Ap. 22.1-2 El río de agua de vida y el trono de Dios

Todo se relaciona con el Jardín del Edén de Génesis, capítulo 2.

30 DE OCTUBRE DE 2022 · 08:00

Quang Nguyen, Pexels,río montañas
Quang Nguyen, Pexels

En febrero de este año iniciamos la aventura de estudiar el apocalipsis con la ayuda de los comentarios de Juan Stam.  Los tomos de comentarios estuvieron guardados en mi biblioteca sin tocarlos durante varios años. Realmente, durante años no me motivaba mucho este tema por malas experiencias que tuve con gente que imponía aceptar exclusivamente una escatología fantasiosa y ridículamente sectaria.

Aunque conocí personalmente a Juan Stam, no estaba muy seguro de poder leer los 4 tomos. Inicié la aventura recién este año. Confieso que no había estudiado el apocalipsis en más de 20 años. Pude leer y subrayar los 4 tomos. Pero me olvidé de nuestro sistema de estudio inductivo comunicacional, que lo realizamos con el evangelio de Marcos y el libro de Hechos de los Apóstoles.

Me centré mayormente en la lectura de la Biblia y del comentario de Stam, para luego intentar hacer un resumen de lo que más me interesó. Ahora se lo digo a usted, en algún momento debería intentar realizar un estudio inductivo ya que casi no realicé un estudio propio del texto.

Repasemos lo que hacíamos al iniciar la serie de Bosquejos Bíblicos Comunicacionales:

  1. Leer el texto en dos o tres versiones diferentes, dejar un día reposar, y luego hacer un borrador de ideas que vienen a la mente. Es importante para cumplir nuestro objetivo subrayar las palabras y frases que tienen que ver con comunicación.
  2. Realizamos un estudio inductivo haciendo muchas preguntas al texto.
  3. Realizamos un bosquejo de ideas y aplicaciones del texto analizado.

Ahora intentaré seguir estos pasos con el capítulo 22, y he decidido bajar violentamente la velocidad y avanzar en lo posible versículo por versículo.

 

Comencemos:

En 22. 1-2 “Un ángel me mostró” ¿Qué le mostró?: - un río de agua de vida / ¿Cómo era el río? – claro como el cristal / ¿De dónde salía? – del trono de Dios y del Cordero / ¿Por dónde corría? Por el centro de la calle principal.

Otras preguntas que podemos hacer al texto:

  • ¿Se habla de este río en alguna otra parte de la Biblia?
  • ¿Es un río literal o simbólico?
  • ¿Por qué sale del trono?
  • ¿Qué significa agua de vida?
  • ¿Porqué era claro como el cristal?  
  • ¿Por qué corría por el centro de la calle principal de la Nueva Jerusalén?
  • ¿Qué nos quiere enseñar este texto?
  • ¿Cómo podemos aplicar este texto a nuestra vida y a nuestra comunicación?

Bueno, puede ser que a usted le surjan otras preguntas referentes al texto. No se olvide de utilizar varias versiones de la Biblia. Si tiene un poco de conocimiento de griego también sería bueno revisar el texto en el idioma original.

Está bien claro que usted no entenderá nada del texto si no ha analizado previamente el capítulo 21.

Aquí en este apartado anotaré ideas y posibles respuestas de manera aleatoria. Le recomiendo a usted realizar sus propias preguntas y sus propias respuestas. Luego podrá también realizar un bosquejo de sermón o grupo hogareño si lo desea.

En primer lugar, hay que identificar que todo esto se relaciona mucho con el Jardín del Edén de Génesis, capítulo 2. Es bueno leer y ver las similitudes entre el paraíso donde estaban Adán y Eva y el descripto en Apocalipsis 22.

Es interesante notar que el último capítulo de las Escrituras está directamente relacionado con las primeras páginas del inicio.

Otro texto que se relaciona mucho con este tema es el de Ezequiel 47. 1-12. Usted puede leerlo para encontrar las similitudes.

Referente al agua de vida, analice Joel 3. 18; Jeremías 2. 13; 17.13; Zacarías 14. 8, 9; Juan 4. 13, 14; Juan 7. 37-39; etc.

Podría ser que esta visión de Juan sea real y literal; aunque no lo sabemos. Si sabemos que este texto tiene muchas aplicaciones espirituales.

Aquí podemos imaginarnos la majestuosidad del trono de Dios, y un tremendo río que recorre miles y miles de kilómetros. Recordemos el tremendo tamaño de la ciudad. En la literatura judía se utilizaban varias metáforas relacionadas con un rio; por ej: ríos de alegría, ríos de regocijo, y recordemos que en Israel había prácticamente solo un río, el Jordán, que terminaba en un “mar muerto”.

Cuando analizamos la visión de Ezequiel 47, este es un tremendo río, que termina en el Mar Muerto, pero convertido en un “Mar Vivo”, lleno de peces y pescadores. Junto al río y el mar hay toda clase de árboles frutales, con hojas medicinales (esto lo veremos en un siguiente estudio).

Tanto en Ezequiel como el Apocalipsis 22, el río fluye de Dios mismo; la vida fluye de Dios; no habría río sin Dios. Más allá de lo literal, aquí, toda la vida fluye de Jesucristo; vemos que el agua de vida es Jesucristo, el árbol de la vida es Jesucristo, en el trono está nuestro Señor Jesucristo (el Cordero). Toda la vida mana de él; todo lo bueno mana de Jesús; toda bendición viene de nuestro Salvador.

… agua de vida que fluye por todas partes en Judá, ¡Una fuente que brota del Santuario de Dios, que riega todos los parques y jardines! (Joel 3. 18)

 

Algunas ideas:

  • El tema de la vida aquí en este estudio es clave; el tema de la vida eterna.
  • La vida se origina en Dios y fluye desde su trono para transmitir esa vida a todo cuanto existe.
  • El río también simboliza el amor eterno de Dios.
  • Claro como el cristal, representa la pureza de Dios; está libre de toda la hipocresía y la disimulación, siendo real, abundante y sincero, tanto en el Padre como en Cristo.
  • De la fuente de agua viva Dios satisface la sed más profunda de todo ser humano.
  • Podríamos hacer un análisis de los ríos como medios de comunicación y pensar ¿Podría también el río de Ap.22 servir como medio de comunicación? El mensaje de salvación ¿corre como un río en nuestras vidas?
  • Recuerda al menos un momento memorable de tu vida que se asocia con un río, corriente de agua o fuente. ¿Cuáles son algunos de los sentimientos que asocias a ese recuerdo? ¿Qué sentimientos tiene ahora referente al río del paraíso de nuestro Dios?

 

Iré terminando aquí.

Tal vez en algún momento vuelva de nuevo al texto del Apocalipsis de Juan de Patmos, con más libertad, y realice el estudio inductivo comunicacional de todo el texto; pero le animo a usted, si realmente quiere aprender del Apocalipsis y realizar bosquejos realmente relevantes, no se contente como yo que me pasé varios meses leyendo los comentarios de Stam.

Claro que para mí fue una gran experiencia; me encantó, pero procure usted no quedarse solamente con eso. Busque con su iglesia o grupo pequeño llegar a conclusiones propias, y claro, utilice a Stam o a otros autores como ayuda en ese proceso.

Bendiciones y ¡hasta la próxima! 

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Ap. 22.1-2 El río de agua de vida y el trono de Dios