Descubriendo mi potencial

Mientras haya vida, hay esperanza, por eso decide vivir un día a la vez, pero también hazlo con pasión, fuerza y positivismo.

    24 DE OCTUBRE DE 2018 · 12:00

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    Siempre me ha llamado la atención la huella dactilar en el dedo pulgar o el índice. Esa es nuestra marca personal, es la impresión visible que nos diferencia de los millones de personas que habitan en el mundo.

    Somos originales en nuestro diseño y eso es realmente maravilloso, cuando logramos conectarnos con nuestra esencia nos damos cuenta que somos imparables, irrepetibles  y únicos.

    De la misma forma dentro de nosotros habita una gran fuerza que debemos descubrir, conocer y desarrollar, a esto le llamo: potencial, el cual encierra todas las virtudes y fortalezas que nos diferencian de los demás.

    Todos nosotros lo tenemos, sin embargo, muy pocos logran conocerlo y llevarlo a otro nivel, ¿por qué? He llegado a la conclusión de que muchas veces no creemos en nosotros mismos, nos conocemos poco, nos menospreciamos y vamos por la vida tratando de imitar a alguien más, en lugar de ser nuestra mejor versión, poco nos dedicamos realmente a descubrirnos como personas y a desarrollar un objetivo propio en la vida.

    Debemos tener claro que no se trata de hacer muchas cosas. Sin duda, para desarrollar nuestro potencial debemos enfocarnos y concentrarnos en una meta principal, donde dirijamos nuestro tiempo y esfuerzo veremos resultados.

    En medio de un mundo que va tan rápido, debemos bajar la velocidad y tomar un tiempo para encontrarnos con Dios y con nosotros mismos, para ver más, debemos mirar primero hacia dentro.

    Si queremos descubrir nuestro potencial debemos viajar al interior  y hacernos las siguientes preguntas: ¿quién soy?, ¿en qué soy bueno?, ¿cuál es mi inteligencia dominante?, ¿qué cosas debo superar?, ¿qué cambios debo realizar?, ¿hacia dónde me dirijo? y ¿qué relaciones debo sanar?

    En esa instrospección debo descubrir, creer y abrazar la verdad que soy una persona con propósito, que nací para conquistar y que el éxito es para mí.

    Algo que debemos tener claro es que el éxito no es casualidad o un golpe de suerte, no es algo que está reservado para unos cuantos privilegiados, sino que es algo alcanzado por aquellos que identificaron su potencial y fluyen através de él, trabajando arduamente. Esto no solo les trae beneficios de satisfacción, sino que también brinda ingresos económicos, plenitud y sentido de propósito.

    Sin duda estar vivo es un regalo. Cada día tiene sus retos, pero no se trata de sobrevivir, sino de disfrutar al máximo lo que somos, tenemos y hacemos, tener agradecimiento en nuestro interior e ilusión por el futuro nos permite ver el día a día con esperanza.

    ¿Qué nos desenfoca? En el viaje de autodescubrirnos, podemos perder fácilmente el norte, por eso algunas de las cosas que debemos evitar son: compararnos con otros y permitir que nuestro corazón sienta envidia, dejar que la culpa nos persiga, permitir que el temor nos limite e impida que accionemos, no tener una visión clara o no saber hacia donde queremos ir.

    Logramos desarrollar nuestro potencial cuando creemos que tenemos un propósito especial, que dentro de nosotros hay tesoros por descubrir y que Dios tiene un plan mayor del que nos imaginamos, esto nos inspira y nos da fuerzas para levantarnos cada día. Por el contrario, si esto no está en nosotros, iremos por la vida de forma reactiva, sin compromiso, sin destino y desperdiciarémos nuestro mayor recurso: el tiempo.

    Nunca sabremos de qué madera estamos hechos hasta que no nos demos la oportunidad de conquistar lo que nos apasiona. Nunca sabremos lo que tiene el destino si no vamos tras la conquista del desafío que nos inspira.

    Todos tenemos una habilidad que nos identifica, una inteligencia que nos caracteriza, un talento que es tan dominante que, al ejercerlo, todo parece simple y lo realizamos casi sin esfuerzo. Quien descubre su inteligencia dominante, brilla y desarrolla su potencial, por el contrario quien menosprecia su fortaleza, no supera la mediocridad de la persona promedio.

    Es tiempo de ser responsables de nuestras elecciones ser intencionales en lo que hacemos, no permitiamos que nadie más determine nuestro valor personal o agenda de propósito.

    Por eso…

    1. Decide ser la mejor versión de ti mismo, esto te llevará a desarrollar tu potencial, todos somos diferentes, por eso define tus límites, creencias, convicciones y valores, además debes conocer tus fortalezas y debilidades. Pero ante todo, se tú mismo siempre.
    2. Define tus propias metas, esto es fundamental para alcanzar el desarrollo personal. Quien no sabe para donde va, ya llegó. Cuando descubres tu inteligencia dominante puedes activar la creatividad y pensar como puedes generar proyectos utilizando lo que hay dentro de ti.
    3. Comprométete, nada en la vida se logra si nos quedamos sentados en una silla esperando que las cosas sucedan por arte de magia. Deja el perfeccionismo, las excusas y la postergación de lado,  decide avanzar. El compromiso es vital para crecer y alcanzar aquello que hemos visionado, sin él no podemos llegar a ningún lado.
    4. Confía en ti mismo, el temor, la duda y la inseguridad son armas letales que impiden que conquistemos aquello que hay reservado para nosotros. Quizás en el proceso vamos a enfrentarnos con algunos miedos o con la incertidumbre, pero debemos desarrollar una fuerza interna para saltarnos esos obstáculos y avanzar, esto nos llevará lejos.
    5. Se flexible ante el cambio, día a día tendremos retos que superar en el descubrimiento de quienes somos y hacia donde vamos, el ser flexibles y adaptables, nos permiten no quedarnos estancados, sino tener una actitud positiva ante las adversidades. Siempre debes estar dispuesto a aprender cosas nuevas y soltar lo que ya está obsoleto.
    6. Escucha a las personas correctas, en el viaje de la vida debemos elegir con quien caminamos y a quién escuchamos, ya que no todas las personas aportan y suman a lo que queremos alcanzar. El contar con amigos y familiares que nos escuchen, nos aconsejen y nos apoyen es vital para el crecimiento en cada área.
    7. Nunca te detengas, quizás muchas veces te vas a cansar en el proceso de desarrollar tu potencial o en alcanzar tus metas. Es válido descansar, pero nunca podemos rendirnos, conformarnos o quedarnos estancados. El progreso debe ser parte de tu estilo de vida.
    8. No eres tus circunstancias, eres tus convicciones, por eso busca trabajar en fortalecer tu interior todos los días, en la medida que estés bien por dentro podrás brillar afuera y alcanzar aquello para lo cual has sido diseñado.
    9. Busca aprender algo nuevo, todos somos el resultado de los libros que leemos, de las experiencias que vivimos, las conversaciones que tenemos y con quien nos relacionamos. Cada día debemos buscar aprender y creer, nunca podemos dar por sentado que ya lo sabemos todo. Es importante capacitarse, estudiar y exponerse a material e información que te rete.
    10. Se positivo, sonríe y habla bien, recuerda que las palabras tienen poder, habla siempre bien de ti mismo y de los demás. La buena actitud te llevará lejos.

    Mientras haya vida, hay esperanza, por eso decide vivir un día a la vez, pero también hazlo con pasión, fuerza y positivismo. Si logras conectarte y conocer tu potencial, llegarás lejos. 

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Transformación profunda - Descubriendo mi potencial

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