El Partido Conservador del Reino Unido anunció que Liz Truss reemplazará a Boris Johnson como primera ministra del Reino Unido.

De los 172.000 votos emitidos por los miembros del partido, el 57% sirvieron para apoyar a Truss, quien venció a Rishi Sunak. De esta mandera, Truss se convierte en la tercera mujer que preside el Consejo de ministros en la historia del país.

En su primer discurso, Truss dijo que trabajará para hacer frente a los desafíos económicos (Reino Unido tiene una inflación superior al 10%) y a la crisis energética. La exministra de Exteriores aseguró que cree “en la libertad, en la capacidad de controlar la vida propia, en los impuestos bajos, en la responsabilidad personal”.

La guerra de Ucrania y la crisis migratoria también son algunos de los desafíos más importantes que deberá abordar la nueva jefa del gobierno británico.

Reacciones de líderes cristianos

Diferentes líderes cristianos de Reino Unido reaccionaron a la noticia del nombramiento de Truss como primera ministra. Entre ellos se encuentra Gavin Calver, el director ejecutivo de la Alianza Evangélica del Reino Unido (EAUK, por sus siglas en inglés).

“Únase a mí en oración por nuestra nueva primera ministra. El liderazgo siempre es difícil y es difícil imaginar un conjunto de circunstancias más desafiantes que una nueva primera ministra tenga que asumir. La crisis del costo de vida, la actividad industrial, la guerra en Ucrania... la lista parece interminable”, señaló en un mensaje compartido en Twitter.

Otro de los líderes que reaccionaron a la noticia fue el Arzobispo de Canterbury y líder de la Iglesia Anglicana, Justin Welby. “Oro por Liz Truss mientras asume las grandes responsabilidades del liderazgo en un momento de desafíos tan importantes. Que Dios la guíe, a ella y a todos los que sirven en nuestra vida política, hacia su esperanza para nuestra nación, y el cuidado particular de los más vulnerables”, señaló.

Después de que el anterior primer ministro, Boris Johnson, anunciara su renuncia, los líderes de las iglesias y organizaciones cristianas en el Reino Unido hicieron llamamientos expresos al liderazgo del país para recuperar la integridad personal y actuar con verdad.