El concepto anabautista de ‘iglesia’

La asociación de la iglesia con el estatus, riqueza y fuerza es inapropiada para los seguidores de Jesús y daña su testimonio.

14 DE JULIO DE 2024 · 08:00

Sincerely Media, Unsplash,estudio bíblico, servicio religioso
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Pilares de la fe anabautista (2)

Estamos analizando los principales aspectos sobre los que se basan los creyentes anabautistas.

Señalamos que el anabautismo no es una denominación, sino es un movimiento surgido en el siglo XVI, específicamente el 21 de enero de 1525, con el primer bautismo de creyentes en más de 1.000 años. Hasta el siglo XVI las iglesias cristianas existentes practicaban el bautismo infantil (católicos romanos, ortodoxos, luteranos y otros grupos reformados). Del movimiento anabautista surgen iglesias como la Menonitas, los Hermanos en Cristo (Church of the Brethren), Meserete Cristos (África), Hutteritas, y también otras iglesias de paz.

En la primera parte de esta serie, analizamos la libertad de conciencia y de religión, aplicada al principio de separación entre la Iglesia y el Estado.

Las enseñanzas relativas a la iglesia son una consecuencia directa al principio de libertad de conciencia y de religión. Los anabautistas del siglo XVI no vieron a la iglesia como simplemente una denominación más, sino que se aferraron al modelo del Nuevo Testamento, compuesta únicamente por las personas que son discípulos de Jesús, y fueron bautizadas con el compromiso de seguir a Jesús y sus enseñanzas durante toda la vida, con el riesgo incluso de perder la vida por la persecución de las iglesias estatales.

Esto llegó a ser tan fuerte, que miles de anabautistas fueron mártires por su fe, en Suiza, Alemania, y algunos otros países de Europa. Debido a estas persecuciones, las iglesias no tenían templos, sino que se reunían en cuevas, en bosques, en botes, huyendo de un lugar a otro.

Lo que juntos creemos: las convicciones compartidas de las iglesias anabautistas (Alfred Neufeld) (ver pdf)

  1. Leemos la Biblia juntos
  2. Promovemos la paz
  3. Adoramos y celebramos juntos
  4. Conformamos una familia mundial

¿Qué es un cristiano anabautista? (Palmer Beker) (ver pdf)

  1. Jesús es el centro de nuestra fe
  2. La comunidad es el centro de nuestras vidas
  3. La reconciliación es el centro de nuestra tarea

Estos principios son la base de toda iglesia heredera de la fe anabautista, aunque no todos los anabautistas en la historia practicaron estos principios. Muchos anabautistas del siglo XVI eran violentos, extremistas, legalistas, y algunos practicaban barbaridades, como por ejemplo un grupo que salía a predicar en las calles desnudos, siguiendo a algún pseudo profeta, o a alguna interpretación antojadiza de algún versículo bíblico. También algunos predicaban sobre la venida de Cristo en tal o cual ciudad. Incluso uno se puso el título de “rey David”, y otras herejías.

Pero luego de algunos años, líderes como Menno Simons, Jacobo Hutter, Jacobo Ammann, lograron organizar a grupos de anabautista, con principios de interpretación bíblica más sólidos, centrados en Jesús, con una ética basada en el Sermón del Monte (Mateo 5 al 7), y en la interpretación de la Biblia en forma comunitaria (hermenéutica comunitaria), donde todos pueden participar, dialogar, intercambiar puntos de vista, y avanzar con un sistema administrativo y doctrinal, basados en consensos, bajo la dirección del Espíritu Santo.

De esto deriva lo siguiente:

  1. Las iglesias derivadas del anabautismo son congregacionales e independientes, aunque por decisión de la congregación pueden unirse a otras iglesias con principios similares, para cumplir la Gran Comisión.
  2. Las iglesias derivadas del anabautismo mayormente no tienen un pastor, sino un consejo pastoral, compuesto por ancianos, predicadores y diáconos. Esto no quiere decir que estas personas “dirigen” la iglesia. La iglesia siempre será dirigida por Jesucristo, y las decisiones importantes no las tomará el consejo pastoral, sino la congregación. El liderazgo no es jerárquico.
  3. Las iglesias derivadas del anabautismo consideran importante que los miembros digan siempre la verdad, no se involucren en política partidaria, que tengan un buen testimonio de palabra y de vida, y que practiquen la paz.
  4. Las iglesias derivadas del anabautismo practican el bautismo de creyentes y la cena del Señor, como también el lavamiento de los pies (servicio). Algunas iglesias realizan el bautismo por inmersión, algunas por triple inmersión, y las más antiguas por derramamiento de agua sobre la cabeza. En América Latina, la mayoría de las iglesias practican el bautismo por inmersión.

