Mi lucha contra la depresión

La depresión es el estado más limitante, donde la persona queda totalmente anulada; y llega la angustia y la desesperación.

14 DE ENERO DE 2023 · 08:00

Wolfgang Streich,Wolfgang Streich
Wolfgang Streich

Cada 13 de enero se celebra el día mundial contra la depresión.

Seguramente existen varias definiciones describiendo lo que es la depresión, tanto desde el punto de vista psicológico como social.

He visto que algunos la catalogan como una enfermedad mental, y sí, lo es, aunque explicar de qué se trata resulta un poco complejo. Existen diversos tipos de depresiones, y cada persona que ha sufrido esto contará algo diferente de lo que siente o que percibe que siente cuando tiene un ataque de depresión.

En mi caso personal desde niño fui bastante retraído, aunque disimulaba un poco con mi religiosidad, mi pasión por la lectura, las actividades de la iglesia y el colegio. Desde los 10 años fui un amante de la Televisión, donde pasaba horas tratando de desviar mis estados de confusión mental.

A los 13 años tuve un accidente que me dejó varios meses sin poder movilizarme y esto me fue llevando a estados de depresión más largos y más complejos.

Hasta los 23 años eran periodos que iban y venían. A los 24 años de edad, luego de terminar el Seminario Teológico tuve una crisis tremenda, mucho más fuerte (por llamarlo de alguna forma) que todos los años anteriores. Yo más o menos estaba acostumbrado ya que estos tiempos venían, y de repente se iban, desaparecían repentinamente. Pero esta vez parecía ir más fuerte, alterando totalmente mi vida toda. Dolores de cabeza, dolores de cuerpo, confusión mental, dificultad para leer, estudiar, o hacer cualquier cosa, de repente los patrones de sueño como que se alteraban, y no tenía deseos de comer, ni de hablar con nadie, ni de ir a ninguna parte.

Llegué a un estado en que ya no podía más, y mi madre me indicó que debía ir al médico, al médico psiquiatra.

Enseguida fui diagnosticado, y justamente el año anterior (1994) había sufrido un ataque de depresión seguido por hipomanía, en el cual estaba tremendamente eufórico, y demasiada energía, y casi no dormía. El diagnóstico preliminar era Trastorno Afectivo Bipolar.

No hablaré mucho de la hipomanía, pero esto era como que dos personas bien diferentes vivían en el mismo cuerpo. Si bien la hipomanía puede meter, y me metió en muchos problemas durante mi vida; la depresión considero que es el estado más limitante, donde la persona queda totalmente anulada; donde llega la angustia y la desesperación, muchas veces sin saber que hacer. Por sobre todo, la depresión lleva inevitablemente al deseo de que todo termine, que tanto dolor mental, y tanto sufrimiento acabe para siempre.

Muchos religiosos hablan de la depresión como un problema espiritual. Yo creo que lo que puedo decir referente a esto, es que la depresión no es a causa de un problema espiritual, sino que la depresión causa un problema espiritual. Es tan serio, que uno no tiene ganas de leer la Biblia, ni nada; ni de orar, ni de ir a la iglesia; ni a ninguna parte. También la depresión lleva a tener una imagen distorsionada de uno mismo, de los demás y también de Dios.

Bueno, comencé con una medicación, que en cierta medida me ayudó, pero enseguida que estuve bien dejé el tratamiento. Fui a trabajar al interior del país, y cada tanto los síntomas volvían. Allá por el 2.000 comencé a tomar antidepresivos tricíclicos, y anduve mucho mejor. Por periodos tomaba litio, pero el sabor amargo que me dejaba, hacía que siempre lo deje.

Los antidepresivos solos evitaban en gran medida la depresión pero aumentaban los episodios de euforia, de hipomanía.

Luego de un tiempo, los antidepresivos se vuelven como una droga, en los que yo tomaba más y más, y obtenía muy buenos rendimientos en el estudio. Pero finalmente el cuerpo te pasa factura, y llega el momento en que vuelve la depresión más fuerte que nunca. Tuve dos intentos de suicidio, y por gracia de Dios y los médicos estoy aún con vida.

Trato de manejar todo esto hoy, tomando mis antidepresivos, el litio, y algunos remedios naturales, acompañado de ejercicio físico.

 

Algunas conclusiones y recomendaciones

Sé que el tema de la depresión es mucho más complejo de lo que yo puedo explicar. Seguramente en cada persona que lo sufre, es diferente. Yo tampoco puedo decirle que tal y tal cosa es lo que da resultado.

Primero, creo que la ciencia médica está estudiando el tema y en el futuro los tratamientos posiblemente mejoren.

No le digo que le recomiendo tal medicamento, porque los médicos son los que manejan esto.

Yo solo le recomiendo buscar ayuda. También es bueno cambiar de dieta, aumentar la cantidad de grasas poliinsaturadas, especialmente los Omega3 y Omega6. Esto se encuentra mayormente en pescados de mar de agua fría. En Paraguay, se puede conseguir latas de atún a un precio medianamente económico. También hay Omega 3 en las semillas de Chia y de Lino, consumiéndolas hidratadas. Los Omega6 se encuentran en la mayoría de aceites vegetales (oliva, girasol).

Es bueno seguir una dieta de abundantes frutas y verduras.

Personalmente también me resulta muy bueno consumir burrito molido (Aloysia polystachya), con un poco de agua preparo una pasta, y consumo una cucharada por día.

Y con las comidas consumo abundante semilla de cilantro molida (curatú) que también tiene abundantes aceites esenciales.

Cada día camino una hora.

Con esto sigo adelante. No digo que la depresión se fue totalmente de mi vida, pero he podido vivir mejores tiempos, sin caer en esas terribles etapas de inutilidad, desesperación y tristeza.

Si usted sufre de depresión, le animo a seguir adelante, intente buscar ayuda en los médicos si su depresión es muy fuerte, y tal vez alguna de las cosas que resultaron para mí podrían resultarle útiles.

Espero que pasemos todos un muy lindo año 2023

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Mi lucha contra la depresión