Los recientes rumores sobre el posible sacrificio ritual de una vaca roja, necesario para la construcción de un Tercer Templo judío en Jerusalén, han desatado el frenesí en internet y alarmado a líderes religiosos cristianos, preocupados por las consecuencias con el mundo musulmán.

Para los judíos -minoritarios- partidarios del Tercer Templo las cenizas de este animal, mezcladas con agua viva, son esenciales para purificar el lugar donde se construirá el tercer Templo judío, en el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas) de Jerusalén. 

Desde hace cuarenta años, el Instituto del Templo (que reúne a los partidarios del Tercer Templo) prepara los numerosos detalles necesarios para la construcción de un nuevo Templo judío en Jerusalén, y para la reanudación del culto y los sacrificios. La búsqueda de la novilla perfecta, primera etapa del proceso, fue uno de ellos. Explican que, según el capítulo 19 del libro Números, la novilla debe ser completamente roja, tener 2 años y 1 mes y no haber trabajado ni haberse dañado nunca.

Los criadores se lanzaron a crearla, recurriendo a la genética para asegurarse de que el pelo no cambiase de color. Finalmente, cinco novillas angus rojas fueron importadas de Texas por cristianos evangélicos en 2022 y desde entonces, crecen bajo estricta supervisión en el asentamiento judío de Shiloh, en la Cisjordania ocupada, resguardadas tras gruesas vallas y vigiladas por cámaras de videovigilancia.

Esas vacas rojas, inofensivas a primera vista, fueron etiquetadas por el columnista israelí David Landau como una "bomba de cuatro patas" ya allá por 2015.

Tensión internacional

La simple idea de la ceremonia de la vaquilla roja provoca la ira de los musulmanes. El motivo principal es que el Monte del Templo de Jerusalén (Explanada de las Mezquitas), donde se levantaría el Tercer Templo, está ocupado por la Cúpula de la Roca, el tercer lugar más sagrado del islam.

El portavoz de Hamás, Abu Obeida, lo mencionó en un comunicado señalando que "la agresión ha alcanzado su punto álgido contra Al-Aqsa" con "la llegada de las vacas rojas para la práctica de un detestable rito religioso destinado a agredir los sentimientos de toda una nación".

Los rumores sobre su inminente sacrificio se han extendido por internet, alimentados por los partidarios del Tercer Templo. Para preparar el terreno, el 27 de marzo se celebró en Shiloh una conferencia de prensa sobre la vaquilla roja, en una de cuyas presentaciones se mostró el posible aspecto del altar para la ceremonia.

Desde entonces, los líderes religiosos cristianos han estado en alerta; calificando el sacrificio de "locura" en una declaración firmada el 8 de abril por 36 personalidades religiosas de Jerusalén y de todo el mundo. Consideraban este acto una "invitación a la guerra regional e incluso mundial", que "transformará la situación israelo-palestina de un conflicto político en un conflicto religioso sin solución sobre el terreno".

Sin embargo, cuando se contactó con el Instituto del Templo, este negó que la ceremonia fuera inminente. "Aún necesitamos preparación y apoyo rabínico", explica Yitzhak Reuven, director del departamento internacional. Los minoritarios partidarios del Tercer Templo están lejos de ser unánimes: los eruditos ortodoxos rechazan cualquier intento de construir el Templo antes de la venida del Mesías.

Un problema no menor es que, aunque está preparado el aspecto ritual, el Instituto del Templo no tiene explicación de si hay alternativa a derruir la Cúpula de la Roca para levantar el tercer Templo, lo que supondría una guerra con el islam a nivel mundial.  El rabino Yitzhak Reuven se limita a dar una vaga explicación "El Templo es un lugar de paz. Creemos que puede construirse sin derramamiento de sangre. "Encontraremos una solución pacífica".