La teología de la misión integral de la iglesia: la FTL

Se cumplen 50 años de la Fraternidad Teológica Latinoamericana.

25 DE JULIO DE 2020 · 08:00

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Web de la Fraternidad Teológica Latinoamericana

Luego de mi autoexilio de una teología absolutista el año 1999 tuve la oportunidad de conocer diversas corrientes teológicas de las cuales conocía muy poco. Era frecuente en ese momento que asistiera a 3 o más denominaciones cada semana, en busca de algo diferente.

Para el año 2.000 ya establecido en una comunidad Anabautista me parecía que tenía que existir algo un poco más revolucionario. Y fue entonces cuando comencé a asistir a encuentros y talleres de la FTL. Asistí en poco tiempo a varios encuentros con teólogos como Juan Stam, Robinson Cavalcantti, Marcos Baker y Justo González.

Quedé asombrado por el conocimiento bíblico y su compromiso con las realidades sociales de América Latina. Claro que compré varios libros de estos autores, y me convertí en un “efetelista” o tal vez “efeteliano”.

Me entusiasmó la propuesta de trabajar de tiempo completo por 10 años en Alfalit del Paraguay asistiendo a las iglesias con capacitaciones y materiales con el fin de llegar a aquellos analfabetos (en ese entonces unos 500.000 en Paraguay), algo que se relacionaba perfectamente con la teología de la misión integral de la iglesia.

Años después incluso me dieron la cátedra de Teología Latinoamericana en un seminario Metodista Coreano.

Aunque hoy no estoy vinculado a la FTL directamente sigo regularmente sus encuentros y materiales publicados.

Hablaré algunos aspectos que los llevo asimilado en mi derrotero relacionado a la teología de la misión integral de la iglesia.

  • El vocablo misión significa que alguien es enviado por alguien, viene del latín missio (la acción de enviar), que puede corresponder al griego apostello (enviar).       
  • La misión no es invento del ser humano, sino que es la iniciativa de Dios como parte de su plan soberano de salvación para la humanidad.
  • Es importante que los líderes de las iglesias, los educadores y los pastores, reconozcan, valoren y tomen a la iglesia local como la estrategia de Dios para cumplir su misión en el mundo.
  • La iglesia local es parte del Cuerpo de Cristo de todos los tiempos y lugares, pero, sobre todo, es la expresión del Cuerpo de Cristo en la sociedad donde se encuentra ubicada; es el pueblo misionero de Dios, es visible y está llamada a ejercer una función transformadora en todos los aspectos de la vida.
  • El desarrollo de las iglesias locales debería ser integral, es decir: en todos los aspectos. El desarrollo de las iglesias locales debe ser como el desarrollo de las personas. El ser humano necesita desarrollarse física, intelectual, emocional y espiritualmente. No le sirve de mucho al hombre y a la mujer lograr un cuerpo físico bien desarrollado, si intelectualmente no ha crecido en lo absoluto; tampoco le sirve mucho crecer espiritualmente si descuida el aspecto emocional, pues carecería de estabilidad emocional. Así que, el hombre y la mujer serán desarrollados si crecen físicamente, intelectualmente, emocionalmente, socialmente y espiritualmente.

Con la misma claridad con que se define la relación entre Cristo y el creyente, la biblia define la relación entre el creyente y los miembros de su familia, los vecinos en su comunidad y los conciudadanos de su nación o país.

La expresión “Misión integral” se gestó principalmente entre un núcleo de teólogos evangélicos denominado “Fraternidad Teológica Latinoamericana” (FTL) que funciona a partir de diciembre de 1970.

El término “Misión Integral”, fue en realidad, un intento por destacar la importancia de concebir la misión de la iglesia dentro de un marco de referencia teológico más bíblico que el “tradicional”, que se había predicado anteriormente (salvar el alma pero no el cuerpo).

Ya en 1961, la CELA II (Conferencia Evangélica Latinoamericana)  recomendaba a las iglesias latinoamericanas la creación de amplios programas de A.S.C. (Acción social comunitaria)  y de servicios sociales para poner en acción todos los recursos disponibles para prevenir y solucionar los problemas sociales y económicos más agudos de nuestros países, como también para contribuir a aliviar el dolor humano de nuestro medio.

Según CLADE I (Congreso  Latinoamericano de Evangelización, 1969): «Los hombres no podrán construir el reino de Dios sobre la tierra, pero la acción social evangélica contribuirá a crear un mundo mejor como anticipo».

El CLADE I fue el puntapié para la organización de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL).  Luego se realizaron otros congresos ya organizados por la FTL, CLADE II en 1979, CLADE III en 1992, CLADE IV en 2000 y CLADE V en 2012.

Los Congresos Latinoamericanos de Evangelización (CLADE) fueron eventos de encuentro, reflexión y planificación de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) sobre la misión integral de la iglesia.

