Mr 7: la vida del Evangelio y la asfixia de la tradición

Una transmisión de fórmulas litúrgicas conducirá siempre a una asfixia mortal. Por contraste, la transmisión del evangelio de Jesús trae vida nueva.

    30 DE MAYO DE 2021 · 08:00

    Kazuend, Unsplash,peces pecera
    Kazuend, Unsplash

    Con el artículo de hoy llego a 100 artículos publicados en Evangélico Digital. Aunque el número 100 es un número redondo estuve investigando y no encontré ningún significado especial, como por ejemplo el 12, el 40 u otras cantidades. A pesar de eso me tomaré la libertad de darle un simbolismo tal vez antojadizo mio.

    • “Entonces Abraham inclinó el rostro hasta el suelo y se rio de pensar: ¿Acaso puede un hombre tener un hijo a los cien años, y Sara ser madre a los noventa?” Génesis 17.17
    • “Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla?” Lucas 15.4
    • Tomando arbitrariamente estos dos versículos aislados podría pensar que el número 100 tiene que ver con cuestiones imposibles como la de Abraham, y según el segundo texto cien ovejas podrían representar la plenitud de los salvos.

    Bueno, pasamos al texto de hoy. Creo que ya tuvimos suficientes muestras de cómo marcar las palabras, verbos y frases relacionadas a la comunicación. Si esta es la primera vez que lee mi columna, le recomiendo visitar mis 6 artículos anteriores. En esta oportunidad relataré algunas anécdotas personales, y le sugiero a Ud. que al finalizar también haga una cita de 10 aplicaciones del texto de hoy.

    En este caso nos tocan 3 relatos: a) Lo puro y lo impuro. Mc. 7.1-23 b) La fe de una mujer sirofenicia. 7.24-30 y c) Jesús sana a un sordomudo. 7.31-37

     

    Jesús sana al sordo

    Hoy iré de adelante hacia atrás, por una razón que verán a medida que el texto avanza.

    Desde el punto de vista comunicacional es fundamental tener un buen oído y el saber escuchar atentamente. Jesús en el texto habla de un “sordo tartamudo” (7.32). Me llama la atención que Jesús hiciera una especie de ritual, llevando aparte al hombre y “puso los dedos en los oídos y tocó la lengua con saliva” (7.33). Luego mirando al cielo, suspiró profundamente y le dijo “¡Efata” o “Ábrete!” (7.34-35).

    Trabajé entre 1.999 y 2009 en una organización educativa cristiana, llamada Alfalit del Paraguay. Alfalit es una agencia de alfabetización que trabaja en países con un alto índice de analfabetismo en el mundo. Nos encargábamos de organizar en las iglesias centros que con la ayuda de miembros de iglesia enseñaran a leer a las personas que no tuvieron la oportunidad de hacerlo. La metodología funciona en la forma de grupos pequeños, donde en un año las personas pueden leer y manejar las nociones básicas de matemáticas.

    Realmente cuando una persona aprende a leer, es como que de repente escuchó el “Efata” de Jesús, o “Ábrete”, destrabando la mente de las personas. En el caso de los que eran analfabetos, leer es algo que le transforma la vida. En los grupos de Alfalit hay jóvenes desde 15 años, adultos, y en muchos grupos hay personas de muy avanzada edad.

    He visto personas de más de 70 años que el día de su graduación pasan al frente a leer un capítulo de la Biblia, y es algo que no solo me hacía llorar de emoción, sino que produce gran satisfacción a los facilitadores, también a los familiares y a la iglesia que hizo posible esta transformación. ¡Maravillosa transformación de Comunicación!

     

    Pasemos al texto de la mujer sirofenicia

    Aquí vemos que desde el punto de vista comunicacional, aún las personas con menos “conocimiento teológico” pueden darnos grandes lecciones. Lea todo el texto completo. Tal vez nos suene algo un poco duro lo que Jesús dice”. Estoy seguro que él estaba buscando esta comunicación para enseñar una lección valiosa de comunicación para nosotros hoy. “Sí, Señor… pero hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan los hijos” (7.28).

