Frenan la destrucción del Tipnis con ayuda de evangélicos bolivianos

Marcial Fabricano lidera un movimiento que logra que Evo Morales no inicie la carretera que atravesaba el territorio protegido del Tipnis, en el corazón de la selva boliviana.

28 DE ENERO DE 2019 · 14:00

Marcial Fabricano,Marcial Fabricano
Marcial Fabricano

Recordarán la dramática entrevista con el dirigente indígena evangélico Marcial Fabricano que les compartí hace un año, “Evo Morales aplasta a indígenas del Tipnis para favorecer a sus cocaleros[1]. Fabricano levantaba desde Protestante Digital su herido grito al mundo en defensa de su tierra y de su pueblo, pisoteado por un gobernante populista, Evo Morales, que proyectaba una carretera que iba a atravesar el territorio protegido del Tipnis, en el corazón de la selva.

Marcial Fabricano destaca que esta lucha y estos resultados no son obra exclusiva de él ni de los evangélicos, sino que los evangélicos participan hombro con hombro con otros indígenas no evangélicos y con personas y colectivos no evangélicos que les han apoyado activamente

Hace unos días me llamó de nuevo mi hermana Fátima Oliva, una reconocida activista boliviana del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, diciéndome:

– Llama a Marcial, porque tiene buenas noticias que darte.

Hoy finalmente di con él. Por el teléfono percibí un ambiente diferente al de hace un año; el ritmo pausado de la charla de Marcial se enmarcaba en un entorno de paz alegrado por las risas de unos niños que se hacían oír al fondo. Está tranquilo, pero no se deja llevar por la ingenuidad.

P.–Fátima me ha dicho que Evo Morales ha paralizado la construcción de la carretera del Tipnis. Cuéntame las últimas noticias.

R.- Esa gente no es seria –comienza a decirme–.

El tono que usa es muy revelador; habla después de respirar hondo, y detrás de su entonación percibo docenas de compromisos rotos, amenazas y concesiones falsas, chantajes y engaños. Y percibo también la degradación de la autoridad moral de Morales, que a los ojos de los indígenas ha acrecentado su fuerza bruta con la misma intensidad con la que ha perdido su respeto.

Hemos resistido –continúa– y al final nos han dicho que van a parar la obra. Evo Morales aseguró inmediatamente que en algún momento la van a reiniciar, pero otras autoridades aseguran que no, que no hay presupuesto asignado y el proyecto no continuará. Han logrado construir dos puentes en la parte del proyecto que pasa por la zona del Tipnis que ocupan los cocaleros, y en la ruta de Sécure a S. Ignacio, pero esta ya está fuera de nuestro territorio. Nuestra resistencia ha sido grande.

P.– ¿Cómo has recibido esta noticia?

Se para un ratito, como quien se sienta y se detiene antes de disfrutar de un buen plato de majadito hecho con sus propias manos.

R.- La hemos recibido con la mejor fe, en la esperanza de que esa obra no se va a realizar: nosotros nos comprometemos a eso y nada nos va a parar.

Y hace una previsión de la coyuntura política que puede afectar a su lucha:

Evo Morales se quiere volver a postular para presidente, pero se enfrenta a la resistencia de la población. Es cierto que está gastando mucha plata en eso, y donde metes mucha plata es porque crees que vas a poder conseguir lo que quieres, pero otra cosa es la voluntad de la población.

P.- ¿Y qué apoyos tiene Evo entre la comunidad indígena del Tipnis?

R.- Tiene algunos adictos, que los compra con un kilito de azúcar y de arroz. En algún momento manipuló a algunos dirigentes, pero estos ya no son la voz de la población y no son ya reconocidos.

P.- Evo dice que la carretera facilitaría una mejor atención sanitaria de la población.

R.- No, porque los poblados no están en la ruta proyectada de la carretera. Lo que ayudaría sería que la atención sanitaria se hiciese en estrecha colaboración con nosotros, con una gestión nuestra, y lo mismo la educación.

Hace media hora estaba yo hablando con gente, y decía que este gobierno se tiene que retirar de la mentira y dejarnos trabajar. Han engañado a la gente ofreciéndoles proyectos que les iban a dar trabajo, pero no hay trabajo. Los ríos no están cuidados y se ha cambiado su curso y están sedimentando; no hace mucho tuve que pasar parte de mi viaje en canoa empujando por ella porque no corría agua suficiente. Los comuneros [indígenas] tienen que venir a Trinidad a por azúcar, arroz, plátano y yuca, porque allá donde viven no hay; antes cultivaban estas cosas, pero ya no hay esos cultivos, y los tienen engañados con proyectos que al final no dan trabajo. Evo los ha dejado dependientes del kilito de azúcar y de arroz que les ofrece ¡Es humillante! ¡Nunca antes vivimos así!

P.- He leído que el Sr. Morales hizo una consulta a los indígenas y que muchos aceptaban el proyecto de la carretera, pero siempre que les dejasen a ellos dirigir el trazado.

R.- No es así. Lo que hicieron fue un “taller de socialización” en la zona de colonización, no una consulta. Les hicieron firmar formularios (ofreciendo proyectos) y también papeles en blanco, y con estas firmas en blanco prepararon actas en las que decían que aceptaban la propuesta de la carretera.