La teología de la Misión Integral con identidad latinoamericana ha surgido del esfuerzo de muchos teólogos, pastores y líderes eclesiales que, viendo la necesidad de una expresión teológica autóctona y consecuente con el contexto de las necesidades del pueblo latinoamericano, se han volcado a la tarea de reflexionar sobre el texto bíblico y la aplicación de su verdad a la vida cotidiana contemporánea en todos sus aspectos.

La mayoría de los materiales enfocados en esta teología fueron publicados en español por ediciones Kairós, de Buenos Aires, Argentina, aunque los autores son teólogos de diferentes países. No todas las iglesias conocen esta teología. Muchos nunca escucharon el término “Misión integral de la iglesia” y algunos incluso lo rechazan.

Los que iniciaron la teología de la Misión integral de la iglesia partieron del hecho de observar a un pueblo de Dios espiritualizado, culto-céntrico y escapista que, con interpretaciones dualistas sobre su responsabilidad ante el mundo,  y esto postergó el accionar del cambio y la apertura de expresiones de esperanza para miles de personas en necesidad.

Lo normal era encontrarse frecuentemente ante un mundo latinoamericano ávido de preguntas pero vacío de respuestas, y esto llevó a la toma de conciencia de la necesidad de un cambio de percepción acerca de la identidad de la Iglesia.

Como diría René Padilla, «el cambio que se requiere para que la idea de la Misión Integral se encarne en la vida de la iglesia tiene que ver con la manera de concebir la relación de la Iglesia con el mundo»

Como señaló John Stott: “Por lo tanto, el estereotipo evangélico ha sido de espiritualizar el evangelio, y negar sus implicaciones sociales, mientras que el estereotipo ecuménico ha sido para politizar, y negar su oferta de salvación a los pecadores. Esta polarización ha sido un desastre”.

La evangelización y la participación en el desarrollo comunitario forman parte del deber del cristiano. Por tanto, son expresiones necesarias de nuestra doctrina de Dios y del hombre, el amor por nuestro prójimo y nuestra obediencia a Jesucristo.                    

El mensaje de la salvación implica también un mensaje de juicio a toda forma de alienación, opresión y discriminación, y no debemos temer el denunciar el mal y la injusticia dondequiera que existan.

“Bienaventurado el que piensa en el pobre, en el día malo lo librará Dios” Salmo 41:1

Es importante señalar que la responsabilidad social se ha desarrollado en los últimos siglos muchas veces sin mucha teoría pero se ve como positivo que se haya buscado presentarla en un formato académico que permite un mejor análisis actual.

La responsabilidad social cristiana está condensada en el Pacto de Lausana de la siguiente manera: “Afirmamos que Dios es no sólo el Creador sino el Juez de todos los hombres. Por lo tanto, deberíamos compartir en preocupación a favor de la justicia y la reconciliación a lo largo y ancho de la sociedad humana y a favor de la liberación de los hombres de toda clase de opresión”.

Esto implica tres tipos de relaciones:

a) La acción social es una consecuencia y objetivo del evangelismo. El evangelismo es el medio por el cual Dios trae a la gente a un nuevo renacimiento y su nueva vida se manifiesta en el servicio a los demás;               

b) La acción social es puente al evangelismo;

c) La acción social lo acompaña como socio al evangelismo. Pero el evangelismo tiene cierta prioridad por cuanto a éste atañe el destino eterno de las personas y al traerles las buenas nuevas de salvación los cristianos están haciendo lo que nadie más puede hacer.

René Padilla, el máximo exponente de misión integral en América Latina sostiene:

“La proclamación del amor de Dios en Cristo Jesús es un aspecto ineludible de la misión cristiana. Sin embargo, tanto las Escrituras como la experiencia cristina ratifican que no basta hablar de Dios; sino que es necesario manifestarlo en acciones concretas orientadas al bien físico, socioeconómico, psicológico o espiritual del prójimo. Como lo expresa el apóstol Juan: “no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad” (1 Jn 3:18)… El tema de la misión integral está ligado íntimamente a la toma de conciencia de la responsabilidad social de la Iglesia, toma de conciencia que a su vez depende en gran medida del reconocimiento del carácter social de la vida humana. Desde la perspectiva de “evangelismo”, con su énfasis en la proclamación oral de las buenas de Jesucristo, el mensaje se dirige al individuo en aislamiento de su contexto social. Lo que busca primordialmente es la “salvación del alma”, haciendo caso omiso de las necesidades sociales, materiales y corporales del oyente en el presente. Desde la perspectiva de la misión integral, con su insistencia en la unidad del ser, el hacer y el decir de la Iglesia, el mensaje se dirige a la totalidad de la persona en comunidad. Lo que se busca es la transformación de la persona en todas las dimensiones de su vida, según el propósito de Dios, ahora y para siempre”

Cada iglesia está llamada a participar en la misión de Dios de manera integral. Su propósito debe ser  encarnar los valores del Reino de Dios y testificar del amor y la justicia revelados en Jesucristo, en el poder del Espíritu, en función de la transformación de la vida humana en todas sus dimensiones, tanto en el nivel personal como en el comunitario, en todos los campos de acción humana (en el hogar, en la empresa, en el hospital, en la universidad, en la oficina, en el taller, etc.).

