Tercer y último viaje misionero de Pablo

Hechos 19-20, de Antioquía de Siria a Éfeso, un viaje intenso lleno de lecciones espirituales.

16 DE ENERO DE 2022 · 08:00

Porapak Apichodilok, Unsplash,mano con mundo
Porapak Apichodilok, Unsplash

Llegamos al tercer viaje misionero de Pablo. En realidad este será el último, relatado en forma más breve que los anteriores. El siguiente viaje es a Roma, también una misión importante, sin marcha atrás. El tercer viaje inicia en 18.23, saliendo de Antioquía de Siria (la iglesia madre). Fue visitando las congregaciones pero su actividad se centra especialmente en la ciudad de Éfeso.

Se relata la capacitación dada por Priscila y Aquila a Apolos, quién es enviado a Acaya, destacándose por una predicación vigorosa, convincente y lleno del espíritu fervoroso (18.23-28). Aquí vemos la importancia de la formación teológica, impartida por este matrimonio de fabricantes de tiendas.

Es interesante cómo en 19.1-7 también hay un proceso de avance o crecimiento espiritual en un grupo de personas que habían recibido el bautismo de Juan el Bautista, y aquí reciben el bautismo del Espíritu Santo. Debemos recordar siempre que siempre la función del Espíritu Santo es exaltar a Jesucristo.

Vemos a Pablo predicar durante 3 meses en la sinagoga (19.8-10) y luego diariamente, durante dos años, en la escuela de uno llamado Tirano. Judíos y griegos asistían a estas clases.

Luego en 19. 11-16, vemos milagros y una interesante historia sobre unos falsos predicadores que intentaron expulsar demonios en nombre de Jesús, imitando a Pablo. Un demonio les persigue y tienen que huir desnudos y heridos.

Aquí Justo Gonzáles, llama a este demonio «El demonio sarcástico». (je, je; no creo que para los hijos de Esceva haya sido muy simpático)...

En 19. 17-20 vemos que el pueblo cree en la predicación de Pedro y traen una tremenda cantidad de libros de hechicerías y magia y le prenden fuego. Éfeso era una ciudad de producción de libros de magia en esa época.

Pablo aquí es como que va despidiéndose (19. 21-22), sabiendo que su vida terrenal estaba próxima a terminar.

Luego vemos un tremendo alboroto en Éfeso, donde unos fabricantes y comerciantes de la fe en Artemisa, la diosa de la ciudad, acusan a Pablo y a los creyentes por temor de ser afectados en su negocio. Vale la pena leer todo el texto (19. 23-41). Vemos aquí el poder manipulador de las masas, ya que nadie entendía qué pasaba, y hay como 20.000 personas gritando, sin saber siquiera por qué estaban gritando.

Esto da bastante para analizar sobre los negocios de la fe, la teología de la prosperidad y la ética cristiana.

¡Cuánto daño hacen a la iglesia del Señor, la religión centrada en «el bolsillo»!

En el capítulo 20 Pablo sigue su viaje por Macedonia, Grecia y Troas. En Troas se relata la larga predicación de toda una noche de Pablo, y la muerte de Eutico, al caer desde un tercer piso. Pablo oró y Eutico resucitó (20.7-12).

Bueno es saber que no deberíamos predicar tan largo, pero bueno, perdonamos a Pablo ya que es su última visita a esta ciudad.

Vemos que en cada ciudad Pablo se va despidiendo, y las iglesias lloran y oran junto a Pablo. Vemos esto en Mileto (20.13-16) y luego en Éfeso (20. 17-38).

Es impresionante el valor de Pablo, y el afecto que le tenían en las iglesias. En Éfeso, el discurso de Pablo toca temas sobre su obra pasada como misionero, el presente, y también da un mensaje pastoral sobre el futuro de las iglesias, las amenazas y también las oportunidades que vendrán. Lea el texto completo, que es muy enriquecedor.

Vemos a un Pablo con el rol de pastor, de cuidar y animar a su rebaño. Estaba realizando una labor ministerial extraordinaria, mirando hacia adelante, en el momento donde él ya no estaría.

 

Algunas aplicaciones:

1.           ¡Cuán importante es la capacitación ministerial antes de ir a una misión! Esto es algo que se repite vez tras vez en Hechos, con Pablo, con Aquila y Priscila, con Timoteo, con Apolos, con los discípulos de Juan en Éfeso; y muchos otros que antes de salir de misión tuvieron un tiempo para profundizar en la Palabra de Dios y para cultivar una vida espiritual centrada en Jesucristo, guiados por el Espíritu Santo.

2.           La obra evangelizadora requiere de tiempo. No siempre es en un abrir y cerrar de ojos. Aquí vemos a Pablo, enseñando diariamente en Efeso, durante más de dos años.

3.           Con el nombre de Jesús no se juega. No sirve de mucho andar echando demonios en nombre de Jesús, si no conocemos realmente quién es Jesús.

4.           Resulta muy bueno, cada tanto revisar la casa, si no hay alguna cosa a la que hay que prenderle fuego. Libros de magia, o alguna otra cosa. Revise bien, que por allí quizá hay alguna cosa aún escondida. No hace falta que prenda fuego a su computadora o celular, pero ¿Qué tal prenderle fuego a cualquier página o libro que te apartan del Señor proponiéndote confiar en tus propias fuerzas?

5.           No somos eternos y no debemos construir «un liderazgo eterno». Recuerde la tragedia de Nabucodonosor quién quiso perpetuarse en el poder para siempre. Cuando Daniel dijo, «vendrá un reino después de ti»; él inmediatamente mandó construir una estatua toda de oro, donde él sería el rey «por siempre y para siempre». Pablo es consciente aquí que su ministerio está terminando. A veces nuestro ministerio va terminando, porque nos ponemos viejos, o a veces hay que ir a otro lugar. En mi caso personal, cuando me formé teológicamente, nos inculcaron que solo deberíamos estar 4 años en un lugar; y a veces menos. Recuerdo varias despedidas que tuve, 1994, 1995, 1996, 1998. (Sí, fueron 5 despedidas en 5 años. En realidad jamás pude cumplir la regla de los 4 años).

6.           Es muy bueno, muy saludable, para el pastor o misionero y para la iglesia, despedir con lágrimas y oración a quién fue el que estuvo pastoreando a la grey. No es bueno para una iglesia que el cargo de pastor sea un título vitalicio (por toda la vida).

7.           Cuidado con «el negocio de la fe». Cuidado con la manipulación de las masas. Cuidado con los intereses mezquinos. Cuidado con «la industrialización de la fe». Cuidado con Artemisa.

Hasta aquí. Bendiciones y ¡hasta la próxima!

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Tercer y último viaje misionero de Pablo