La vid verdadera y la ‘viña tóxica’
Evangelio de Juan, capítulo 15. Introducción a la parábola de la vid.
24 DE NOVIEMBRE DE 2024 · 08:00

“Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador” Juan 15.1
Tal vez como introducción a este capítulo, bastante conocido por la mayoría, Slade indica (306 al 309), que esta ilustración que utiliza Jesús no es nueva. Ya en el Antiguo Testamento se utilizan la vid y la viña como metáforas para referirse a Israel.
Algunos ejemplos: Sal 80.8-18; Is 3.14; 5.1-7; 27.2; Jer 2.21; 5.10; 6.9; 8.13; 12.10; Ez 15.1-8: 17.1-10; 19.10-14; Os 10.1-2.
En los textos recién señalados, la vid o la viña mayormente están relacionadas en un contexto de juicio. Un ejemplo claro es Isaías 5, donde Dios se queja de Israel y anuncia juicio sobre la nación y la destrucción de la viña; explicando que esto ocurriría por no dar uvas, o por dar uvas silvestres. Otras traducciones de la palabra "silvestres" podrían ser "apestosas" o "agrias" o “uvas no comestibles”.
Incluso algunos comentaristas hablan de que existe un tipo de planta, muy parecida a la uva, pero que sus frutos son venenosos, y a esto podría referirse Isaías. Tal vez de esto deriva lo que muchos llaman hoy como “religión tóxica”.
Y tal vez aquí sea bueno detenerme un instante.
El autor Duany indica en “Los efectos destructivos de la religión tóxica”
De acuerdo con Stephen Artburn y Jack Felton en su libro Fe Tóxica, la religión tóxica es aquella en la que la persona tiene una relación peligrosa y destructiva con una religión en la que se permite que esta, y no su Dios, controle su vida…
La religión tóxica te convierte en un legalista lleno de ritos vacíos que desembocan en actos obsesivos y compulsivos. Estos ritos funcionan como guardaespaldas afectivos, como una muleta emocional que te ayuda a enfrentar la ansiedad y la culpa por no ser lo suficientemente bueno.
La fe tóxica te lleva a creer que para obtener salud y alcanzar la felicidad, debes llenar tu vida de ritos vacíos y sin sentido.
Pareciera aquí que así como anteriormente realizó contrastes entre él y el templo, ahora contrasta a Israel como una falsa viña, y a él mismo como la Vid Verdadera.
Y pienso, que esta misma ilustración de la “vid venenosa”, sirve para antes, y también para ahora. Una fe sin el Jesús Verdadero se convierte en “una fe tóxica”, y es así que existen tantas “religiones tóxicas”, y podemos ir agregando lo que nos viene a la mente, “líderes de iglesias tóxicos”; “denominaciones tóxicas”, y por supuesto también “libros tóxicos” y “escritores tóxicos”.
Y referente a escritores, espero nunca llegar a la conclusión de que me he vuelto “un escritor tóxico”.
Y aquí, cada uno de nosotros deberíamos evaluarnos a nosotros mismos, de manera crítica, si lo que decimos o escribimos, tiene que ver con imponer, “que se guarde esto, esto y lo otro”, y “que todos sigan mis instrucciones” sin cambiar una coma; etc. etc.
Había leído de una escritora que recibía “una visión” casi cada día, para reprender a aquellos que no seguían sus instrucciones.
Sin embargo, la fe de Jesús, tiene que ver con un mensaje verdadero, y en cierto modo único. No existen “varias vides verdaderas”; existe solo una.
El tema de llevar frutos, aquí pareciera señalar a un proceso.
Yo había dicho que tanto la Justificación, la Santificación y la Glorificación son actos únicos, y dados por gracia, no por obras.
Este proceso que iremos tratando en próximos artículos, no tiene que ver con guardar ciertas costumbres religiosas, y tampoco tiene que ver con lo que algunos llaman “ganar almas”.
El proceso tiene que ver con permanecer unidos a Jesús, permitiendo que el Padre realice su obra de poda y abono. Y según Pablo, el fruto es obra del Espíritu.
Y la poda y abono no tiene que ver tampoco con obras. Pienso que por el contexto, incluye quitar lo que nos estorba de estar conectados a Jesús, y el abono podría ser el amor que Dios nos tiene en Jesús, entregándonos sus dones.
Pienso últimamente, que una vid crecerá sana y pujante, leyendo a Jesús como centro de todo en la Biblia. Y pienso que el resto del proceso de crecimiento no será proponernos leer la biblia en un año, ni tampoco el proponernos orar tantas horas por día. No digo que esté mal…
Pero el proceso viene en mantener una relación con Jesús, alimentarnos del pan y la sangre, no las que se encuentran en los elementos materiales. Tampoco se refiere a un conocimiento académico sino a una conexión espiritual.
Pidamos al Señor liberarnos de la religión tóxica, y empezar una pujante vida Cristocéntrica, donde en todo veamos a Jesús, en todo estemos unidos a Jesús, a la vid verdadera.
Slade dice (309)
Al usar la metáfora de la vid y las ramas, entonces, Jesús ofrecía a los discípulos otra manera de expresar y entender la relación que quería tener con ellos después de su muerte y resurrección.
Slade aquí nos invita a reflexionar en el Salmo 80 y compartiré para finalizar la reflexión de hoy con los versículos 7 a 19 de la Traducción El Mensaje (MSG).
Dios de los ejércitos angelicales, ¡vuelve! Sonríe con tu sonrisa de bendición: esa será nuestra salvación.
¿Recuerdas cómo trajiste una vid joven de Egipto, limpiaste las zarzas y los espinos y plantaste tu propia viña?
Preparaste la buena tierra, plantaste sus raíces profundamente; la viña llenó la tierra. Tu vid se elevó alta y sombreó las montañas, incluso empequeñeciendo los cedros gigantes.
Tu vid se extendía al oeste hasta el mar, al este hasta el río. Entonces, ¿por qué ya no proteges tu vid?
Los intrusos recogen sus uvas a voluntad; los cerdos salvajes la atraviesan y la aplastan, y los ratones mordisquean lo que queda.
Dios de los ejércitos de ángeles, ¡vuélvete hacia nosotros! Echa un buen vistazo a lo que ha sucedido y atiende a esta vid. Cuida lo que una vez plantaste con ternura, la vid que criaste de un brote. Y a los que se atrevieron a prenderle fuego, ¡ míralos con una mirada que matará! Luego toma la mano de tu hijo que una vez fue tu favorito, el niño que criaste hasta la edad adulta. Nunca te daremos la espalda; ¡insufla vida a nuestros pulmones para que podamos gritar tu nombre!
Dios , Dios de los Ejércitos Angélicos, ¡vuelve! Sonríe con tu sonrisa de bendición: esa será nuestra salvación.
Hasta aquí. Bendiciones y ¡hasta la próxima!
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - La vid verdadera y la ‘viña tóxica’