    No me quedan dudas que esta fue una de las mejores respuestas teológicas presentadas en el evangelio a Jesús. Creería que la sabiduría popular de la gente sencilla y pobre de mi país, aún la de los analfabetos, muchas veces está cargada de vivencias y conocimientos que no se aprenden en la escuela, ni en las universidades, y ni siquiera en los seminarios teológicos. Deberíamos comunicarnos y saber escuchar a todo tipo de personas, y por sobre todo a los menos favorecidos por lo material.

    Conociendo de primera mano, he aprendido grandes lecciones de personas analfabetas y también de personas que toda su vida estuvieron aisladas de la comunidad por la enfermedad de la lepra.

     

    Como la tradición afecta nuestra comunicación

    Aquí veo que Jesús tiene un debate con fariseos y maestros de la ley sobre el tema del lavado de manos, copas, jarras y bandejas (7.3-4)

    Esto que Jesús señala no tiene nada que ver con el lavarnos las manos por el tema del Covid-19. Aquí vemos que esta gente hacía esto por una tradición, una rutina, era una especie de rito.

    Aquí veo claramente el peligro de caer en la repetición de alguna cosa (lavarse las manos, orar antes de comer o dormir, repetir el Padre nuestro, o cualquier otra cosa), sin entender el significado de lo que estamos haciendo.

    Todos corremos el peligro de repetir cosas automáticamente, o con la cabeza vacía.

    Creería que “la tradición”, especialmente relacionada a lo religioso tiene una tremenda fuerza, que lleva hacer, una y otra vez cosas que no tienen el menor sentido. Solo basta ver por ejemplo en Filipinas la tradición de crucificar literalmente a personas en una cruz en Semana Santa. Cada país, cada "religión", y cada persona tiene “sus tradiciones”.

    Peor aún: cada iglesia evangélica tiene sus tradiciones. Usted tal vez piensa que me he vuelto loco… pero sí. Todos corremos el peligro de ser arrastrados por la fuerza de “la tradición”. En mi caso personal he sido durante 20 años miembro de la religión Adventista del séptimo día (esto fue entre 1979 y 1999) , y durante algún tiempo misionero y pastor de la misma.

    Si hay algo que me causa cierta gracia, era la gran tradición que todos teníamos, vertiente de costumbres derivadas de la enseñanza de la Sra. Elena G. de White. Esa señora a la que no tuve el privilegio de conocer personalmente, dejó tantas tradiciones que todos teníamos como “palabra de Dios”. Era tan fuerte este fenómeno que uno no lograba distinguir claramente qué cosa era presentada por la Biblia, y qué cosa era presentada por la “hermana White”.

    El mismo error de los adventistas puede tener cualquier iglesia que pasa buscando a llegar a más gente en base a "su tradición". Por supuesto... para identificar cualquier "tradición peligrosa" solo basta preguntar. ¿Las personas que la practican buscan salvarse a través de "esa tradición"?

    Hoy actualmente pude recuperarme de tanta tradición, y buscar realmente aspectos relacionados con el evangelio, que no tienen nada que ver con el vino viejo de la tradición de la ley, ni nuevas leyes surgidas por ídolos humanos pasajeros.

     

    Termino con unas ideas

    Una transmisión que solo sea transmisión de unas fórmulas ortodoxas o unas rúbricas litúrgicas conducirá siempre a una asfixia mortal. Por contraste, la transmisión del evangelio y del espíritu comunicacional de Jesús trae un despertar y un avivamiento que produce vida nueva, comunicación viva y esperanzadora, una comunicación eficaz.

    Los “cristianos sordos” al mensaje del evangelio de Jesús, siempre serán “unos tartamudos” al tratar de compartir “su tradición”

    El Señor nos libere de los terribles males de la tradición, y de la comunicación producto de un corazón sin el amor de Dios: "Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro contaminan a la persona" 7. 21-23.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Mr 7: la vida del Evangelio y la asfixia de la tradición

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