Urge una Comisión Permanente del Día de la Biblia
Urge establecer un Comité Permanente del Día Nacional de la Biblia que no se limite a eventos anuales, sino que realice todo el año programas de impacto en nuestra población.
25 DE SEPTIEMBRE DE 2025 · 08:00
Los esfuerzos de la comunidad evangélica para que la Biblia sea leída en las escuelas se remontan a 1986. En ese entonces, el licenciado Elías Wessin Chávez, desde la Cámara de Diputados, tomó la iniciativa de introducir el proyecto de Ley de Lectura e Instrucción Bíblica en las Escuelas Públicas. Sin embargo, la propuesta tuvo escasa resonancia dentro de la comunidad evangélica, marcada en ese momento por la falta de unidad, y fue duramente atacada por diversos sectores que se oponían.
Fue en 1999 cuando el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) retomó el proyecto, logrando finalmente su aprobación y promulgación en el año 2000. El proceso previo a la aprobación de la Ley (44-00) de Lectura Bíblica en las Escuelas estuvo marcado por un debate intenso en medios y en el Congreso, donde líderes evangélicos defendieron con firmeza la iniciativa. Sin embargo, tras la aprobación, el entusiasmo se diluyó: no se elaboraron reglamentos, manuales ni planes de trabajo que aseguraran su implementación efectiva.
Durante 25 años, los evangélicos no dieron el seguimiento necesario, lo que refleja una tendencia a la movilización apasionada en momentos decisivos, pero con poca disposición para tareas de coordinación y aplicación práctica. El reto no era solo aprobar la ley, sino diseñar una metodología pedagógica clara, con contenidos bíblicos pertinentes y accesibles para los estudiantes. Esto no se cumplió debido a la falta de voluntad y al enfoque de muchos líderes en sus ministerios particulares. Además, el problema se extiende a las propias iglesias, donde la instrucción bíblica se ha debilitado y en muchos casos se ha descuidado la enseñanza sistemática, especialmente en la niñez y juventud.
En conclusión, la falta de impacto de la ley recae principalmente en los evangélicos, quienes no asumieron con responsabilidad la tarea. El desafío pendiente sigue siendo dar a la Biblia el lugar que merece en la formación de las nuevas generaciones
Una Comisión Permanente del Día de la Biblia
Es evidente que, a lo largo de la historia, todas las ideologías humanas que han pretendido traer redención han fracasado. En contraste, el único mensaje que ha permanecido con luz y poder transformador es el Evangelio de Jesucristo, revelado en las Sagradas Escrituras. La Biblia sigue siendo el referente supremo de vida, esperanza y salvación, presente y futura, para toda la humanidad.
No podemos verla como un manual de fórmulas pasajeras para aliviar frustraciones, sino como un libro que enseña a pensar y a vivir en plenitud. Como bien ha señalado Joselyn Rivera al comentar uno de mis artículos, la Biblia no se limita a la vida privada: es guía para la vida comunitaria.
Hoy, en una sociedad que clama por justicia, paz y esperanza, los cristianos estamos llamados a reflejar los principios del Reino de Dios en todos los ámbitos: familia, comunidad, política, economía y vida pública. Solo cuando la comunidad de fe se acerca a la Palabra con humildad y apertura, surge una transformación real. La Biblia debe ser leída y vivida en comunidad, porque allí radica su poder renovador.
Por todo esto, urge establecer un Comité Permanente del Día Nacional de la Biblia, que no se limite a la organización de eventos anuales, sino que planifique y ejecute durante todo el año programas de impacto en nuestra población que contribuyan a la unificación de esfuerzos que apunten a dar a conocer la Biblia, no solo como el libro de una agrupación religiosa, sino como lo que es: la revelación de Dios para toda la humanidad.
Este comité debería integrar representantes de instituciones como la Universidad Nacional Evangélica, la Sociedad Bíblica Dominicana, Visión Mundial, CONACOPE, la Mesa de Diálogo, CODUE, la Oficina de Enlace del Poder Ejecutivo con las Iglesias, concilios, ministerios y entidades afines.
Su misión: promover una agenda de acciones concretas que eleven la conciencia nacional sobre la importancia de la Biblia como la revelación del Dios único y todopoderoso, quien ha compartido con la humanidad su plan de vida eterna.
La necesidad es clara. El momento es ahora.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Para vivir la fe - Urge una Comisión Permanente del Día de la Biblia