El papa Francisco evitó tomar partido de forma clara en el debate sobre si los políticos católicos que apoyan el aborto deben recibir la comunión, al decir que es una decisión que debe abordarse de manera pastoral y no política, ante la prensa durante el vuelo que regresaba de Eslovaquia a Roma este pasado miércoles por la tarde.

El pasado mes de junio, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos avanzó la idea de que podría negar la comunión a figuras públicas que apoyan el derecho al aborto, creando una posible condena pública de Biden, un católico defensor del derecho al aborto.

Pero Francisco dijo que los obispos católicos deben tratar a los políticos que apoyan el aborto con “compasión y ternura”, no con censura. Advirtió que no deben dejar que la política intervenga en la cuestión de si esos políticos deben recibir la comunión o no.

Dijo Francisco que nunca le negó la comunión a nadie, y agregó que si bien no sabe si los católicos que apoyan el derecho al aborto alguna vez le pidieron la comunión "nunca les he negado la Eucaristía, desde que yo era sacerdote".

Esta postura fue celebrada por la presidenta de Catholics for Choice (proabortistas), Jamie L. Manson: "El papa Francisco debe ser elogiado por señalar que los obispos y sacerdotes deben ser pastores en lugar de políticos, y recordarles que 'la Comunión no es un premio para los perfectos' sino un regalo de Jesús”.

Según esta organización “Los obispos católicos de los Estados Unidos deberían seguir el ejemplo del Papa, que nunca le ha negado la Comunión a nadie. Y abandonar su impía cruzada para convertir la Eucaristía en un arma contra el presidente Biden y otras personas católicas pro-elección".

En contraste con sus declaraciones iniciales, el Papa Francisco añadió sin embargo que el aborto es un “homicidio”. Y haciendo una carambola difícil de entender, afirmó que sí debería negarse la comunión a un proabortista en el caso de que no sea parte de la iglesia católica, como (citó) sería el caso de alguien que no está bautizado o de quien se ha apartado de la Iglesia católica.

Matrimonios homosexuales

También se le preguntó al papa sobre la condena del Parlamento Europeo al continuo incumplimiento de algunos gobiernos de la UE a la imposición de aplicar las leyes en favor de los homosexuales, entendiéndolas como derechos. Una alusión clara a Hungría y Polonia.

"Ya he hablado claramente sobre esto", dijo. “El matrimonio es un sacramento y la iglesia no tiene el poder de cambiar un sacramento. Son leyes que intentan ayudar a la situación de muchas personas de diferentes orientaciones sexuales. Es importante ayudar a las personas en esto, pero sin imponer a la iglesia cosas que no están en su naturaleza".

Francisco mencionó las leyes de unión civil francesas como un ejemplo del derecho de una nación a brindar a los homosexuales y otras parejas no casadas atención médica y otros beneficios.

“Esto no significa condenar a las personas que son así, por favor, son nuestros hermanos y tenemos que acompañarlos. Pero el matrimonio como sacramento es claro”.