‘Cuando lea Usted este artículo, yo estaré muerto’

Artículo póstumo de Carlos Alberto Montaner que contrasta con la frase de Billy Graham antes de fallecer: “Cuando lean que murió Billy Graham no lo crean, estaré más vivo que nunca en la presencia de Dios”.

    16 DE JULIO DE 2023 · 08:00

    Carlos Alberto Montaner,carlos alberto montaner
    Carlos Alberto Montaner

    Con pasmosa y patética frialdad el renombrado periodista Carlos Alberto Montaner narró los últimos pasos que pusieron fin a su vida a través del suicidio asistido, lo que clínicamente se conoce como la eutanasia.

    Después de un diagnóstico médico terminal descrito como Parálisis Supranuclear Progresiva (PSP), un Párkinson atípico y más agresivo, Montaner expresa su voluntad de ponerle fin a su propia vida , tal como él dice, como un derecho que asumió de una forma “libre y digna”.

    Si dudas, que este destacado periodista tenía un especial ingenio para titular sus artículos, y este que cuenta los últimos pasos que lo encaminaron al final de su vida no fue menos.

    Leía las publicaciones de Montaner con frecuencia. Esta última la leí en más de una ocasión. Estaba buscando algo más allá de la crónica de una despedida anunciada. Buscaba al hombre que consciente y de manera definitiva va al encuentro con la muerte.

    Encontré en su lectura a un hombre que se presentó plácido y despejado, analítico como lo fue siempre, sin mayores aprensiones ni sustos. Un tipo que va de viaje y toma las cosas con calma y sin apuros. No niego que me impactó el sosiego y la naturalidad del relato.

    Montaner nos documentó su despedida desde la perspectiva del periodista, del ensayista, del ideólogo, no la del hombre que sencillamente se enfrenta la muerte. Desde esa perspectiva personal e íntima no nos dijo nada.

    Fue una despedida sin abrazos, sin lágrimas, sin suspiros, sin expresiones dolorosas ni nostálgicas. Todo fue oficioso, burocrático y formal en medio de un consenso familiar poco sensible, inexpresivo y frío, sin señales de ritual alguno.

    Lo cierto es que su artículo tenía un propósito ideológico con el que pretende influir más allá de su partida: “El propósito de este artículo es estimular el debate sobre la eutanasia: mi posición es apoyarla siempre que sea una elección voluntaria”.

    Frente a esta declaración claramente ideológica tiene que surgir por necesidad el debate ético. La pregunta es: ¿Hasta dónde la sociedad de hoy permitirá que los mecanismos jurídicos determinen quien debe vivir, cómo se debe vivir y cuando se quiere morir? Todo esto en nombre de la autonomía y la libre determinación del hombre sin tomar otros factores morales y trascendentes que no pueden ser ignorados.

    Carlos Alberto Montaner quiso mostrarnos que él vivió y se enfrentó a la con muerte con olímpico desdén y hasta con cierto desparpajo. Él entendió que ese era su derecho. Parece que no se dio cuenta que el derecho que él defendió desde su espacio y perspectiva política y ciudadana tiene un origen moral y ético.

    Hablamos de un derecho intrínseco y universal, un derecho del hombre, para el hombre y que nació con el hombre para establecer y consagrar su dignidad. Un derecho que no surgió del vacío o de la nada, sino que tiene origen en el carácter moral y santo del Dios que hizo los cielos y la tierra, del Dios que da la vida y también la quita.

    Se trata del Dios que expresa en su Palabra la medida suprema de la vida y su carácter sagrado. Eso se llama dignidad de la vida, dignidad humana.

    El último y supremo referente de la dignidad y el derecho no puede ser el hombre, por la fuerza moral y el orden del universo que está más allá de la compresión humana, tiene que ser Dios. El punto que marca el inicio de la vida y el que también marca su final, no puede limitarse al tiempo cronometrado en un calendario, el tiempo sobre el que se define la existencia del ser humano se llama eternidad, una dimensión inabarcable e infinita por la que transitamos y a la que solo nos aproximamos a su entendimiento cuando tenemos como referente final a Dios.

    Es innegable que la enfermedad, el sufrimiento, el dolor y la misma muerte son realidades de carácter complejo en las que hay zonas misteriosas que producen ciertos vértigos existenciales que nos dejan perplejos y al margen de explicaciones limitadas y parciales, pero también es cierto que más allá de nuestros pareceres y creencias personales existe una supra realidad que no es sensato desconocer. Como dijo uno de los personajes de la novela “Perromundo” del mismo Montaner, frente a la agonía mortal de un compañero de combate: “Te imaginas la enorme inmadurez del que gime; y luego te percatas de que también es absurdo, de que también es ridículo, enfrentarse a la muerte con aires de solemnidad”.

    La verdad es que existe un afán ideológico por trivializar la vida, y Montaner logró con buen nivel de acierto utilizar su muerte asistida para dejarnos sus creencias. Su artículo termina como si estuviera despidiéndose de una charla de amigos en la esquina de una ciudad cualquiera: “No le doy más la lata, querido lector. Adiós”. Sin embargo, la muerte, en algún instante, por breve que este sea, seguirá siendo un fenómeno dramático y conmovedor que no puede ser disimulado con relatos que buscan escamotear, muy especialmente cuando no se tiene esperanza, su realidad aterrante y siniestra.

    El chocante título de “Cuando usted lea este artículo yo estaré muerto”, además de su contenido me trajo la caminata de Marcelo, el soldado romano que en el libro el “Mártir de las catacumbas”, recorre la Via Apia con todos los monumentos de los nobles y grandes que habían fallecidos en épocas pasadas y en cuyos epitafios no aparece un ápice de esperanza más allá de los triunfos y las glorias alcanzadas en esta tierra. Así, en la lectura de este artículo de Montaner, tampoco encontré ningún un presagio esperanzador más allá de su brillante carrera de periodista y escritor que con tanta pasión y talento ejerció aquí en esta tierra.

    Por eso, más que consignas y eslóganes pegajosos de ocasión, tenemos que impulsar una teología que como cristianos nos permita defender la vida de manera eficaz en medio de este enconado debate cultural e ideológico en que tenemos que mantener la fe firme en nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

    Este artículo póstumo de Carlos Alberto Montaner me recordó, por contraste, la frase de Billy Graham antes de partir de esta tierra: “Cuando ustedes lean que murió Billy Graham, no lo crean, yo estaré más vivo que nunca en la presencia del Señor”.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Para vivir la fe - ‘Cuando lea Usted este artículo, yo estaré muerto’

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