Frenan la destrucción del Tipnis con ayuda de evangélicos bolivianos

P.- Dios le concede a cada pueblo una tierra para que la administre. ¿Está permitiendo Evo Morales que el pueblo indígena del Tipnis administre responsablemente esa tierra que Dios le dio?

R.- Nosotros nunca usurpamos esta tierra a nadie; tenemos testimonios históricos de esto: los moxeños, yurakaré, tsimanes, siempre vivimos aquí. Para colonizarnos nos concentraron en poblaciones, pero siglos después nuestra gente decidió volver en un movimiento que llamaron “la búsqueda de la loma santa” retornando a sus tierras.

Hoy el gobierno nos invade y tiene la osadía de querer expropiarnos para meter a sus gentes que vienen a “conquistar”. Mira, el gobierno sólo habla de los quechuas y de los aymaras, pero de nosotros no habla ni nos quiere respetar; miente a la comunidad internacional con un discurso de cultura, pero no hace nada por respetar nuestra cultura.

P.- ¿Quién tiene intereses en la carretera?

R.- En primer lugar, el actual gobierno quiere consolidar la entrega de una parte de nuestro territorio a los cocaleros, el polígono 7, que era una promesa electoral que les hizo.

En segundo lugar, esa carretera les da acceso a compañías petroleras transnacionales, una inglesa, una brasileña y una francesa, a las que el gobierno les ha adjudicado en nuestro territorio unas concesiones de exploración y explotación en unas franjas que están en la misma ruta de la carretera.

P.- El Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza pide sanciones contra el gobierno de Morales por la intervención frente a la VIII marcha indígena, y reclama la paralización definitiva de la carretera y la derogación de la ley que levantó la intangibilidad del parque. ¿Cómo habéis recibido esta resolución?

R.- Es importante, pero debería hacerse vinculante, como el Convenio 169 de la OIT[2]. La ONU debe pronunciarse sobre el trabajo de este tribunal y apoyar que sus resoluciones sean vinculantes, porque no son cosas sólo de Bolivia, sino de toda la Amazonía.

Por cierto, el gobierno ha impedido el control de los organismos internacionales sobre la producción de coca. Cuando una comisión de ese Tribunal llegó a la zona, los comuneros estaban dispuestos a recibirlos, pero los cocaleros no les permitieron entrar.

Frenan la destrucción del Tipnis con ayuda de evangélicos bolivianos

Me sorprende la amplia visión política de Fabricano, que no se conforma con resolver lo suyo, sino hace un análisis más profundo y percibe que es un problema global que requiere soluciones políticas globales. Por el teléfono los ruidos del poblado me recuerdan que estoy hablando con un miembro de la población indígena, pero no me sorprende su preparación, porque se reproduce otra vez la norma histórica de que allí donde los evangélicos han llevado la Biblia se produce siempre una toma de conciencia de la responsabilidad individual y un mayor acceso a la educación y a la formación personal. La Biblia libera, aporta riqueza humana y empodera.

P.- ¿Cuál es el apoyo de la comunidad evangélica del resto de Bolivia a vuestras reclamaciones?

R.- Sabemos que piden al Señor para que estas cosas por las que peleamos sean escuchadas. Si Dios no estuviese obrando por delante de nuestras luchas, ya nos habrían revolcado. Pero ahí seguimos, Dios escucha nuestros clamores y los clamores de los demás evangélicos; cuando converso con los hermanos encuentro apoyo y esperanza.

P.- ¿Cuál es tu oración a Dios en el momento actual?

R.- Que el Señor, en Su infinito amor, les cambie la mente a todos los gobernantes que actúan en maldad, para que reorienten su forma de pensar y dejen de dañar a otros.

Marcial ha sido duramente perseguido, difamado, agredido por estos de quienes está hablando, pero no percibo rencor en su corazón; además, como creyente que es, no da a nadie por perdido, ni siquiera a sus enemigos: cree que nadie es imposible de redimir, y por eso ora por sus perseguidores. Y al mismo tiempo no es ingenuo; por eso me dice:

No fueron nombrados para esto: el pueblo los escogió con la esperanza de que hiciesen el bien, pero hoy muchos de los que votaron por Evo dicen: “nos equivocamos”.

Que el Señor tenga misericordia de esa gente y de nosotros ¡Que nunca nos rindamos! Que sigamos adelante y sintamos la voluntad de Dios.

En Galicia ya es noche avanzada, el sol se acostó por Fisterra, pero aún le quedan muchas horas por recorrer abrazando las palmas, los tajibos, los jaguares, los caimanes, los jucumaris, las lomas y los meandros del Tipnis. Sentado en su casita, Marcial Fabricano contempla el territorio que tanto ama y al terminar la charla acaba posando la mirada en él mismo:

Tengo ya sesenta y cinco años ¿Qué hago yo peleando por esto? Mientras el Señor me dé vida, seguiré compartiéndola con los míos y estaré siempre abierto a mi gente, luchando con ella. ¡Nunca nos rindamos! ¡Defendamos la tierra que el Señor nos ha dado!

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Ollada latina - Frenan la destrucción del Tipnis con ayuda de evangélicos bolivianos