El éxito sólo viene de Dios
“SÍGUEME! 21 días de ayuno con Jesús”. DÍA 15: TENER ÉXITO.
21 DE ENERO DE 2019 · 13:00

Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído (Hechos 14:23).
Devocional:
La iglesia del primer siglo no contaba con todos los avances del siglo XXI y, sin embargo, tenía que enfrentar retos y peligros ajenos a nuestra época, al menos de este lado del globo. En consecuencia, tuvieron que recurrir a la ayuda sobrenatural de Dios mediante la oración y el ayuno.
Constituir ancianos, a saber, pastores en las iglesias que iban fundando, resultaba una tarea abrumadora y llena de preocupaciones. No eran egresados de algún instituto bíblico ni contaban con la preparación académica de nuestro tiempo.
Además, debían dejarlos solos a cargo de la obra por meses debido a las largas distancias y cortas comunicaciones. ¡Ni siquiera tenían Biblias! De manera que también se requería la intervención divina para sostenerlos y protegerlos, además de guiarlos.
Que la iglesia naciera y creciera fue un milagro. Todo esto nos da la clave del éxito: oración y ayuno para ser encomendados al Señor en quien creemos.
El éxito cristiano, tanto para la iglesia como para cualquier otra tarea, se basa en la mezcla de fuego y agua; pasión y fe; ayuno y oración.
Oramos y ayunamos creyendo que Dios nos lleva al éxito. Desde luego trabajamos esforzadamente, pero encomendados al Señor confiadamente.
La prosperidad y recursos de esta presente era pueden ser una gran tentación a la autosuficiencia.
Si se cuenta con finanzas, conocimientos y contactos suficientes, la oración se puede tornar en un telegrama al cielo como quien solicita un aval a sus planes personales. ¿Para qué orar? ¿Qué caso tiene privarse de alimentos y clamar por algo que aparentemente no necesita ayuda?
Esta suficiencia hace el ayuno y la oración aún más necesarios que para la iglesia del primer siglo, ya que no solo tenemos las mismas necesidades, sino que además creemos no necesitar nada.
Que tal pensamiento encienda nuestra fe moviéndonos a la antigua, pero eficaz forma del éxito: ayuno y oración llenos de fe.
El propósito del ayuno en este día:
Tener un año lleno de éxito en las distintas áreas de nuestra vida en una completa dependencia a Dios.
Oramos:
Padre, todo lo que tú haces tiene éxito y lleno de buenos resultados; queremos ser como tú. Te rogamos que prosperes toda obra de nuestras manos, gobierna nuestros cerebros e inspira nuestros corazones con tu Espíritu Santo; por Jesucristo que mora en nosotros. Amén.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Palabra viva - El éxito sólo viene de Dios