¿Uno de los días más tristes de tu vida?

“Ufff ya es lunes” -dicen unos. Son los mismos que dirán más adelante: “gracias a Dios es viernes.” Pero esa no es la actitud que hace tener una buena semana. Los que tienen buenos días saben que, ¡este es el día que hizo el Señor, nos gozaremos y alegraremos en él! (Sal. 118:24).

¡Arriba! ¡Con actitud!

Respira hondo y emprende el día con entusiasmo. Puedes realizar proezas, ¿cómo lo sé? Simplemente porque Dios lo promete (Sal. 60:12).

Incluso si tuvieras que enfrentar algún asunto difícil este día, hazlo positivamente. Dijo alguien: “del otoño aprendí que, aunque las hojas caigan, el árbol sigue de pie.”

Sal a vivir como si te hubieses sacado la lotería; alégrate como si no pudieras morir; y vive como si el mundo fuese tuyo. Finalmente, en Cristo, todo esto es cierto.

Te lo dije en otra publicación: que el infierno tiemble cuando te levantes y el cielo te aplauda cuando vuelvas por la noche a tu cama.

Quien bien sabía esto era el rey David. Uno de los días más tristes que tuvo en su vida fue cuando los amalecitas aprovecharon su ausencia para llevar cautivas a sus mujeres e hijos, además de sus bienes. David se fortaleció en Dios y se lanzó en su búsqueda a fin de recuperarlos… y lo recuperó todo completamente sin faltarle absolutamente nada.

“Y no les faltó cosa alguna, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David” (1 Samuel 30:19).

Eso ha hecho nuestro Redentor: Cristo recobró todo lo que la humanidad había perdido con su caída sin faltar cosa alguna, chica ni grande, todo fue redimido.

• La verdadera salvación es total.
• El cristiano ha de recuperarlo todo.
• Leíste bien: ¡todo!

¿Qué perdiste? ¿Familia? ¿Bienes? ¿Dignidad? ¿Vida eterna?

Has tenido muchos golpes que los enemigos de tu alma te propinaron, la lista de cosas que te fueron robadas puede ser incalculable, más la buena noticia es que Dios mantuvo dicha lista en la memoria de su amor y en Cristo puedes recuperar cada renglón con lujo de detalle.

Caprichosamente puedes recobrarlo todo, nuestro Salvador es exhaustivamente minucioso. Lo ha tomado en forma personal y su honor va de por medio; por ello no predicamos un evangelio parcial de salvación del alma y miseria del cuerpo; ni de promesas para un cielo futuro, pero carentes de soluciones para hoy.

Nuestro evangelio es completo: Cristo ha pagado por todo, material y espiritual; de este siglo y del porvenir; celestial, pero también terrenal. Las tinieblas no se quedarán con nada de los que están en Cristo. Puedes ir por tu familia, por cada uno de ellos.

Puedes ir por tus bienes, con todos sus detalles. Puedes ir por la perfección cristiana, está incluido. Somos totalmente salvos. Mira el ministerio de Jesús y cómo salvaba en todos los rubros, ¿captas la idea?