Abdías: la comunicación arrogante acaba mal

Debemos tener mucho cuidado con lo que pensamos y sentimos, ya se traduce en actos comunicativos.

    10 DE ENERO DE 2021 · 08:00

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    Heather M. Edwards, Unsplash

    El libro de Abdías es el más corto del Antiguo Testamento, solamente con 21 versículos, dedicado a los edomitas. Uno lo puede leer en unos pocos minutos de manera completa.

    Pero no por eso es un libro menos importante que los demás.

    Pero ¿quiénes eran los edomitas?

    El profeta Abdías escribe contra el pueblo de Edom, quienes son los descendientes de Esaú. De Jacob surge Israel, y de Esaú surge Edom. Los edomitas vivían al sur este del reino del Sur (Judá), en una tierra caracterizada por montañas y de difícil acceso.

    La ciudad más conocida es Petra, que fue literalmente cavada en la roca, y hasta hoy día es un atractivo turístico muy importante. Tal vez usted puede ver en Youtube algo sobre Petra si no lo ha visto antes, y quedará muy sorprendido.

    Bueno, el tema principal del libro es la arrogancia y el orgullo de Edom, posiblemente ante la cautividad de Judá por parte de los Babilonios y el rey Nabucodonosor.

    Pareciera que los Edomitas se regocijaron, se burlaron de sus parientes israelitas, y no solo eso, sino que fueron y recogieron todas las sobras que no llevó Nabucodonosor. Arrasaron con todo lo que había e incluso mataron a los pocos que quedaron (versículos 9 al 14).

    El pueblo de Edom recibe una tremenda reprimenda por lo que les hicieron a sus parientes.

    Pero ¿qué tiene que ver esto con comunicación?

    En Abdías hay mucho sobre comunicación. Es algo muy interesante que la mayoría de nuestras emociones y sentimientos se reflejan, a veces de manera espontánea, en nuestra comunicación.

    Veamos: Soberbia (v.3); Deseos de poder (v.4); Violencia (v.10); Burla (v. 12); Arrogancia (v.12); Codicia (v.13); Venganza (v.14); Quizá alguien encuentre algunos más.

    Aquí creo que está el tema central del libro. El Señor mira mucho más allá de lo que decimos o hacemos. Él mira las intenciones del corazón.

    Aplicando las ideas del mensaje, debemos tener mucho cuidado con lo que pensamos y sentimos, ya que eso se traduce en actos y en actos comunicativos.

    Me siento triste cuando muchos llamados hermanos cristianos de alguna manera con arrogancia y soberbia quieren imponer los dictados de su corazón. Yo les pido perdón, porque muchas veces lo he hecho, pero luego me siento mal.

    Esta semana se armó una discusión no muy agradable en Facebook sobre mi artículo de la semana pasada sobre Amós y la justicia social. No diré aquí nada para defenderme, pero pude percibir insultos y agresiones injustificadas hacia mi persona. Yo me pregunto ¿por qué no arrancan de sus Biblias el libro de Amós si tanto les molesta?

    Bueno, pasaré a otro tema un poco más importante.

    Ayer quedé pasmado, estupefacto, ante los sucesos de violencia en el Capitolio en la ciudad de Washington DC.

    Ya en Paraguay una horda de inadaptados se metió en marzo de 2017 al Congreso Nacional y le prendieron fuego. Bueno, Paraguay, uno puede esperar esto de un país Sudamericano. El tema era que un orgulloso y prepotente personaje quería violar la Constitución para perpetuarse eternamente en el poder.

    Lo de ayer en Washington, uno podría haberse imaginado que alguien podría tirar un balde de agua helada sobre algún congresista… Pero tiraron el balde de agua helada sobre todo el planeta tierra. Yo no podía creerlo. Allí un arrogante y soberbio político incitó a la gente a que defendieran el poder sin importar el precio. Bueno, fue un suicidio político, pero queda una reflexión sobre el tema.

    En mi blog tengo un extenso artículo sobre los peligros del poder. Y cuando uno tiene más y más poder, este tema se vuelve muy peligroso. Es impresionante lo que alguien puede lograr escribiendo algunas palabras en Twitter.

    Bueno, terminemos con esto. Mi reflexión final es que Abdías nos hace un llamado a analizar nuestras motivaciones, ya que estas, tarde o temprano se convertirán en Comunicación.

    ¡Bendiciones y hasta la próxima semana!

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Abdías: la comunicación arrogante acaba mal

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