O Jesús o Barrabás (Jn. 18:38-40)
Es triste encontrar a “jueces” en el mundo y en la iglesia, que hablan y actúan de acuerdo a su conveniencia propia.
22 DE JUNIO DE 2025 · 08:00

Recordamos que estamos aquí en la tercera escena de Pilato, esta vez con la multitud: Es el “segundo intento de Pilato por zafarse”.
Así que regresó Pilato a los judíos y declaró: «No encuentro nada malo en ese hombre. Es costumbre que se perdone a un preso en la Pascua. ¿Quieren que perdone al Rey de los judíos?».
Pero, curiosamente, respondieron a gritos: «¡No! ¡Queremos a Barrabás!». Barrabás era un revolucionario judío”. (MSG)
Aquí tenemos al timorato Pilato, un gobernador a quién no le interesaba tanto la justicia, sino evitar los conflictos, tratar de caer simpático a la mayoría, o por lo menos evitar una situación que tal vez no caiga simpática a sus superiores.
He visto cosas parecidas donde un pastor trata de quedar bien con los que más diezman y en contra de personas con menos recursos, al tomar algún tipo de decisión en la iglesia, sea la que sea, incluso ante cuestiones teológicas donde muchas veces los hermanos de dinero no saben mucho.
A veces tampoco es sabio poner ante la gente dos opciones, cuando sabemos que una de ellas es perjudicial, injusta, o pecaminosa. Claro que en algún momento las personas deciden seguir a Jesús o no seguirlo. Y de esto yo conozco algo, dado que en mi vida personal en mi salida del adventismo, no tenía la opción de quedarme. Quedarme hubiera sido un suicidio teológico, pero tampoco la idea era ir a algo totalmente contrario.
En este caso, sabiendo Pilato, que Jesús era inocente, no tendría que haber puesto dos opciones para que el pueblo eligiera. Simplemente debería haber puesto en libertad al Señor Jesús.
El texto pareciera indicar la costumbre de un indulto en Pascua, algo que solía realizarse como un obsequio de Roma a los pueblos subyugados.
- A Jesús ya lo conocemos.
- Sobre Barrabás:
- En algunos textos, aparece como un ladrón o bandido. λῃστής (lēistēs), esta palabra apunta más a los guerrilleros zelotes (según Josefo). O sea que aquí el verdadero revolucionario era Barrabás, el que quería derrotar a Roma, para levantar un rey judío.
- Barrabás significa literalmente “hijo del Padre (bar - abba). Es notable que el verdadero Hijo del Padre era Jesús. El revolucionario solo tenía un nombre que no correspondía con su realidad.
Y aquí vienen una serie de planteamientos que me gustaría hacer relacionados al texto y a la comunicación.
- Es triste encontrar a “jueces” tanto en el mundo como en la iglesia, que hablan y actúan de acuerdo a su conveniencia propia, la de su grupo político o religioso, y no en base a la justicia y a la imparcialidad.
- Tanto el poder político como el poder religioso tienen tendencia al populismo. Hemos visto en los últimos tiempos cómo el populismo está tomando el poder tanto en países como en iglesias.
- En la Biblia se presentan textos donde existen dos opciones que elegir. O Jehová o Baal, o Jesús o Barrabás. Algunas iglesias tienen un sistema de gobierno democrático donde para elegir un pastor de iglesia se proponen dos personas. No me refiero a esto, o a elegir a un candidato de derecha o de izquierda. Pienso que para esto también hay que orar, y tomar una decisión. Pero hay una diferencia cuando debemos elegir entre lo bueno y lo malo, entre lo justo e injusto.
- Un punto que quiero resaltar, Jesús es el rey de la paz, y Barrabás es el rey de la violencia. Tontamente, Pilato da la posibilidad de soltar al bandido violento, al peligroso revolucionario, quien realmente podría traer problemas a los Romanos. Y eso ocurre bien pronto. La Gran Revuelta Judía estalló en el año 66 d.C., que terminó con la destrucción del Templo y de Jerusalén el año 70. No sabemos si Barrabás tuvo que ver, tal vez no, pero posiblemente su grupo revolucionario haya continuado con su labor.
- La liberación de Barrabás, puede verse como un símbolo de la elección de la rebelión, en oposición a la voluntad del Dios de paz. No es el plan de Dios que forcemos las cosas por medio de la fuerza y la violencia.
- Pilato rechazó la invitación de Jesús de ponerse del lado de la verdad, de conocer y seguir la verdad. Pero el timorato hizo totalmente lo contrario.
- Siempre tenemos delante nuestro la opción de elegir al verdadero Hijo del Padre, o a un falso hijo del padre. Esta semana se celebró en muchos países el día del padre, y hay muchos que tienen mucho cariño a su padre terrenal. Pero en Paraguay, muchos nunca tuvieron un padre terrenal o tuvieron un padre terrenal alcohólico y violento. En este sentido, pienso que es importante reevaluar la figura de Dios como Padre en el contexto del verdadero Hijo, Jesús que vino a mostrarnos como es el Padre.
Cierro con la idea aquí, de separarnos de Pilato, de la multitud y de Barrabás. No sé si podríamos llamar a algunos cristianos de Barrabás, pero los hay, en toda iglesia, los que quieren pelear, cuestionar todo, con el único fin de ponerse ellos como reyes.
De Pilato, he visto a varios en mi caminar, pero no quiero señalar, sino que cada uno se autoanalice antes que andar mirando a quién podemos poner en ese lugar.
Y de la multitud, reconozco que muchas veces me he metido en la multitud, eso es lo más fácil, pero lo más peligroso… Ya que los gritos y la euforia hacen que nuestros oídos no escuchen la voz de Jesús, la voz del Espíritu Santo, y cuando nos damos cuenta de ello, el precio a salir de la multitud puede ser muy costoso, costoso en popularidad, costoso en ingresos económicos, costoso en casi todo lo que hay en la vanidad de esta vida.
Hasta aquí. Bendiciones y ¡hasta la próxima!
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - O Jesús o Barrabás (Jn. 18:38-40)