Asistencia a la iglesia por Internet mantiene algo de su auge pandémico
Aunque la mayoría de los fieles vuelven a asistir en persona, los pastores se replantean cómo atender a un mayor número de fieles digitales.
Christianity Today · 11 DE ABRIL DE 2023 · 21:30

Han pasado tres años desde que la Semana Santa batió récords de streaming en las iglesias que cancelaron el culto presencial durante las primeras semanas de la pandemia del COVID-19. Aunque las puertas de las iglesias volvieron a abrirse hace tiempo en Estados Unidos, la pandemia ha tenido efectos duraderos.
Sandals Church, una iglesia con sede en Riverside (California), contó con una asistencia virtual de unas 80.000 personas a sus servicios durante el fin de semana festivo de 2020, frente a las 3.000 a 4.000 de años anteriores. Al igual que las iglesias de todo el país, Sandals vio cómo las cifras de asistencia en línea descendieron y se estabilizaron una vez reanudadas las reuniones presenciales, pero seguía atrayendo entre tres y cuatro veces más participantes en línea que antes.
Desde entonces, la congregación ha lanzado un campus en línea dedicado -Sandals Church Anywhere- diseñado para ser visto en pequeños grupos en los hogares de las personas.
"Sandals Church Anywhere [traducido literalmente como: “Iglesia Sandals en cualquier lugar”] es una oportunidad para que un grupo se reúna en persona, aunque no estén cerca de una sede de Sandals Church", dijo el pastor Alfredo Ramos. "Pueden ver el servicio juntos, procesarlo juntos, comer juntos y tener tiempo para hacer preguntas en grupo. Estos son grupos que puedo supervisar directamente y ofrecerles atención pastoral".
El personal de Sandals está estudiando el modelo de microiglesia para las 12.000 a 13.000 personas de su comunidad en línea y además ha adaptado el servicio en sí mismo. En lugar de la estructura típica de unas cuantas canciones de alabanza antes del sermón y unas cuantas después, el servicio en línea de Sandals tiene una introducción más corta y un claro llamado a ofrendar antes de entrar rápidamente al sermón. El servicio digital concluye con una o dos canciones.
"Simplemente hemos intentado pensar en cómo ofrecer un servicio honesto que realmente tenga sentido en ese entorno o plataforma en particular", dijo Ramos.
Cultos en línea se mantienen
Aunque la participación en los cultos en línea no es tan alta como durante los cierres por la pandemia, el 22% de los cristianos afirma ver los cultos en línea con más frecuencia que antes de la pandemia, según un informe del Pew Research Center publicado el mes pasado.
"Necesitamos lo digital y lo físico" - Jeff Reed
Pew descubrió que el porcentaje general de estadounidenses que acuden a la iglesia con regularidad ha descendido ligeramente. Pero los grupos demográficos más propensos a asistir a la iglesia antes de la pandemia experimentaron descensos más drásticos: los evangélicos blancos descendieron un 5% entre 2019 y 2022 y los protestantes negros un 15%.
Según el pastor Kirk Greenstreet, ya no acude tanta gente los domingos por la mañana a la iglesia Woodland Park Community Church. Antes de la pandemia, la congregación de Woodland Park, Colorado, solía reunir entre 550 y 600 personas entre sus dos servicios dominicales. Tres años después, la asistencia media ronda las 500-550 personas.
Al principio de la pandemia, la iglesia ya había empezado a ofrecer un servicio de retransmisión en directo, y cuando empezaron los cierres, el personal pudo instalar rápidamente la tecnología necesaria para ofrecer su servicio de Pascua 2020 en línea. Aunque Woodland Park reabrió en junio de 2020, ha mantenido la retransmisión en directo para unas 100-150 personas cada semana.
Presencialidad y virtualidad: el modelo híbrido
El modelo híbrido se ha convertido en una nueva normalidad para las iglesias. El informe “Estado de la Tecnología en la Iglesia” de Pushpay, publicado en enero, reveló que el 89% de las iglesias encuestadas ofrecían servicios a través de un modelo híbrido. Pero añadir un componente de streaming o un campus digital también conlleva nuevos retos, incluso sin las complicaciones de los cierres y el distanciamiento social.
