Amor: danzar juntos en el fuego

Las muchas aguas no podrán apagar el amor,

ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre

todos los bienes de su casa por este amor,

de cierto lo menospreciarían (Cantares 8:7)

Hemos danzado juntos en el fuego...

El matrimonio requiere una causa más allá del matrimonio mismo; pues si su enfoque son cosas temporales, corre el riesgo de terminarse.

Los hijos crecerán y saldrán.

La economía podría fallar.

Incluso el amor humano es frágil.

Son demasiadas las pruebas que enfrenta una familia en este mundo como para resistir con la energía de la carne; entonces no se tratará de seguir casados, sino de seguir siendo uno.

El matrimonio que no solo dura, sino que es divertido, feliz y emocionante, necesita una causa más allá.

Necesita la causa eterna: danzar en el fuego, apasionarse con la pasión de Cristo y enfocarse en vivir el misterio de Dios.

Hemos danzado juntos en el fuego y no existe mejor escenario para el amor.