Ante la ‘Ley Mordaza’ ¡grita con todas tus fuerzas!

Desde 2022, en México se comenzó a penalizar los llamados “discursos de odio”. El primer episodio fue la declaración del Diputado Gabriel Quadri, que llamó “señor” a un homosexual, vestido de mujer y, a pesar de contar con fuero constitucional, fue sancionado con una multa, obligado a publicar en sus redes sociales la sentencia, pedir disculpas públicas, y su nombre fue colocado en una lista de “transgresores sexuales” que le impidió ser nuevamente candidato a un cargo de uso popular.

A partir de entonces se han emitido sentencias de esta naturaleza a varios otros ciudadanos y a diputados, lo que es doblemente grave, porque gozan de una protección constitucional para que sus dichos no puedan tener ningún tipo de censura, sin embargo, el tribunal electoral qué, por cierto está controlado por jueces afines a Morena y a la ideología de género en su vertiente feminista, han establecido jurisprudencia de que un “discurso de odio” es tan grave, que supera incluso a la propia Constitución!!!

En el mes de julio de este año, el Congreso de la Unión aprobó una nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión que traslada todas sus funciones a la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones. Se le ha llamado a esta nueva ley, la “Ley Mordaza” pues tiene la facultad para suspender la transmisión, por cualquier vía, a cualquier entidad, en el momento que lo desee, si considera que opera fuera de sus lineamientos, que incluye “la neutralidad de la Red y la prevención de discursos de odio”.

En suma se trata de un sensor gubernamental, que es el único facultado para definir qué es la “neutralidad de la red”, o más peligroso aún, qué un “discurso de odio”.

Ahora la Cámara de Diputados pretende añadir un párrafo al artículo 16 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, precisamente para obligar a los ministros de culto, o a las Asociaciones Religiosas, a sujetarse a los criterios gubernamentales de neutralidad de la red digital y la prevención de discurso de odio.

Con esta reforma a la ley, ningún ministro de culto o Asociación Religiosa que tenga un medio de comunicación, podrá hablar sobre ideología de género, homosexualismo (por ejemplo sobre Sodoma y Gomorra); o que una persona homosexual puede ser regenerada por el poder del evangelio. Por supuesto no podrá referirse a las infancias trans para denunciarlas, en síntesis, no podrá hacer ningún tipo de declaración que pueda ser juzgado por la Agencia de Transformación Digital, como un “discurso de odio”.

La pregunta es: “Cuando los fundamentos de la ley y del orden se desmoronan, ¿qué pueden hacer los justos?

La respuesta: “«¡Grita con toda tu fuerza, no te reprimas! Alza tu voz como trompeta. Denúnciale a mi pueblo sus rebeldías; sus pecados, a los descendientes de Jacob.”

Las consecuencias ahora son impredecibles, pero de lo que no cabe duda es que se trata de una batalla crucial por el alma de México.