Bolivia, un país en busca del mar

Con Chile mantiene un contencioso que pide una salida libre y soberana al Océano Pacífico.

10 DE MARZO DE 2019 · 14:00

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Kal Visuals, Unsplash

Bolivia, un millón de kilómetros cuadrados, situado en la Cordillera Andina al sur de la América hispana, once millones de habitantes. Según la Organización Internacional para las Migraciones millón y medio de bolivianos han salido del país en busca de mejores condiciones de vida.

En España hay 240.000. Tiene muchas fronteras. Con Brasil, Paraguay, Argentina, Chile y Perú. No tiene mar.

Con Chile mantiene un contencioso que pide una salida libre y soberana al Océano Pacífico. Desde la fundación de la ONU en 1945 Bolivia ha estado denunciando en foros internacionales lo que considera un abuso por parte de Chile y un derecho de Bolivia.

El año 2013 demandó a Chile en la Corte Penal Internacional de la Haya abogando por negociar una salida al mar. El fallo del alto tribunal desestimó las alegaciones de Bolivia y se pronunció a favor de Chile. Una nueva apelación de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia en 2018 dio la razón otra vez a Chile y Bolivia continúa sin tener mar. El mar, la mar, como versificó Rafael Alberti. Otro poeta, el nicaragüense Rubén Darío, lanzó esta flor poética al fondo del océano:

“Mar armonioso, mar maravilloso, mar paternal, mar santo”. El igualmente poeta, el gaditano José María Pemán, agrandó el halago: “¡El mar amado, el mar apetecido, el mar, el mar, y no pensar en nada”.

 

Historia

La historia de Bolivia difiere poco de otras naciones hispanoamericanas. Antes de la conquista por España el territorio formaba parte del Imperio Inca. El portugués Alejo García atravesó el Chaco y llegó hasta el emplazamiento de la actual Sucre entre 1516 y 1524.

Hacia 1538 Gonzalo y Hernando Pizarro sometieron al alto Perú, nombre con que entonces se designaba al actual territorio boliviano. En mayo 1809 se inició en Chuquisaca el primer movimiento insurreccional, que halló eco en La Paz.

El país se declaró independiente el 6 de agosto 1825 con el nombre República de Bolivia. Desde su emancipación de España Bolivia se sumergió en un estado crónico de revoluciones, golpes de Estado y guerras civiles a lo largo de cincuenta años. Las elecciones de 2005-2006 para la presidencia del país dieron como ganador a Evo Morales Ayma. Morales fue reelegido presidente en 2009 y 2014. Su período de gestión debe terminar este año 2019.

 

Creencias

La historia del catolicismo en el actual territorio de Bolivia comienza con la nominación del primer obispo en 1551. Franciscanos, dominicos, agustinos y mercedarios se lanzaron a la conquista del país para el Vaticano. La primera Constitución política establecía: “la religión católica, apostólica, romana es la de la República…”.

Según el censo de 2015 en Bolivia hay actualmente seis millones de católicos nominales, dos millones de protestantes y en torno a un millón que se declaran ateos, agnósticos o simplemente antirreligiosos.

Entre las 280 instituciones no católicas registradas por el gobierno hay, aunque en grupos minoritarios, testigos de Jehová, mormones, musulmanes, judíos y budistas. Buena parte de la población indígena rinde culto a la Madre Tierra y al dios Pachamama. Algunos líderes indígenas han buscado desterrar todas las formas de cristianismo para revindicar sus creencias ancestrales. En 2009 el Tribunal Supremo decidió reconocer el Año Nuevo Aimara que festeja el retorno del sol.

 

Arte y literatura

Cuatro Enciclopedias que he consultado coinciden en decir que durante la colonia de España no existió en Bolivia una verdadera literatura. Tres de estas Enciclopedias mencionan a Antonio Calancha y Vicente Pazos. Al inicio de la República sobresale el historiador Gabriel René Moreno, “el principal referente de las letras bolivianas”.

En el libro “Últimos Días Coloniales en el Alto Perú”, de la Colección Panamericana, Adolfo Costa du Rels escribe 28 páginas sobre “La Historia Cultural de Bolivia”. Costa expone los diferentes géneros literarios y cita a los autores que más destacaron en cada uno de ellos. El libro se publicó en 1946. El tratado del autor se sitúa en el siglo XIX y primera parte del XX.

