Más de 600 mujeres atletas han sido afectadas al perder 890 medallas en 29 deportes diferentes por la participación de personas “trans” (varones biológicos que se identifican como mujeres) en esas disciplinas.

Así se aprecia en el reciente informe emitido por Reem Alsalem, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, que ha pedido volver a tener competiciones exclusivamente femeninas.

Alsalem presentó el documento a la Asamblea General de las Naciones Unidas con número exacto de galardones usurpados y aclaró que la cantidad podría ser mayor. En el texto, la relatora de la ONU especificó que “las categorías femeninas en el deporte organizado sean exclusivamente accesibles para personas cuyo sexo biológico sea femenino”.

Se exhorta entonces, según el informe, a que las mujeres denominadas “trans” compitan con varones (por cuanto han nacido así) o tengan su propia categoría.

Escándalo olímpico y fracturas de cráneo

Alsalem hizo un llamado al Comité Olímpico Internacional (COI) y dijo que, si hubiera seguido este protocolo, no se habría suscitado el escándalo en los Juegos Olímpicos de París 2024 en relación al boxeo femenino.

En el documento se afirma que “las atletas femeninas son más vulnerables a sufrir lesiones físicas graves cuando los espacios deportivos exclusivos para mujeres se abren a los hombres”.

Recordó casos de mujeres que han sufrido lesiones graves como dientes arrancados, conmociones cerebrales, piernas rotas y fracturas de cráneo a manos de oponentes transgénero.

En el texto, tambíen se destacó los riesgos presentes en los baños o vestuarios a los que se permite el acceso de hombres. “Eliminar los espacios de un solo sexo en los deportes también puede aumentar el riesgo de acoso sexual, agresión, voyerismo y ataques físicos y sexuales en vestuarios y baños unisex”, señaló