Finalizando, compartimos la lista de principios a los que estamos adheridos en Anabautista Digital 500 – La Reforma Radical en español, un movimiento relativamente reciente, que celebra y proclama la historia de 500 años de nuestro movimiento:

i. Sólo la gracia de Dios nos capacita

ii. Buscamos vivir y proclamar buenas nuevas

iii. Jesucristo trae reconciliación y paz

iv. Somos parte del cuerpo unido de Cristo. Leemos la biblia juntos – Promovemos la paz – Adoramos y celebramos juntos – Conformamos una familia mundial.

v. Nos sentimos ligados al pasado y unidos a muchos lugares

vi. Aunque somos diferentes, compartimos convicciones centrales de fe y práctica

  • Jesús es nuestro ejemplo, maestro, amigo y Señor. Él es la fuente de nuestra vida, el punto de referencia central de nuestra fe y estilo de vida, de nuestra comprensión de la iglesia y de nuestro compromiso con la sociedad. Estamos comprometidos a seguir a Jesús y adorarlo.
  • Jesús es el punto focal de la revelación de Dios. Estamos comprometidos con un enfoque de la Biblia centrado en Jesús y con la comunidad de fe como el contexto principal en el que leemos la Biblia y discernimos y aplicamos sus implicancias para el discipulado.
  • La cultura occidental está emergiendo lentamente de la era de la cristiandad, cuando la iglesia y el estado presidían conjuntamente una sociedad en la que se suponía que casi todos eran cristianos. Cualesquiera que fueran sus contribuciones positivas a los valores y a las instituciones, la cristiandad distorsionó gravemente el evangelio, marginó a Jesús y ha dejado a las iglesias mal equipadas para la misión en una cultura poscristiana.  Al reflexionar sobre esto, nos comprometemos a aprender de la experiencia y las perspectivas de movimientos como el anabautismo que rechazaron los supuestos estándares de la cristiandad y buscaron formas alternativas de pensar y comportarse.
  • La frecuente asociación de la iglesia con el estatus, riqueza y fuerza es inapropiada para los seguidores de Jesús y daña nuestro testimonio. Estamos comprometidos a explorar formas de ser buenas noticias para los pobres, los impotentes y los perseguidos, conscientes de que ese discipulado puede atraer oposición, lo que resulta en sufrimiento y a veces, en última instancia, en el martirio.
  • Las iglesias están llamadas a ser comunidades comprometidas con el discipulado y la misión, lugares de amistad, responsabilidad mutua y adoración multivocal. Mientras comemos juntos, compartimos el pan y el vino, sostenemos la esperanza mientras buscamos juntos el reino de Dios. Estamos comprometidos a nutrir y desarrollar iglesias en las que se valore a los niños, jóvenes y mayores, en las que el liderazgo sea consultivo, los roles estén relacionados con los dones más que con el género y el bautismo sea para los creyentes.
  • La espiritualidad y la economía están interconectadas. En una cultura individualista y consumista y en un mundo abunda la justicia económica, estamos comprometidos a encontrar formas de vivir con sencillez, compartir generosamente, cuidar la creación y trabajar por la justicia.
  • La paz está en el corazón del evangelio. Como seguidores de Jesús en un mundo dividido y violento, estamos comprometidos a encontrar alternativas no violentas y a aprender a cómo hacer la paz entre los individuos, dentro y entre las iglesias, en la sociedad y entre las naciones.

Recordamos que no existe una “confesión de fe” anabautista, como en otros grupos. Se han elaborado principios comunes, pero cada iglesia local puede buscar su propio conjunto de convicciones compartidas. En los últimos tiempos se ha visto importante no redactar estos principios de forma sistemática, sino en forma narrativa. Hoy simplemente por practicidad los hemos enumerado, pero la mayor parte de materiales de fe y creencias anabautistas de hoy en día se presentan como historias y no como “dogmas”.

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