Efesios 5.22-6.9 La sociedad según Dios

Las pautas para la relación y comunicación correctas en la familia, el trabajo y la sociedad.

    09 DE ABRIL DE 2023 · 08:00

    Jack Finnigan, Unsplash,gente paseando
    Jack Finnigan, Unsplash

    Felices pascuas ¡El Señor Jesús vive! ¡El Señor Jesús se comunica!

    El penúltimo fragmento de Efesios analizado por Neufeld* (págs. 153 a 166), nos describe como el evangelio, la buena noticia de Jesús, afecta positivamente la comunicación en el hogar.

    Notoriamente muchas iglesias, si no fue la mayoría de ellas, en el siglo I, estaban establecidas en casas de alguna familia cristiana. Pienso que allí el compromiso de vivir la fe todo el tiempo era mayor que en nuestros días.

     

    El bosquejo propuesto es el siguiente:

    1. Esposas y maridos – Teología matrimonial (5.22-33)
    1. Comparaciones sorprendentes: Lea en su Biblia las 7 comparaciones de amor y sometimiento mutuo (vs. 22-29, 33).
    2. Las ambiciosas metas en el matrimonio: limpieza, pureza, sin manchas, santidad (vs. 26-27).
    3. Deber de la esposa: Subordinación en amor (v. 22).
    4. Deber del marido: Amar, ayudar, santificar, purificar, proteger, sustentar, cuidar (v. 25-31)
    1. Padres e hijos – Relacionamiento entre generaciones (6.1-4)
    1. El deber de los hijos: Obediencia en el Señor, honrar, estimar, valorar, amar (vs. 1-3).
    2. El deber de los padres: No provocar a los hijos a ira, no desalentarnos con autoritarismo; sino criarlos, guiarlos, educarlos, amonestarlos (advertirles sobre el mal) y también alentarlos (a hacer el bien). (v.4).
    1. Empleadores y empleados – Teología laboral (6.5-9)
    1. Deberes de los empleados: Ser obedientes; trabajar con sinceridad de corazón; evitar la hipocresía y el engaño; trabajar de buena gana (motivación y visión positiva), buscando la voluntad de Dios en el ámbito laboral. El empleado cristiano tiene la promesa de recompensa divina, “sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ese recibirá del Señor”. (v. 5-8)
    2. Deberes de los empleadores: Tratar bien a sus empleados; dejar las amenazas y el chantaje, y practicar la ética laboral basada en valores cristianos (v. 9).

     

    Si bien el texto de Pablo tiene uno 2.000 años de antigüedad, podemos traerlo a nuestros días, y en base a esto, se podrían realizar varias enciclopedias sobre la familia, la comunicación en la familia, incluso podríamos añadir las realidades que existen hoy en día, como la violencia intrafamiliar, el maltrato infantil, el abuso, la relación con los familiares políticos, y otros.

    Sin duda Neufeld enfatiza el rol de la mujer en el liderazgo tanto en el AT como en el NT (págs..163 a 166), basándose en la teología de la creación, el papel de la mujer en Israel, tomando por ej. a Miriam, Débora y Hulda; y también a las mujeres de fe del Nuevo Testamento.

    La iglesia del primer siglo, del Nuevo Testamento y las mujeres:

    • Fueron las primeras y más fieles convertidas (Hch. 1. 29)
    • Ellas se consagraron a la caridad (Hch. 9. 36 - 42)
    • Practicaron la hospitalidad cristiana (Hch. 16. 15)
    • Evangelizaron (Ro. 16. 3 – 4; Fil. 4. 3)
    • Enseñaron el significado real de la fe cristiana (Hch. 18. 26)
    • Introdujeron a los niños a la fe de Dios (2 Ti. 1. 5)
    • Fueron responsables de cuidar la iglesia en contra del error (2 Jn)

    También esto da pie a un análisis sincero sobre el rol tanto de hombre como de mujeres en la iglesia actual. Pienso que hay que tener en cuenta la metáfora del cuerpo, donde todos somos importantes. Estoy seguro que el hombre y la mujer tienen dones, repartidos por el Espíritu Santo. Todos los hombres creyentes son diáconos y también todas las mujeres creyentes son diaconisas (si son realmente nacidos en el reino de Jesucristo).

    En este sentido, pienso que no debiéramos limitar a las personas con estereotipos de la década del 60. Claro que una mujer puede predicar, incluso si el Espíritu Santo da el don de pastora y maestra a una hermana, ¿qué problema hay?

    Respeto a los que no están de acuerdo conmigo. Pero quiero recalcar algo que me parece muy importante en todo esto. Si todos los hombres somos diáconos, ¿qué problema hay que un hombre lave los platos o la ropa? O que cambie los pañales…

    El Covid vino un poco a desacomodar todos nuestros esquemas. De repente tuvimos que aprender a vivir muchas horas en casa. Y tuvimos que aprender a hacer de todo.

    Con mi esposa Ruth no tenemos hijos y nuestra regla es comunicarnos de forma correcta, haciendo todo de buena gana, con bastante humor. A veces nos discutimos, nos peleamos, pero antes de dormir el problema está resuelto.

    Quizá no sabemos cómo ganar mucho dinero, pero vivimos gozosos con lo que tenemos; y ¿qué más podríamos pedir?   Y sí, mi señora es maestra, y aunque no es pastora, es predicadora, evangelizadora y también, claro, diaconisa.

    Hasta aquí. Bendiciones y ¡hasta la próxima!

     

    *Alfred Neufeld (2006) Efesios: Iglesia Humana con propósitos Divinos. Instituto Bíblico Asunción – Universidad Evangélica del Paraguay

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Efesios 5.22-6.9 La sociedad según Dios

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