Este año celebramos con Ruth 12 años de casados. Nos habíamos puesto de novios un año antes, pero no entraba en nuestro presupuesto hacer una fiesta. Podríamos habernos casado días después de conocernos, ya que estábamos muy enamorados y yo ya había cumplido los 40 años.

Tuvimos que esperar ya que ella soñaba con una gran celebración; y así lo fue. Fue una gran fiesta, que nunca olvidaremos, y donde nuestros invitados pasaron un lindo momento. Usted puede ver un resumen de nuestra celebración de un minuto aquí. El video del casamiento está en mi canal de Youtube – Le invito a que ingrese y se suscriba para que pronto pueda llegar a los 1.000 seguidores.

En nuestra boda no se nos ocurrió servir vino. Yo hubiera preferido que se sirva cerveza sin alcohol, pero no creo que esto le hubiera caído simpático a Ruth. Ella es amante del chocolate, así que luego de lo salado, el menú consistía en mucha fruta bañada de chocolate caliente, proveniente de una cascada que tiraba el delicioso producto proveniente del cacao. No me imagino que hubiese pasado si de repente se acababa el chocolate; pero esto no ocurrió. Los invitados se pueden haber olvidado de muchas cosas de la celebración, pero no creo que olvidarán nunca la cascada de chocolate.

Recomiendo ver la predicación del pastor Randall Worley Juan 2:1-12 • Tinajas de Piedra y Vino Fino

Preste atención a las Señales que va enfatizando Randall, enmarcadas en una narrativa muy pero muy interesante. Esta es otra historia de la cual los jóvenes de su iglesia podrían realizar una representación. Casi que es un episodio para una telenovela.

Aquí en Paraguay las bodas son algo muy especial. Solo como anécdota, causó furor en todos los medios de comunicación la boda de una mujer de 70 años (Rufina) con un joven de 27 (Juan). Yo no recomiendo que ninguna persona se case con tanta diferencia de edad, pero la boda ocupó horario central de los canales de TV, y tapa de todos los diarios. La pareja, de muy escasos recursos, recibió cientos de regalos, hasta terreno, casa, moto, electrodomésticos, etc. Yo nunca me imaginé que uno podría ganar tanta fama como un casamiento como ese.

Si usted es casado, le recomiendo tomar su álbum de fotos o ver el video de su boda, y en un papel anote qué “señales” surgían en la predicación del pastor o cura, en la actitud de los invitados, en la fiesta o celebración.

Comentemos

Pagola, uno de mis autores favoritos indica que todo casamiento cristiano debiera ser una Señal del amor que Dios tiene hacia sus criaturas. Esto es lo que los novios quieren decir con su gesto en el momento de la boda: “Nosotros nos queremos con tal verdad y fidelidad, con tanta ternura y entrega, de manera tan total, que nos atrevemos a presentarles nuestro amor como Señal, es decir, como signo del amor que Dios nos tiene. De ahora en adelante, cuando ustedes vean cómo nos queremos, podrán intuir, aunque sea de manera deficiente e imperfecta, cómo los ama Dios”.

Al casarse, los esposos cristianos se dicen así el uno al otro: “Yo te amaré de tal manera que, cuando te sientas querido o querida por mí, podrás percibir cuánto te ama Dios”

Yendo al texto bíblico de estudio, podemos ver que aquí, el milagro de Jesús aparece como una Señal. No olvide leer el comentario de Slade* (pp.63 – 70).

Con este relato de Juan, el evangelista, presenta a Jesús como el Mesías. En las bodas de Caná, Juan revela a Jesús como el agente escatológico de Dios, el Mesías. También se anuncia en forma sutil el tema de la sustitución: el vino nuevo (símbolo de la edad gloriosa) toma el lugar del agua de las purificaciones tradicionales. (p. 63)

La predicación de Worley sigue más o menos el mismo bosquejo de Slade, pero enriquece el mensaje con ilustraciones y detalles de lo que está describiendo el texto.

