Todos necesitamos perdón (Jn 8.1-11)

Podríamos poner como título a este pasaje: “Jesús, amigo de la mujer”.

    29 DE OCTUBRE DE 2023 · 08:00

    ,Jesús adúltera

    Estaba pensando si incluir o no el análisis de esta narración en mi análisis sobre el evangelio de Juan.

    Algunas cuestiones:

    • Los versículos del capítulo 8 de Juan, referente a la mujer adúltera no aparece en ninguno de los manuscritos más antiguos del evangelio de Juan.
    • Evidentemente esta porción, ni encaja en el contexto del texto; ni tampoco tiene el estilo del resto del libro.
    • Pero posiblemente algunos copistas, o incluso tal vez algún concilio decidió incluir este texto, en este lugar. Los comentaristas proponen que esta historia se había transmitido de forma oral, y no fue un invento de alguien, pero fue incluido en una fecha muy posterior a la redacción del libro.
    • Esto no debiera debilitar nuestra confianza en las Escrituras, ya que en el Antiguo Testamento también existen algunas adiciones al texto del autor de un escrito. Un ejemplo es el relato de la muerte de Moisés, en un libro que Moisés estaba escribiendo. Esto es solo uno de tantos ejemplos.

    Pero vuelvo a recalcar algún concepto que alguna vez lo compartí. No creo que la Biblia fue dictada palabra por palabra a un escritor. Vemos que en las Escrituras hay mucho de Dios, pero también mucho de sus autores, y también mucho de la forma como fue compuesto el Canon. Y en esto, tenemos que reconocer que todo lo que hay en la Biblia es útil, y puede ser utilizado para nuestro beneficio espiritual.

    Y aquí quiero ser cuidadoso; pero una historia más o una menos en la Biblia, no cambiará mi teología. Pero pienso definitivamente, que Dios permitió que esta historia se meta en el Canon, por una razón fundamental. La iglesia, tarde o temprano tendría que dejar de condenar a las mujeres por todos los problemas que existen en la humanidad.

    He escuchado con mis propios oídos, a cristianos líderes, el tema de defender la violencia del hombre sobre la mujer, por “el orden de la creación”. Y también he escuchado disparates sobre que una mujer no debería nunca predicar a los hombres.

    Bueno, vayamos a lo que quiero decir:

    Esta historia muestra a un Jesús compasivo y perdonador, dispuesto a dialogar con una mujer pecadora. Hasta podríamos poner como título a este pasaje: “Jesús, amigo de la mujer”.

    Y aquí viene algo extraordinario: Jesús estuvo rodeado de tantas mujeres: amigas entrañables como María Magdalena o las hermanas Marta y María de Betania. Seguidoras fieles como Salomé, madre de una familia de pescadores. Mujeres enfermas, prostitutas de aldea… De ningún profeta se dice algo parecido.

    Y Jesús no las critica por no tener la hiyab puesta correctamente.

    Lo que vemos aquí es que Jesús no maltrató de ninguna manera (ni física ni psicológica), a ninguna mujer.

    Jesús no se centró nunca en la “impureza ritual” que se transmitía como “doctrina fundamental” en sus tiempos referente a las mujeres. Jesús no tiene miedo a acercarse a una mujer, a comunicarse como ya lo vimos con la samaritana. También se relata la historia de la mujer impura que tocó a Jesús. Jesús come con mujeres, y también antes de su muerte es ungido por una mujer pecadora, que tocó sus pies.

    Seré bien directo: Claro que un cristiano no permitirá centrar su mente en una mujer que anda con vestiduras cortas o ajustadas. Pero al final, todo el problema de los hombres es que no pueden dominar sus pensamientos. Y todos sabemos que límites debe uno poner para no caer en tentación o en algo más.

    Pero esto no tiene nada que ver con una relación sana entre hombres y mujeres. Y claro que sí, creo que una mujer puede ser líder y pastora, si es llamada por Dios y capacitada por el Espíritu Santo con el don del pastorado. Y no es nada malo que los hombres reciban instrucción de una mujer.

    Bueno, sigamos: Creo ver en esta historia mucha hipocresía por parte de los líderes religiosos. Y cuando encontramos a cualquier persona, sea hombre o mujer, sea blanco o negro, que esté pecando, debemos tener respeto, y no un espíritu de condena. Cuanto nos falta en las iglesias un espíritu de misericordia como el de Jesús hacia los pecadores.

    Vemos sí, que Jesús, con mucha delicadeza, avergüenza a los acusadores. Por eso, yo creería que también hoy tenemos el derecho a través del ejemplo de Jesús de avergonzar a los acusadores… Pero tengamos siempre cuidado de no tirar la primera piedra.

    Me podría pasar que, sin darme cuenta, de repente, 10 minutos de escribir este artículo, que me ponga a acusar por cualquier cosa tonta a alguna persona, porque no lavó los platos, o porque se quemó la comida, o por cualquier otra cosa.

    Pienso que esta narración, incluso nos habla de un Dios que no condena. He escuchado estos días varias tonterías de partes de algunos cristianos, como que Dios condenó a los judíos que estaban bailando en el desierto cerca de la franja de Gaza, porque estaban “transgrediendo el santo sábado”.

    Y otros condenan a los palestinos por estar “usurpando el territorio que Dios le dio a Israel”.  Y así, si yo fuera de iglesia en iglesia, escuchando todos los sermones que se predican en mi ciudad, estoy seguro que en un 75% de los casos escucharía por lo menos una acusación contra alguien. Y no que esté mal; pero me preocupa a veces el espíritu con el que se ataca al católico, al Papa Francisco, al de otra fe, al que no tiene fe, y también a las mujeres.

    Simplemente, pienso que debemos reevaluar nuestra comunicación y enfocarla en el evangelio, enfocarla en la comunicación al estilo de Jesús.

    Yo lamento mucho realmente por muchas personas que son maltratadas por líderes religiosos tanto de manera oral o escrita; y pido a Dios que cambie en primer lugar mi comunicación, para no pasar lastimando e hiriendo a ninguna persona; ni a mi esposa, ni a mis familiares, ni a mis vecinos, ni a los miembros de mi iglesia. Que pueda pasar la mayor parte de mi vida, y aunque es imposible el 100% del tiempo,sin herir ni dañar a las personas.

    Muchos me dirán, pero su religión Wolfgang, es una religión muy liviana. Dios también es un Dios de ira y de juicio. Y está bien; si usted cree, está bien. Pero Jesús no utilizó la ira que nosotros tenemos. Tal vez tomó un látigo, pero no pegó a nadie con ese látigo. Solamente puso las cosas en su lugar. Y no piense usted que Dios lo llamó a maltratar a la gente, porque en ninguna parte encuentro yo que Dios llamara a alguien a esta misión.

    Y termino solo con una frase: ¡No lances piedras! ¡No lances piedras! ¡No lances piedras!

    Hasta aquí. Bendiciones y ¡Hasta la próxima! 

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Todos necesitamos perdón (Jn 8.1-11)

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