¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? (Isaías 58:6).

Devocional:

¿Cómo debo ayunar? Es una pregunta común de quienes lo practicamos. Interrogante dedicada a la forma del mismo; esto es, si solo de agua o incluyendo verduras; de cuántos días, si por horas, etc. Pero la respuesta del cielo va más allá que la abstinencia de alimentos, se enfoca en el propósito del ayuno.

En días de Isaías, algunos comenzaron a reclamar a Dios no escucharles a sus ayunos. Se abstuvieron de comida, pero no tenían lo que solicitaban.

La respuesta profética no se hizo esperar, estaban ayunando para propósitos egoístas y hasta mal intencionados o procurando el mal de su prójimo. Así que fueron amonestados al enfoque correcto de tan loable práctica: ayunen para desatar las ligaduras de impiedad; es decir, gemir por la libertad de otros librando con intercesión y acción social al hombre de la maldad.

Hay personas que desean comportarse correctamente pero están atados a pecados y hábitos, necesitan ayuda y tú y yo podemos arrancarlos del mal.

Clamar por el descanso de los cargados: soltar las cargas de opresión. Cargas de opresión es un modismo hebreo para referirse a ser amarrado o bajo una presión que aplasta, como un animal de carga.

Hay personas atadas a cargas de rencores, dolores, enfermedades, y toda clase de males que les impiden vivir. La vida cargada es muy cansada y semejante a la de las bestias. Por ejemplo, la Escritura nos habla de una mujer encorvada a la que el Señor enderezó. Los religiosos judíos se enojaron porque la soltó del espíritu de enfermedad en un día de reposo; entonces el Señor les llamó hipócritas, pues podían desatar a su asno en día de reposo, pero se oponían por prejuicios religiosos a que una mujer atada por 18 años fuera libre (Luc. 13:10-16).

¿Por qué habríamos de esforzarnos tanto por nuestro bien y dejar de procurar el bien de los cargados? ¡Ayunemos por ellos!

Insistir la libertad de los atados al dolor: y dejar ir libres a los quebrantados. Pelear en oración por aquellos que están sufriendo constantemente. Libre también se traduce como “exento”, es decir, ¡exento de quebrantos! Eso debemos conquistar para nuestros hermanos. Asegurarnos que nunca más vuelvan a romperles el corazón.

Interceder porque ningún ser humano sea esclavo: y que rompáis todo yugo. Tu intercesión puede cambiar vidas; hombres, mujeres y niños verán caer sus cadenas por tu ayuno. ¿Qué esperas? ¡Que no vuelva un hijo de Dios con acceso al maná a extrañar las cebollas de Egipto!

El propósito del ayuno en este día:

Liberar de toda opresión a cuantos sea posible.

Oramos:

Todopoderoso Dios, el precio pagado en la cruz y la resurrección e tu Hijo es suficiente para que toda cárcel esté abierta y todo preso sea libre. Clamamos por vidas sin opresión para nuestros familiares, amigos y conocidos en el Nombre de nuestro Libertador, el Señor Jesucristo. Amén.