La derrota final de Pilato (Jn 19:12-16)

Los judíos, rebeldes a Roma, aclaman a Tiberio como su rey con tal de condenar a Jesús.

27 DE JULIO DE 2025 · 08:00

Pilato condena a Jesús,Pilato Jesús
Pilato condena a Jesús

Hemos llegado a la última escena, la séptima, donde los protagonistas son Jesús, Pilato y los líderes judíos (fariseos, saduceos, y posiblemente el o los sumos sacerdotes, acompañados de otros que hacían bulla, la multitud).

“Cuando Pilato respondió, hizo todo lo posible por perdonarlo, pero los judíos gritaron: «Si perdonas a este hombre, no eres amigo del César. Cualquiera que se llame rey desafía al emperador».

Al oír estas palabras, Pilato dejó a Jesús afuera y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado el Atrio de Piedra (en arameo, Gabatá). Era el día de la preparación para la Pascua. Cerca del mediodía, Pilato dijo a los judíos: «Aquí tienen a su rey».

Ellos gritaron: «¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Crucifíquenlo!». Pilato dijo: «¿A su rey debo crucificarlo?». Los sumos sacerdotes respondieron: «No tenemos más rey que el César». Pilato accedió a su petición y lo entregó para que lo crucificaran.

Los soldados se lo llevaron” (19.12-16 MSG)

Estamos al final del juicio, un proceso apresurado, y notamos que los argumentos de los acusadores simplemente son para forzar a que Pilato tome la decisión que los líderes judíos ya habían tomado. Ya meses antes habían estado planeando como hacer todo esto. Y no iban a dejar abierta ninguna posibilidad de que Jesús “se les escape de las manos”

Tenemos que tener en cuenta la hora que Juan menciona, cerca del mediodía, donde ante la fiesta de la Pascua, todo debería quedar paralizado. Los judíos, al igual que los adventistas de hoy en día, tenían una especie de tiempo de preparación antes de que iniciara el sábado. Para ellos el sábado iniciaba con la puesta de sol del viernes. Cuando yo era adventista, bueno, el viernes había que poner una música suave, limpiar y ordenar cada uno su dormitorio, preparar la comida para el sábado, bañarse, lustrar los zapatos, etc. etc. Y al ponerse el sol, todos en casa “recibiendo al dios sábado”.

En el tema de estudio del evangelio de Juan la premura era mucho mayor que otros viernes de tarde, ya que la gente debía quitar toda la levadura de las casas y debían quemarla, y en el templo se iniciaba el sacrificio de los corderos pascuales.

Esta hora era realmente el inicio del cumplimiento literal de la Pascua, que el Señor tenía planeado miles de años antes, aún antes que Abel haya sacrificado por primera vez un cordero.

Estamos llegando al gran cumplimiento de las profecías mesiánicas, el momento en que Jesús daría su vida para la salvación de la humanidad, para luego ser entronizado como el verdadero Rey de Israel.

 

Tratemos por última vez el tema de Pilato

Para esta época Pilato era un empleado de mandos medios de Tiberio. Pero Tiberio era un personaje de carácter desconfiado, paranoico, severo, cruel y dictatorial. Su desconfianza llegó a tal punto que mandó expulsar a su propia madre de Roma y le prohibió acercarse a él. Tiberio nunca volvió a verla, hasta que ella murió, y allí asistió a su funeral.

Claro que tener un jefe como Tiberio, hacía temblar las piernas de Pilato. Y cuando los líderes empezaron a hablar de Tiberio, seguramente por el rostro de Pilato corría abundante transpiración; tal vez incluso tuvo taquicardia, o hasta le subió la presión.

Y bueno, era hora de terminar con este tema, así que los líderes que conocían el “talón de Aquiles” de Pilato lanzan “el último cartucho”: “Si dejas en libertad a este hombre, no eres amigo del emperador…”

Y Pilato cae en la trampa.

¿Acaso voy a crucificar a su rey?” Esto ya era lo último, utilizó una ironía, una burla a los judios…

Y comienza de nuevo el griterío, y a escupir, y levantar polvo con las sandalias… (tal vez), pero dicen ellos “No tenemos más rey que el emperador romano”.

Cierro lo de Pilato; creo que puedo identificarme en algo con él, en que en momentos tensos, sin darme cuenta me pongo a contar chistes. Pero su chiste hizo enojar a los judíos. Esto es el colmo, que ya llega la Pascua, y este estúpido se pone a hacer chistes de todo esto.

 

La postura final de los líderes judíos

Y ya terminando, los judíos dan su posición final en todo esto: “No tenemos más rey que el emperador romano”.

Esta tribu de rebeldes a Roma, ahora aclaman a Tiberio como su rey, rechazando a Jesús.

No hay mucho más que decir. ¡Qué triste esta historia!

Ojalá que ninguno de nosotros entre en este juego de poderes, desechando a Jesús como nuestro Mesías, para poner en su lugar a algún político de cuarta, a algún apóstol de Miami, o a una profetisa de Maine.

Bendiciones y ¡hasta la próxima!

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