• Hay que estar atento ahora a las expresiones de Jesús: Señal y Hora.

Juan utiliza el término signos (señal), porque son gestos que apuntan hacia algo más profundo de lo que podemos ver con una simple lectura. En concreto, los signos que Jesús realiza orientan hacia su persona y nos descubren su fuerza salvadora.

Lo que ocurrió en esta boda es el inicio de todos los signos o señales. Esto es una especie de cumplimiento del prototipo (algunos autores lo llaman antitipo) o figura, o símbolo de una verdad mucho más amplia.

En esta transformación del agua en vino se nos invita a fijarnos detenidamente en la señal que nos indica a mirar a Jesús como el autor de toda transformación salvadora.

Yo no entraré en los detalles de la historia, ya que usted puede leer y subrayar el texto, e ir imaginando los detalles de lo que va ocurriendo. Pero sí, haré una lista de cuestiones que me llamaron la atención.

• La boda como signo de la alegría de la salvación

En América Latina, una boda es una de las principales fiestas. Todos recordamos qué frustrados se sentían aquellos que habían programado la fecha de su boda para los meses que duró la pandemia. Hoy en día volvieron las bodas, y volvieron las fiestas, y con ellas ha vuelto la alegría del amor y de compartir.

Caná quedaba a unos 15 Km. de Nazareth, y posiblemente los novios eran amigos de Jesús y su familia. María, los discípulos, tal vez los hermanos y vecinos de Jesús estaban allí.

Slade dice: El símbolo del matrimonio tenía una historia importante en la teología de Israel… hay una variedad de textos del Antiguo Testamento que hablan de Dios como el esposo y su pueblo como la esposa… El evento de la boda se usa como símbolo de la alegría… No extraña, entonces, hallar el uso de la boda como símbolo de la alegría venidera cuando Dios establezca su reino definitivo… Jesús utiliza varias veces este símbolo de la boda para referirse a lo nuevo que ha venido en su persona. La revelación que sale de las bodas de Caná, entonces, es ésta: En Jesús, el novio divino ha venido para casare con su pueblo. Es decir, en Jesús, Dios ha venido para establecer su reino definitivo… (pp. 67 – 68).

En el Nuevo Testamento Jesús utiliza en sus parábolas muchas veces la figura de las bodas, y en el Apocalipsis, la historia de la humanidad llega a su clímax final con las bodas del Cordero.

• Las tinajas de piedra: Ritualismo

Cada tinaja tenía entre 75 y 105 litros. Eran 6 tinajas de piedra, llenas de agua para los rituales de la purificación y lavados de manos de los judíos. Aunque lavarse las manos no tiene nada de malo, los judíos habían tomado una postura de separación con los gentiles y con cualquier tipo de cosa que ellos consideraban impuro.

Cada judío debía lavarse las manos varias veces al día con una especie de ritual, repitiendo ciertas palabras, no para matar los microbios, sino para matar lo malo o inmundo que hayan tocado (gentiles, animales inmundos, mujeres que estaban menstruando, personas enfermas, tierra, arena, etc. etc.)

Allí en las 6 tinajas cabían más de 500 litros de agua, quitada de algún pozo de cerca de la casa.

Juan utiliza la palabra diákonos para los sirvientes encargados de cargar agua en las tinajas rituales.

Preste ahora atención a la señal o símbolo que representaban las tinajas de piedra. Las tinajas de piedra no eran muy fáciles de fabricar, y pertenecían a las familias por centenares de años. Pasaban de una generación a otra. Siempre se utilizaban solamente para agua, no para vino. Era parte de la religión, de la religiosidad, de las personas. Toda persona debía ir a lavarse en esas tinajas al levantarse, antes y después de comer, y en otras oportunidades ya mencionadas.

Básicamente, Jesús anuncia su ministerio, rechazando los ritos que se realizan por mero formalismo, sin que entendamos muchas veces el verdadero sentido de lo que estamos haciendo, debido a la cantidad de veces repetidos sin pensar, ni entender lo que uno mismo está realizando vez tras vez, repitiendo y repitiendo. Lo mismo podría ocurrirnos hoy con cualquier otro rito que lo realizamos automáticamente, bajo una vieja norma que nadie sabe dónde se originó.