Tanto si añadieron opciones en línea por primera vez en los últimos años como si vieron un aumento de la participación debido a la pandemia, las iglesias deben tener en cuenta los costes tecnológicos, las horas de personal y la filosofía del ministerio para aquellos a los que sirven a través de las pantallas. Tienen que pensar en lo que pretenden hacer a través de su presencia en línea.
"Lo digital es una mentalidad consumista" - Jeff Reed
"¿Cuántas personas se sentaron en nuestro edificio el domingo? ¿Cuántas personas consumieron nuestro producto en línea? Es fácil juzgar el éxito espiritual de nuestra iglesia haciendo que el ujier se ponga detrás y cuente cabezas", escribió Jeff Reed, de theChurch.Digital, cuya experiencia en el ministerio por Internet se remonta a un estudio bíblico en línea en 2000.
Reed ha pasado los últimos tres años ayudando a las iglesias a implementar nuevas estrategias y tecnología para el ministerio digital: cómo dar sentido a los análisis y los números, qué hacer para combatir el agotamiento mientras se está siempre conectado, formas de repensar los grupos pequeños y estrategias para llegar a los niños y adolescentes. Un problema común es cómo guiar a los participantes en línea hacia la transformación espiritual y el discipulado.
"Lo digital es una mentalidad consumista", dijo Reed. "La norma [para las iglesias] es ir de lo online a lo offline. El evangelio que escuchamos en nuestro mundo en línea tiene que influir en nuestras relaciones no en línea. De lo contrario, lo único que hacemos es crear consumidores".
La afectación a los grupos pequeños
Tanto Greenstreet como Ramos lo han comprobado de primera mano. Mientras que muchos de los nuevos miembros que han llegado a su iglesia desde la pandemia se conectaron primero viendo los servicios en línea, Greenstreet dijo que menos congregantes se están uniendo a grupos pequeños y sirviendo. Cree que la iglesia digital ha contribuido a estas tendencias.
22% de cristianos ve cultos en línea con más frecuencia - Pew Research
"Es muy fácil estar en casa, quedarse en pijama, tomar un café, ver la retransmisión en directo y sentir que has ido a la iglesia, pero sin estar conectado con otros creyentes, animándose y amándose unos a otros", dijo Greenstreet. "Ha sido uno de los mayores peligros de los [servicios] en línea que he visto".
Para Ramos, que pastorea una congregación en la que la mayoría de los miembros nunca han pisado un campus físico, estos retos son quizá aún más pronunciados.
"El reto sigue siendo cómo medir eficazmente el discipulado entre nuestros espectadores y ayudar a la gente a dar pasos más allá de asistir o consumir", dice él.
Con este fin, Ramos y el personal de Sandals Church han creado una gran cantidad de contenido de vídeo de formato corto en torno a diferentes prácticas espirituales para ayudar a los espectadores a crecer en su fe. Además, han intentado que la gente se conecte en grupos pequeños y han tratado de asegurarse de que la gente tenga oportunidades claras de dar a la iglesia y escuchar historias sobre cómo Dios está trabajando en la iglesia.
No sólo consumidores, sino oidores y hacedores
Con todas estas estrategias, la esperanza es que los asistentes a la iglesia virtual no se limiten a consumir contenidos, sino que participen realmente en la iglesia, y que los nuevos modelos conduzcan a más oportunidades para evangelizar y hacer discípulos.
Las iglesias siguen buscando la mejor manera de participar en el espacio digital, manteniéndose fieles tanto a las normas que la Biblia establece para una iglesia como a los mandatos que da para llegar a los perdidos. Sin embargo, la pandemia ha dejado muy claro que ignorar los componentes digitales de la asistencia a la iglesia y el discipulado ya no es una opción. En los próximos años, la iglesia necesitará ambas cosas.
"Necesitamos lo digital y lo físico", dice Reed. "Necesitamos ambos para la Gran Comisión".
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