Jesús ¿de dónde vienes? Jn 19.8-11
Pilato quizás pensó que aquel que mandó azotar podía ser un dios andando sobre la tierra.
20 DE JULIO DE 2025 · 08:00

Estamos en la sexta escena entre Jesús y Pilato: la autoridad del rey Jesús
Los judíos respondieron: «Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque afirmó ser el Hijo de Dios.» (v. 7 )
Al oír esto, Pilato se asustó aún más. Regresó al palacio y le preguntó a Jesús: «¿De dónde vienes?». Jesús no respondió.
Pilato insistió: "¿No vas a hablar? ¿No sabes que tengo autoridad para perdonarte y autoridad para crucificarte?"
Jesús le respondió: «No tienes más autoridad sobre mí que la que has recibido del cielo. Por eso, el que me entregó a ti ha pecado aún peor». (vs. 8-11 MSG)
Debemos recordar que estoy tratando de entender la comunicación que existe en este texto. Y algo que me sorprende es la expresión de susto. Supongo que no fue un susto interno el que estremeció a Pilato en su ser, sino que alguna expresión física demostró. A veces se pueden entender las emociones de una persona observando su rostro, a veces las manos temblorosas, tal vez algún tipo de tartamudeo, o un tic como meter las manos en los bolsillos, cruzarse los brazos, o alguna cuestión similar.
Pero ¿por qué Pilato se pondría tan nervioso? Slade me da algunas pistas, sobre las creencias y tradiciones religiosas de los romanos, en la que ellos creen encontrarse con dioses en forma de seres humanos (“hombres divinos”). Pablo en Malta y Listra tuvo la experiencia de que personas creyeron que Pablo era un dios en forma humana (Hch. 14.11; 28.6).
Y así emos a Pilato, tal vez dar un salto, pensando que el hombre a quién había mandado azotar podría ser un dios andando sobre la tierra.
Interesante es notar que Jesús no dijo nada, y esto también es un acto de comunicación. Posiblemente Jesús pensó que no había nada que agregar, que de todos modos, este hombre no entendería nada, por más explicación que él le diera.
Aquí vemos que a veces en la evangelización, cuando hay una persona que se rehúsa a aceptar el evangelio, tal vez es mejor quedarse callado, antes que gastar saliva.
Y Pilato ante el silencio de Jesús reacciona airado, No aguantaba el silencio de Jesús. Pienso que en muchas situaciones de la vida, lo mejor es callar. Y vemos que el enojo de Pilato es sin lugar a duda porque Jesús no se doblega ante su autoridad.
Jesús no se calló por miedo, ni tampoco por cobardía. Todo lo contrario. Cuestionó la autoridad de Pilato. Y lo que dice Jesús, no es que Dios le dió autoridad a Pilato para gobernar. Una traducción más exacta del versículo 11 sería:
“No te engañes en cuanto a tu autoridad, Pilato. Estás desempeñando un papel medio. No tendrías nada sobre mi en este momento si no fuera por decisión de alguien superior. Es más: aunque eres culpable de pecar contra mí en esta situación, aquel que me entregó a tí ha cometido un pecado todavía mayor” *
Jesús no lo adula diciéndole a Pilato que él es una persona muy importante, que todo el poder que tiene se lo ha dado Dios, sino que todo lo contrario. Jesús lo rebajó por completo, y a pesar de decirle que era menos culpable que los líderes judíos, no le dijo que por eso quedaba libre de culpa.
Y sí, muchas veces queremos jugar con el tema de rendir reverencia a los dictadores o políticos corruptos, diciendo que Dios los puso en ese lugar. Pero fuera como fuera que llegaron al poder, los líderes tienen responsabilidad por el mal que hacen, por la gente vulnerable a la que maltratan, y por los grandes robos, desfalcos y crímenes que cometen.
Y como pueblo de Dios no debemos quedarnos callados ante la corrupción. Jesús quedó callado cuando vio que no había nada más que decir.
Y podemos nosotros quedar como culpables, si simplemente le tiramos el fardo a Dios, diciendo, tú has puesto a estos gobernantes desquiciados y dementes, por eso los adularemos y le daremos veneración. ¡No señores! ¡Este texto no enseña esto!
Volviendo a Slade, la explicación de cómo llega a la conclusión de este texto (Jn 19.11) la da en Evangelio de Juan, Comentario Bíblico Iberoamericano, Kairós, pp. 360 - 362. Para una mayor comprensión compartiré aquí abajo de forma literal:
“No podemos dejar el v. 10 sin señalar su profunda ironía. En su gran miedo y la frustración de su impotencia, Pilato pretendía tener poder. Sin embargo, todo el pasaje desde 18:31 - y especialmente desde el reconocimiento de la inocencia de Jesús en 18:38 - ha demostrado que Pilato no era capaz de ejercer el poder que pretendía.
No es que Jesús calló por miedo a la amenaza. Al contrario, abrió su boca no para contestar la pregunta de Pilato, sino para desafiarlo. En un paralelo a sus reacciones a Anás y los guardias (18: 21 y 23), lejos de someterse a la autoridad de Pilato, la cuestionó.
La gramática griega es importante para evitar un malentendido del v. 11. La construcción del v. 11 en la NVI y en la RVR da la impresión (y, peor aún, la VP lo hace explícitamente) de que lo recibido “de arriba” era precisamente autoridad. El griego no dice semejante cosa. La palabra traducida “autoridad” (exousía) es femenina. La palabra traducida “dada de arriba” (dedomenon) es neutra. Entonces lo que Pilato había recibido de arriba era en el momento, la situación en sí: la oportunidad y la necesidad de definirse a Jesús” (p. 361).
Y es en este contexto que está la traducción propuesta por Slade (Ver en el texto*).
Y al píe de página hay más explicaciones interesantes: “Este tipo de análisis del versículo puede encontrarse en Carson (John, tomo 2. p. 1167) y Schnackenburg (Juan, tomo 3, pp. 322-323). Con lo dicho aquí no pretendemos entrar en pugna con Romanos 13. Sólo queremos aclarar que Juan 19:11 no tiene nada que ver con principios generales sobre la autoridad del estado”.
Hasta aquí. Bendiciones y ¡hasta la próxima!
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Jesús ¿de dónde vienes? Jn 19.8-11