Apedrear a Jesús para ‘defender la fe’: Jn 10.22-42

Este episodio y la resurrección de Lázaro colmaron de rabia a los dirigentes religiosos.

07 DE ABRIL DE 2024 · 08:00

Jesús con los fariseos,Jesús fariseos
Jesús con los fariseos

Hemos estado varias semanas en Juan 9 y 10, y creo que valió la pena detenernos en estos textos. En esta sección iré un poco más de prisa. Estoy con varias cuestiones pendientes laborales y me parece que el texto es bastante claro.

En Juan 10.22-42 hay una confrontación abierta de los líderes religiosos a Jesús, con preguntas directas.

Hemos visto en diversas partes del evangelio a Jesús ser bastante cauto referente a la divulgación de los milagros, incluso señalando que evitó alguna discusión, o desvió su ruta de viaje para evitar algunas cuestiones relativas a la divulgación de su naturaleza y misión en este mundo. En este caso Jesús responde de manera bastante directa y clara. Creería yo que este episodio y la resurrección de Lázaro son los eventos que colmaron de rabia a los dirigentes.

Personalmente, a mi no me gusta mucho el tema de los debates apologéticos, a menos que sean muy bien preparados, con reglas claras. Una de las cuestiones que me molestan y estresan son las discusiones acaloradas defendiendo una postura. He tenido oportunidad de ver uno que otro debate muy interesante.

Pero a mí me cuesta mucho debatir con la cabeza fría. Las veces que he debatido con adventistas del séptimo día, me he estresado, ya que ninguno de ellos parece entrar en razón referente a mi postura. Es más, parece que ni siquiera escuchan lo que les estoy diciendo.

Creo que el problema es de ellos, aunque en parte también mío; es entrar en el juego de pretender “saber más” que el otro, incluso quien maneja mejor eso de saltar y saltar de un versículo a otro sin entender que la Biblia no fue escrita para utilizarla de esa manera.

En el caso de Jesús, pienso que él, mejor que nadie, sabia y entendía el tema de los tiempos, y también sobre cuándo callar y cuándo hablar.

Esta misma semana no supe callar, y entré a una discusión sin sentido con una persona adventista, y pensé y pienso que simplemente hay momentos en que es mejor que la gente lea mis escritos y no estar gastando tiempo valioso dando respuestas a quién de todas maneras no entenderá mis razones.

 

La fiesta de la dedicación

La inteligencia artificial me tiró lo siguiente al respecto: la fiesta de la dedicación, también conocida como Janucá, es una celebración judía que conmemora la purificación y la nueva dedicación del Templo de Jerusalén. La fiesta se celebra en diciembre y conmemora el levantamiento de los judíos contra el rey seléucida Antíoco IV Epifanes, que había hecho ilegal la fe judía y profanado el templo.

Esta fiesta no es muy conocida por muchos evangélicos ya que no es una de las fiestas indicadas en el Pentateuco, pero es un tema muy importante ya que de esto se trata las profecías de Daniel caps. 8 y 11.

Un rey seleuco llamado Antioco Epifanes tomó Jerusalén (168 a.C.), saqueó y profanó el templo, suspendiendo los sacrificios diarios, sacrificando un gran cerdo en el altar de Jehová que estaba en el atrio exterior, y rociándolo con la sangre del sacrificio.

También apagó la lámpara (llamada inmortal) que ardía continuamente en el templo, y obligó al sumo sacerdote y a los demás judíos a comer carne de cerdo. Tal vez lo más grave fue que colocó la imagen de Júpiter Olímpico en el templo (la abominación desoladora). Esto se extendió por 1150 días, en que se sacrificaron 2300 cerdos en el altar (uno cada mañana, y uno cada tarde), blasfemando contra Dios.

Cesar Vidal dice que hubo judíos que aceptaron el plan de Antíoco IV. La cercanía con el poder, los beneficios económicos, la sensación de ir siguiendo el soplo de la historia los arrastraron.

El libro apócrifo de Macabeos contiene la revuelta de un grupo de guerrilleros judíos, los hijos del sacerdote Matatías, lograron finalmente expulsara a Antíoco, y así logrando reinstalar el culto judío. A esta fiesta de restauración o vindicación, como indica Daniel 8. 14 se la llamó “la Dedicación” y era la fiesta que estaban celebrando en este texto de Juan 10.

Aunque los dos libros de Macabeos no aparecen en nuestras biblias, yo recomendaría leerlos ya que son documentos históricos muy interesante. Fueron escritos en griego, y los judíos no los incluyeron en el canon por este motivo.  

Después de saber algo de esta interesante historia, podemos deducir que unos 200 años después de la misma, los líderes judíos querían ser muy puntillosos referente a todo lo relacionado con el templo, pero estaban intentando matar a Jesús; ya que el texto nos dice que intentaron apedrearlo  y allí estaban cometiendo un sacrilegio mayor al del rey Antíoco.

 

Algunos textos clave

Ya se lo he dicho a ustedes y no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que me acreditan, pero ustedes no creen porque no son de mi rebaño. Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno. (10. 25-30)

¿Por qué acusan de blasfemia a quien el Padre santificó para sí y envió al mundo? ¿Tan solo porque dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero aunque no me crean a mí, si las hago, crean a mis obras, para que sepan y entiendan que el Padre está en mí y que yo estoy en el Padre. (10. 36-38)

Volvió Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado bautizando antes; y allí se quedó. Mucha gente acudía a él, y decía: «Aunque Juan nunca hizo ninguna señal milagrosa, todo lo que dijo acerca de este hombre era verdad». Y muchos en aquel lugar creyeron en Jesús. (10. 40-42)

 

Una reflexión final

Este texto es muy interesante. Sería bueno que se predicara de esto en los púlpitos, ya que existen grandes lecciones.

No es bueno discutir solamente “por el placer” de discutir, con los que se oponen al mensaje del evangelio. Personalmente trato de no discutir sobre cuestiones que me parece que no tienen mucho sentido. En algún momento me gustaba debatir sobre el tema del día de reposo, por ejemplo, pero hoy me parece que el tema no tiene mucha importancia. Finalmente celebrar el sábado o el domingo, ninguna relevancia tendrá en el juicio final.

Pero sí pienso, que al igual a Jesús en este tema, es importante levantar a Jesucristo como pastor de ovejas, y evitar por todos los medios que en donde me muevo, que personas profanen el santuario sacando del medio a Jesucristo, destruyéndolo con falsas doctrinas o levantando algún falso Dios, como por ejemplo Elena White.

Una vez que se lo ha quitado a Jesús del centro para levantar cualquier otra enseñanza, allí empiezan los sacrificios de cerdos. Lastimosamente esto pasa en muchos lugares, incluso en muchas iglesias cristianas. Y la reflexión de Cesar Vidal indica que es allí donde nuestra fidelidad a Dios es probada. O seguimos a Jesús, o seguimos a Antíoco.

No estoy seguro si el Señor levantará en nuestro tiempo a guerrilleros Macabeos. Jesús indicó a Pedro que guarde su espada. Pero pienso que Pablo dice que la espada del cristiano es la Palabra de Dios, las Escrituras. No vale la pena ir a matar herejes por este mundo, pero por lo menos evitemos ser nosotros los herejes. Hablemos y prediquemos al Jesús del evangelio de Juan.

Hasta aquí. Bendiciones y ¡hasta la próxima!

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