Algunas de las premisas de la teología de la misión integral de la iglesia según Padilla son:

-          Todo cristiano es un misionero.

-          Todo el mundo es “campo misionero” y cada necesidad humana es una oportunidad de acción misionera.

-          Todo cristiano está llamado a seguir a Jesucristo y a comprometerse con la misión de Dios en el mundo.

-          La vida cristiana en todas sus dimensiones, a nivel personal y comunitario, es el testimonio primordial de la soberanía universal de Jesucristo y del poder transformador del Espíritu Santo.

Hoy en día la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) sigue los siguientes lineamientos:

Visión: Anhelamos una iglesia latinoamericana que — transformada por la Palabra y por el Espíritu — fermente todas las áreas de la vida de nuestros pueblos como agente del Reino de Dios y su justicia.

Misión: La FTL como parte de la iglesia, fomenta espacios fraternos de diálogo y reflexión bíblico-teológica desde América Latina.

Objetivos:

a.         Promover la reflexión teológica personal y comunitaria a partir del Evangelio y su significación para el ser humano y la sociedad en América Latina.

b. Constituir una plataforma de diálogo entre pensadores/as que confiesen a Jesucristo como Señor y Salvador y estén dispuestos/as a reflexionar a la luz de la Biblia a fin de comunicar y encarnar el evangelio en medio de las culturas latinoamericanas.

c. Contribuir a la vida y misión de las iglesias evangélicas en América Latina, sin pretender hablar en nombre de ellas ni asumir la posición de su vocero en el continente latinoamericano.

d. Promover la reflexión y el desarrollo de un pensamiento cristiano crítico, fiel al evangelio y pertinente a los nuevos retos que el mundo moderno plantea a la fe cristiana y a la vida cotidiana de las iglesias locales.

Quizá la organización de desarrollo comunitario más visible de la FTL es la “Red del Camino”, surgida en el CLADE IV (2000), que es un movimiento continental de líderes, iglesias y organizaciones cristianas identificadas con la Teología de la Misión Integral de la Iglesia. 

La Red del Camino funciona en varios países  impulsando el desarrollo comunitario integral en las iglesias. Aunque en la práctica, la Red del Camino no realiza ningún proyecto de desarrollo integral, sí vincula a las iglesias que realizan proyectos, comparten ideas y experiencias, capacita con cursos y charlas, y junta los mejores proyectos y experiencias en publicaciones de la Fraternidad Teológica Latinoamericana. Generalmente la Red del Camino funciona como red en cada país, aunque en varios países no se ha logrado que funcionara.

A pesar de los intentos de la Fraternidad Teológica Latinoamericana de llevar la Teología de la misión integral al campo práctico, en el último tiempo han surgido voces de dentro mismo de la organización, de que se había avanzado muy poco, y que había demasiadas ideas y muy poca realidad.

Esto llevó a que la FTL tuviera una reorganización con nuevos planes y nuevas estrategias. Está por verse si en el futuro esto se transformará realmente en modelos vivientes de desarrollo comunitario integral cristiano.

De todas formas, existan o no problemas en la FTL es una organización que ha marcado mi comprensión del evangelio y el evangelismo integral. Ojalá muchos pastores y líderes se interesen en el tema; Creo que personalmente si se hubiera trabajado el tema en más iglesias y ministerios quizá hubiéramos estado mejor preparados para enfrentar al Covid – 19.

Aunque por cuestiones particulares no creo que pueda volver al núcleo de la fraternidad, he aprendido mucho todo este tiempo, como lo señalé al principio, de los talleres con los grandes exponentes de la Misión Integral de la iglesia, con muchos de sus libros, y con mi propia experiencia esos 10 años en Alfalit del Paraguay. Desde ya mis saludos cordiales y felicitaciones al Dr. René Padilla y a Samuel Escobar, pioneros, y a mis amigos personales al Dr. Juan Stam, al Dr. Marcos Baker y al Dr. Flavio Florentín, por estos 50 años de impulsar una teología Latinoamericana.

 

Bibliografía:

Casal, E. Educación Teológica y misión.

Deiros, P. (1992). Historia del cristianismo en América Latina.

Escobar, S. (2012). La responsabilidad social de la iglesia.

Fraternidad Teológica Latinoamericana http://ftl-al.com/

La Red del Camino http://www.lareddelcamino.net/

Ortíz, I. (2015) Crecimiento Evangélico y el reto de la  Transformación Integral de la  iglesia.

Movimiento de Lausana (2017). El pacto de Lausana.

Padilla, R. (2000). Misión integral y evangelización

Padilla, R. (2001). Itinerario de la Misión Integral

Padilla, R. (2004). ¿Qué es la Misión Integral?

Padilla, R. & Yamamori, T. (Edits.) (2001) Misión integral y pobreza.

Solis, M. (2017). El impacto de la Teología de la Misión integral en la iglesia evangélica latinoamericana.

Voth, E. (2001). Bases Bíblicas para la misión integral en contexto de pobreza.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - La teología de la misión integral de la iglesia: la FTL