Josué De Jesús: in memoriam
Considero que fue el más sobresaliente y talentoso cantante evangélico de mi generación.
23 DE ABRIL DE 2023 · 08:00

El próximo 26 de abril de este año 2023 se cumplen 5 años de la partida de mi gran amigo Josué de Jesús, a quien considero que fue el más sobresaliente y talentoso cantante evangélico de mi generación.
Quiero en esta ocasión poner algunas líneas sobre él, porque en el momento de su partida no pude siquiera poner una nota de pesar. La crisis de salud que me afectó a lo largo del 2018 había alcanzado su punto más agudo y por esto no pude estar presente en sus honras fúnebres y me limitó a un total silencio.
Josué y yo nos conocimos muy jóvenes, hicimos gran empatía. Yo era presidente de la sociedad de jóvenes de la Iglesia de Cristo Misionera de la calle doctor Betances del Ensanche Capotillo, y él era el líder del grupo musical Luces de Sión. Con frecuencia lo invitaba a la iglesia. Para ese entonces el vocalista de planta de la agrupación era Roberto Ángel, un excelente interpreté. Josué cantaba casi siempre un par de canciones, no más.
Recuerdo que una ocasión pasé por la iglesia Arca de Salvación de la José Martí, y les dije a los muchachos que lo necesitaba el sábado en mi iglesia. Me dijeron que no podían hacerlo ese sábado, Roberto Ángel había dejado la agrupación y no sabían cómo iban a seguir hacia adelante. “Eso no es problema le dije, vamos para allá, a Josué que las cante todas”. Esa fue una noche gloriosa. Recuerdo que Samuel nunca olvidó esa noche y siempre me decía, “tu fuiste quien estrenaste a Josué como cantante de planta del grupo”.
“Luces de Sion” fue toda una época en la música evangélica de su tiempo. Ellos fueron los primeros que nos enseñaron que la música evangélica podía tener gran impacto en nuestra juventud y más allá. Era un grupo musical con mucho carisma, personalidad y gran unción. Ellos tocaron en la mayoría de las iglesias de nuestros barrios y pueblos. Sus presentaciones atraían grandes cantidades de jóvenes, y sus presentaciones eran verdaderos recitales.
“Luces de Sion” tuvo presencia en algunos países latinoamericanos, pero pudo llegar más lejos. Hay que decir que fue un proyecto que no completó su llamado, que se truncó a destiempo. Pero a pesar de eso, siempre tendrán que ser recordados como pioneros. Su música se ha quedado en el recuerdo de toda una generación, que sin dudas los evoca con nostalgia, y hasta con cierto reproche. Pudieron hacer más.
Temo que el tenue recuerdo de esta época se pierda en los próximos diez o quince años. Pienso que alguien debe recopilar la historia, no solo de “Luces de Sion”, sino de toda una pléyade de cantantes y músicos que abrió las primeras trochas de las grandes avenidas por la que transita el arte evangélico actual.
Yo era amigo y gran admirador de Josué. También tuvimos nuestros pleitos. Él se fue a vivir fuera y yo cerré una cercana amistad con Samuel su hermano. Le dimos atento seguimiento al ministerio de Josué, pero ambos sabíamos que Josué estaba equivocado. Josué durante un tiempo (largo, por cierto, más de una década) quiso innovar más allá del talento que el Señor le había dado, quería escenarios de alto nivel y hacer producciones de gran revuelo y alcance. Logró hacer muy poco en esa dirección. Dios le había dado suficiente talento a Josué. Él solo tenía que abrir la boca y cantar, el Señor se encargaría del resto.
Josué durante este tiempo vivió una lucha existencial, una crisis de su fe y llamado. Siempre fue un cristiano apasionado y sincero, pero él quería cantar en unos escenarios y el Señor lo quería en otros, y como nos pasa a la gente de Dios, por más que peleemos con Él, Él siempre gana.
El quería viajar a Tarsis, pero el Señor lo había llamado a Nínive. Josué no alcanzó todo lo que pudo, sus últimos años lo pasó en la iglesia y trabajando para la iglesia. Sin dudas fue un gran talento y un tremendo hombre de Dios.
Mi último pleito con él fue por las redes. Estaba recopilando datos y organizando episodios de su vida en el arte. Le escribí para que conversáramos sobre el proyecto de un libro sobre su vida. Cuando le hablé de esto se desapareció de las redes y perdí el contacto con él como por seis meses, cuando apareció de nuevo le insistí en el proyecto, pero en ningún momento me mostró interés y simpatía por el mismo.
Una anécdota reveladora
Cuando venía al país no se movía muy fácil a cantar en una iglesia, en ocasiones nos visitó y ni Samuel ni yo pudimos llevarlo a cantar a ningún lugar. En una ocasión estaba de visita José Ferrer, un cantante muy popular en el país. Era un sábado, Samuel andaba mi carro, recogió a José Ferrer, me recogió a mí en mi casa y pasamos a recoger a Josué que estaba en Los Minas.
Llegamos a la Iglesia de Esperanza López en el Ensanche Luperón que estaba repleta esperando a José Ferrer. “Josué cántate un par de canciones antes de que se presente Ferrer”, recuerdo que le dije en esa ocasión. Josué se animó a cantar. Lo hizo con la unción, la fuerza y el extraordinario talento que el Señor le había dado. Aquello fue glorioso. Cuando llevamos a Josué a Los Mimas, José Ferrer le dijo a Samuel: “Si quieres que yo siga cantando aquí en República Dominicana no vuelva a poner ese moreno hermano tuyo a cantar delante de mí”.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Para vivir la fe - Josué De Jesús: in memoriam