En novela señala a Santiago Vaca y Nataniel Aguirre; en poesía, Manuel José Cortés y Néstor Galindo; en historia, Pedro Kramer Bonetti y Miguel de los Santos; en teatro, Félix Reyes Ortiz y Claudio Pinilla; en ensayo, Villamil de Rada y Carlos César Bravo; en filosofía, Mamerto Agola Cuéllar, “un hombre modesto” y Luis Arce. “Hoy -dice Adolfo Costa- un equipo numeroso se alza en el horizonte. Mayores medios de instrucción, bibliotecas mejor equipadas, conferencias, circulación organizada del libro gracias a nuevas vías de circulación”.

 

Economía

La economía de Bolivia es pobre. El Producto Interior Bruto per cápita es uno de los más bajos de América Latina. El salario mínimo está en unos trescientos dólares al mes. Las actividades económicas más importantes están en la minería: el estaño, la plata y el cobre.

Las minas de plata, que ocupan un séptimo lugar en el mundo, han hecho de Potosí una ciudad muy conocida. En hidrocarburos Bolivia cuenta con la mayor reserva de gas natural de América del Sur. Sus exportaciones a Brasil y Argentina constituyen una importante fuente de ingresos. Por otro lado, Bolivia ocupa un segundo puesto mundial en el surgimiento y desarrollo de microempresas comerciales y de servicios.

 

Deporte y turismo

Al igual que en otros países de Sudamérica, el deporte más popular en Bolivia es el fútbol. La selección nacional tiene como mayores logros el campeonato de la Copa América 1963, el subcampeonato en 1997 y la participación en tres copas mundiales: Uruguay 1930, Brasil 1950 y Estados Unidos 1994.

El 82 por ciento del turismo que llega a Bolivia se concentra en La Paz, Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba. El año 2016 llegaron a Bolivia dos millones y medio de turistas, el 85 por ciento procedente de Europa y Estados Unidos.

Las agencias especializadas ofrecen circuitos a lo mejor de Bolivia: Santa Cruz, a 1670 metros sobre el nivel del mar y Tiahuanaco, su museo arqueológico. Tiahuanaco, construcciones arquitectónicas de gran belleza como el templo de Kalasasaya y la pirámide de Akapana. El lago Titicaca, que se puede recorrer en barca a motor.

La Paz vista a través del altiplano y las montañas nevadas de la Cordillera Real de los Andes. El Cerro Rico en la ciudad de Potosí, en su época la más importante veta de plata, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Sucre, la ciudad más antigua del país, también nombrada Patrimonio de la Humanidad.

Tantos son los atractivos turísticos de Bolivia que harían falta muchas páginas para describirlos todos o casi todos. Las amplias carreteras dan paso a caminos que datan del tiempo de los incas. No se debe eludir la ciudad de Tupiza, denominada “La Joya Bella de Bolivia”, enclavada en un hermoso valle.

En los tres libros de viajes que he escrito y publicado mantengo la misma convicción: cualquiera sea el destino del viajero debe mantener una observación precisa y, de ser posible, escribir lo que considere digno de ser compartido en pequeños cuadernos de viaje a fin de tener cosas seguras que contar.

Uno de los poetas que más destacan actualmente en Bolivia es Gabriel Chávez Casazola, nacido en Santa Cruz de la Sierra en 1972. Suyo es este poema titulado “Si he de morir lejos de mi tierra”.

                            Si he de morir lejos de mi tierra

                        -¿cuál es a estas alturas, mi pedazo de tierra aquí en la tierra?-

                           quiero que sea en el nordeste brasileño y que canten forró mientras

                            me llevan a algún cementerio pequeño y colorido en una playa.

    Que mi cortejo infúnebre esté compuesto por cordelistas y cantores de forró.

y que entre los cordelistas y cantores y xilografistas

esté la mujer más hermosa

que conocí nunca

y que bailaba el forró de Chico Sales

cierta noche de trópico extasiado en la ciudad de Palmas

después de la cual puedo morir tranquilo

pues no es preciso seguir buscando y tentando cifrar la belleza

aquí en la tierra si ya la contemplé y era magnífica

e intimidante y oscura como suele serlo

en estas tierras.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Países y culturas - Bolivia, un país en busca del mar