El 21 de septiembre, más de 8.000 personas participaron en la “Marcha por la Vida” en el Reichstag alemán en Berlín, informó la Asociación Federal de Derecho de la Vida, organizadora del evento en Alemania.

Después de la marcha, hubo un culto de adoración, donde el obispo católico de Passau, Stefan Oster, dijo que el hecho de que cada año se aborten 100.000 niños por nacer es un “escándalo monstruoso”.

Aborto y discapacidades

De acuerdo con Oster, casi 300 niños nonatos mueren cada día. Esto corresponde a unas diez aulas de escuela. En todo el mundo, más de 50 millones de niños por nacer son abortados cada año. Los abortos matarían más personas que las guerras, las epidemias y los desastres naturales.

Señala que los niños no nacidos con discapacidades son el “grupo más amenazado de muerte”. Cerca del 90% de los niños diagnosticados con síndrome de Down son abortados.

Oster apeló a las mujeres que están embarazadas de forma no planeada o que tienen necesidades mentales o materiales, para que acudan a la iglesia. “¡Vengan a nosotros!”, dijo.

El obispo auxiliar católico Florian Wörner (Augsburgo) también habló en el servicio, afirmando que “el hombre no es producto de la casualidad, sino que está en deuda con la voluntad y el amor del Creador. Los cristianos deben defender a los más débiles y sin voz”.

Líderes evangélicos y católicos

El Papa Francisco, así como otros líderes católicos, enviaron un saludo a los participantes.

La Alianza Evangélica Alemana estuvo representada por su presidente, el pastor Ekkehart Vetter. El obispo de la Iglesia Evangélica Luterana Independiente, Hans-Jörg Voigt, también asistió.

Mientras tanto, el Secretario General de la Federación de Iglesias Evangélicas Libres, y el Presidente de la Confederación de Iglesias Evangélicas Libres, enviaron sus saludos.

Una contra-manifestación violenta

La manifestación fue atacada por contra manifestantes y la policía tuvo que protegerla en varias ocasiones. La manifestación también fue interrumpida temporalmente por un bloqueo.

La contramanifestación fue organizada por la “Alianza para la autodeterminación sexual”, que cuenta con el apoyo, entre otros, de los partidos Alianza 90 / Los Verdes y la Izquierda.

Esta Alianza exige que se supriman los párrafos 218 y 219 del Código Penal, creando así un derecho al aborto.