Jesús comparo el ritualismo sin sentido con vino viejo en odres viejos. Lea Mt 9.17; Mr 2.21-22; Lc 5. 37-38. Aquí Jesús compara su ministerio con vino nuevo contrastando con el viejo.

• El milagro

El milagro debió haber sido algo inesperado para los diákonos, los servidores. Y también resultó en una sorpresa para el encargado del banquete. No se nos dice la reacción de los novios ni de los invitados. Tampoco el texto indica qué pasó por la mente de María que estaba viendo en vivo y en directo todo lo que estaba pasando. El relato no dice que María estaba esperando que Jesús hiciera un milagro. Lo más probable es que ella simplemente le contó a Jesús el difícil momento que los novios pasarían al haberse terminarse el vino.

En 2.11, Juan dice: Esta, la primera de sus señales, la hizo Jesús en Caná de Galilea. Así reveló su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

No sabemos si los discípulos estaban allí presentes, en el momento que ocurrió el milagro, pero si no lo estuvieron, los diákonos, seguramente les habrían contado.

Antes de esto, durante el bautismo de Jesús, el cielo se abrió y el Padre habló unas palabras. Lo más probable es que solo el Bautista fue testigo de eso. Por eso es la primera de las señales públicas.

Aún así, Jesús era muy cuidadoso de que esto no corra de boca en boca, ya que no era “su hora” (la de su crucifixión, muerte y resurrección).

También Slade indica: La abundancia de vino es también uno de los símbolos comunes de la edad mesiánica (Am 9.13-14; Os 14.7; Is 25.6; Jer 31.12) (p. 68).

Y continúa: Jesús produce el vino de la edad venidera usando el agua de purificación. Los ritos de purificación de los judíos serán reemplazados definitivamente por el vino nuevo del reino de Dios, el reino inaugurado por Jesús. El tema de la transformación (o sustitución) del judaísmo por Jesús será el eje central del próximo relato, y del resto del ministerio de Jesús (pp. 68 – 69).

Resumiendo

En este relato, vemos algunas cosas interesantes:

1. A Jesús le gusta las fiestas.
2. Las fiestas familiares son una ocasión donde el énfasis debiera estar en la relación, unos con otros y no en las formalidades y reglas rígidas.
3. Vemos que el vino (no la borrachera) es un símbolo o señal que Jesús utilizó al inicio de su ministerio, y al final de su ministerio (en la cena pascual).
4. La iglesia debería dejar de celebrar rituales fríos y ceremoniales, y enfatizar que los momentos litúrgicos, los cultos, los grupos hogareños, los campamentos, y cualquier otro tipo de reunión deben celebrar con alegría, la presencia de Jesús, y también la de los hermanos, con alegría, gozo y compañerismo.
5. Sabemos que, en el sábado o reposo escatológico, que ocurrirá cuando Jesucristo venga a buscar a su pueblo, celebraremos por la eternidad las bodas del Cordero. Por tanto, nuestro estilo de vida ahora, ya debiera ser una fiesta perpetua, donde no vivimos “momentos santos o santificados”, sino donde todo el tiempo, y todo lo que hacemos es santo, tanto lo que hacemos en el templo, como todo lo que hacemos fuera del templo.

Finalizo con una pregunta de Worley, que vendría a ser la pregunta principal de este estudio:

La primera señal de Jesús contrasta el ritual seco con la celebración y el compañerismo.

• ¿Cómo podemos adoptar la alegre celebración comunitaria a la que Jesús nos invita y alejarnos del ritual vacío?

Cambia hoy el vino viejo, por el vino nuevo y fino que Jesús nos ofrece hoy.

Bendiciones y ¡hasta la próxima!

*Slade, Stan (2006) Comentario Bíblico Iberoamericano. Evangelio de Juan. Ediciones Kairós.