Nueva elección israelí resalta tensa situación de los ultraortodoxos

El desencadenante de unas elecciones sin precedentes en Israel tiene que ver con uno de los principales puntos débiles de la sociedad israelí: el papel de la creciente comunidad ultraortodoxa judía en la vida moderna.

El que sería el nuevo gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu se derrumbó debido al debate de un proyecto sobre la exención del reclutamiento militar para hombres ultraortodoxos, una fuente de resentimiento durante mucho tiempo entre la mayoría secular de israelíes judíos a quienes sí se les exige servir en el ejército.

El conflicto sobre el proyecto de ley es solo uno de varios profundos desacuerdos sobre el papel de la religión en la sociedad israelí. Mientras que los partidos ultraortodoxos ejercen una influencia política significativa, los expertos dicen que sus comunidades enclaustradas se están quedando atrás ante la sociedad moderna, con consecuencias negativas duraderas para el futuro del país.

Después de parecer que ganaba las elecciones del 9 de abril, a Netanyahu se le impidió formar una coalición de gobierno debido a que su aliado político, Avigdor Lieberman, se convirtió en rival e insistió en aprobar la legislación que exigía que los jóvenes ultraortodoxos fueran reclutados en el ejército como todos los demás.

No sólo el partido nacionalista pero liberal de Lieberman - el Yisrael Beiteinu - le negó a Netanyahu la oportunidad de formar su quinto gobierno, sino también garantizó que el tema ocupará un lugar destacado en la próxima campaña.

  "La comunidad ultraortodoxa sabe cómo encontrar soluciones". 

“No tengo nada en contra de la comunidad ultraortodoxa, y creo que deberían integrarse”, dijo Lieberman después de que se convocara a la nueva votación. Sin embargo, agregó: “No se puede tener un gobierno dictado por un sólo grupo”.

Lieberman ha visto disminuir su número de electores inmigrantes de la antigua Unión Soviética y ha identificado claramente los “derechos seculares” como una estrategia de campaña ganadora. Pero pese a haber hecho tratos con los ultraortodoxos en el pasado, parece estar listo para postularse con un boleto que se opondrá a lo que él denomina la “rendición completa del Likud (de Netanyahu) a los ultraortodoxos”.

Moshe Prigan, un capitán retirado que solía encabezar el departamento de inmersión ultraortodoxo en la fuerza aérea, dijo que ha habido un aumento constante en el reclutamiento. En la práctica, dijo que la mayoría de los hombres religiosos que no son estudiantes de seminario a tiempo completo actualmente se unen al ejército, con la silenciosa aquiescencia de sus rabinos. Pero pedir enérgicamente que legislaran en contra fue un paso demasiado lejos.

Los ultraortodoxos cuentan con una alta tasa de natalidad y familias numerosas.

“La comunidad ultraortodoxa sabe cómo encontrar soluciones. Es más pragmática de lo que la gente piensa”, dijo. “Pero no puedes forzarlos a que respalden algo que va en contra de su creencia”.

Los ultraortodoxos, con una alta tasa de natalidad y familias numerosas, son el segmento de más rápido crecimiento en Israel. Los economistas advierten que si no se les controla, se convertirán en una carga demasiado pesada para la economía de Israel, con una fuerza laboral no preparada para los desafíos del mundo moderno.

Los ultraortodoxos actualmente representan solo el 7% de los adultos del país, pero sus bisnietos serán aproximadamente la mitad de todos los niños israelíes en dos generaciones, dijo Dan Ben-David, economista de la Universidad de Tel Aviv, creando lo que él llamó “un problema inminente que debe abordarse ahora”.

Con pocas esperanzas de resolver el conflicto israelí-palestino en el corto plazo, la división con los ultraortodoxos ha adquirido una urgencia aún mayor.

“Será aún más difícil cambiar de dirección después de esto si no actuamos juntos ahora”, dijo Ben-David. “Creo que podemos. Tenemos toda una historia de hacer lo correcto cuando nuestra espalda está contra la pared”.