista por Dios ante la catástrofe global inminente, así como el papel de la Iglesia de Cristo en ella...
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - Consecuencias de los pecados medioambientales