Naves de Esperanza: una flota que lleva sanidad a los lugares más necesitados de África
La ONG cristiana centra su actividad en el África subsahariana con dos buques que le permiten 6.000 cirugías al año y capacitar a más de 3.000 profesionales de la salud autóctonos.
Protestante Digital · 12 DE JULIO DE 2024 · 08:00
El barco Global Mercy, de la ONG cristiana Naves de Esperanza (Mercy Ships) acaba de atracar en el puerto de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias, España) después de trabajar durante meses en Sierra Leona, donde han realizado cerca de 2.000 de cirugías y han capacitado a más de 140 profesionales de la salud autóctonos.
Es uno de los dos buques con los que la entidad acerca la asistencia sanitaria, la formación médica y proyectos de infraestructuras y de desarrollo sostenible al continente africano, especialmente en la región subsahariana. “Cada dos segundos fallece una persona por falta de acceso a una cirugía segura asequible y a tiempo”, dice Gerardo Vangioni, presidente de Naves de Esperanza en España, citando datos de la revista médica The Lancet. “Hay naciones en las que no hay ni un cirujano por cada 100.000 habitantes, naciones en las que sólo hay dos anestesistas para atender a toda la población del país, y en la inmensa mayoría de las naciones del África subsahariana no hay un sistema de salud pública, por lo que o tienes recursos o malvives con tu enfermedad o acabas falleciendo”, remarca.

Dos buques hospitales
Junto al Global Mercy, la ONG opera el Africa Mercy, que se encuentra atracado en Madagascar desde febrero y hasta finales de año. Con ambos buques hospitales (los mayores buques civiles de estas características en todo el mundo) pueden llevar a cabo cerca de 6.000 cirugías al año y desarrollar proyectos de formación para más de 3.000 profesionales de la salud locales. También “continuamos reforzando los sistemas de salud en las naciones en las que ya hemos estado con programas que contribuyan a seguir fortaleciendo los sistemas de salud”, dice Vangioni.

Ejemplo de ello es el acuerdo que la entidad firmó hace cinco años con la Universidad Gamal Abdel Nasser de Guniea Conakry, “para continuar capacitando a los odontólogos, no solo de Guinea, sino también de las naciones adyacentes”.
Además, Naves de Esperanza proyecta ahora la construcción de un nuevo buque hospital que, según esperan, estará operativo en cuatro años. “Lo hacemos gracias a unos donativos generosos”, comenta Vangioni. “Será similar en tamaño y equipamiento al Global Mercy. Así, dentro de cinco años, tendremos tres buques hospitales operativos, pudiendo alcanzar a más personas y servir a más naciones”, añade.
El voluntariado, elemento clave
La necesidad es mucha, reconocen desde Naves de Esperanza, y la voluntad es la de “poder llegar a todas las áreas con los recursos y las personas idóneas para transformar vidas y poder contribuir a las naciones” en las que se trabaja. En este sentido, no pasan por alto el factor permanente de la inestabilidad política en buena parte del continente africano. “Debemos tener siempre presente la evolución de los acontecimientos en África, donde por una parte se está deteriorando la convivencia, y por otra los gobiernos no están invirtiendo en salud como debieran”, remarca el presidente de la ONG.

En este escenario, el voluntariado sigue siendo un elemento fundamental para el desarrollo de la labor humanitaria. Aunque la ONG cuenta con miles de voluntarios de más de 60 países distintos cada año, la necesidad siempre existe. “Y en todas las áreas”, dice Vangioni: “médica, marítima y general”. “Necesitamos enfermeras, cirujanos, anestesistas, radiólogos, fisioterapeutas, oftalmólogos, dentistas. Pero también necesitamos oficiales, ingenieros, marinos, electricistas, carpinteros, cocineros, administrativos, personal de logística y aprovisionamiento, fotógrafos, marketing, conductores y maestros (cada buque tiene una escuela para los hijos de los voluntarios que vienen por un año o más). En definitiva, las personas que hacen falta para que funcione una pequeña ciudad, son las que necesitamos a bordo”, explica.

Por eso, animan a compartir la información de Naves de Esperanza en el entorno laboral, con los empleados de las empresas, como una primera y más básica forma de colaboración. “Este ministerio no es muy conocido. Difundir la información ayudará a despertar el interés y podrá promover el deseo de cooperar, bien a nivel de voluntariado bien económicamente”, subraya Vangioni.
Formas de colaboración
Además de la difusión y del voluntariado, desde el ministerio de Naves de Esperanza recuerdan, sobre todo, cuán integrada está la oración en su identidad. “Este ministerio se inició en una reunión de oración, se ha mantenido gracias a la oración y continuará gracias a la oración. La oración es esencial para poder llevar a cabo esta misión”, subraya Gerardo Vangioni.
Junto a la oración, también menciona la posibilidad de contribuir con apoyos económicos o también en servicios y recursos. En este sentido, recuerda que todo lo que hacen, las cirugías, la formación y los programas de desarrollo, los ofrecen de forma gratuita. “Solo podemos continuar gracias a los donativos de particulares, empresas e instituciones”, dice. “Al estar Naves de Esperanza acogida a la Ley de Mecenazgo, todo donativo recibido, monetario o en especie, disfruta de las deducciones fiscales vigentes”, agrega.

Puedes conocer más sobre Naves de Esperanza en su página web.
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